Os voy a explicar a continuación cómo congelar los purés de verduras de los bebés, y de cualquier otro puré de verduras u hortalizas aunque no sean específicos para ellos.
Cuando los bebés empiezan a tomar purés de verduras caseros, los más saludables, es un gran adelanto hacerlos de una sola vez para toda la semana y congelarlos después.
Así aumentáis vuestra productividad considerablemente y dispondréis de más tiempo libre para otras actividades.
Deberían llamarse purés de hortalizas, puesto que no solo llevan verduras, que son las hortalizas de color verde, sino otras muchas, de otros colores como berenjena, patata, nabo, tomate…
Pero para que no pierdan nada de valor nutritivo, es decir ni minerales, ni vitaminas, hay que seguir una serie de pasos imprescindibles desde el momento en el que se compran estas mismas verduras u hortalizas hasta congelarlos, descongelarlos y calentarlos después.
Cómo comprar las verduras y hortalizas en general.
Lo más frescas posibles, sin aspecto viejo, con su piel tersa, sin manchas y con sus hojas, si las llevan, bien tiesas y nunca lacias. Si os fijáis, las reconoceréis enseguida.
Cómo conservar las verduras y hortalizas en general al llegar a casa.
Lo ideal es cocerlas a la mayor brevedad posible, al llegar a casa. Si es imposible hacerlo, conservadlas de las varias maneras que os expliqué en este post.
Cómo limpiar las verduras y hortalizas en general.
Desechar las partes no comestibles, como tallos feos de acelgas, de espinacas, de apio…, troncos duros y hojas del bróculi, de la coliflor… y, para no tener que pelar el calabacín, escogerlos de color jaspeado verde clarito para que su piel no amargue. La berenjena no debe pelarse nunca, y en este post os explicaba los por qués.
Como pelar las verduras y hortalizas en general.
Salvo las patatas, todas las demás no lo necesitan y conviene conservar su piel porque es una fuente importante de fibra.
Usar siempre un pela patas de cuchilla transversal, que son los que menos piel eliminan.
Frotar debajo del grifo con un estropajito las zanahorias, los nabos…
Cómo lavar las verduras y hortalizas en general.
Se deben lavar en trozos grandes y nunca troceadas. Cuanto más cortes hayan sufrido, más propiedades perderán por esos mismos cortes.
Lavarlas en agua abundante, pero rápidamente, para que no se solubilice en esa agua de lavado ninguna “sustancia” hidrosoluble.
El consejo de mantenerlas un rato en agua, incluso con unas gotas de lejía especial para uso alimentario, no deja de ser un gran error.
Si las verduras se compran por el cauce normal, es decir en verdulerías, supermercados…, están ya suficientemente higienizadas y no hay que tomar más precauciones, ni siquiera las embarazadas.
Esta manía actual de lavar y esterilizar “todo” solo consigue que cada día haya más casos de alergia. En la cocina todo debe estar super limpio… pero sin llegar a límites extremos.
Otra cosa sería si fueran hortalizas de dudosa procedencia, regadas con aguas residuales, algo que no sucede en nuestro país.
Después de lavar las verduras y hortalizas trocearlas.
Como vamos a usar su agua de cocción, porque con estas hortalizas vamos a elaborar más tarde un puré, conviene ahora trocearlas para que tarden menos tiempo en cocerse.
Cómo cocer las verduras y hortalizas en general.
Volcarlas en una buena olla superrápida, que es el mejor método culinario, calculando el agua que se va a utilizar después, al triturarlas, para que ni sobre ni falte al elaborar el puré.
Os recuerdo en este post las razones para usar siempre una olla superrápida.
Dependiendo de si vamos a elaborar un puré para bebés, cocer todas las hortalizas durante 3 minutos con las 2 rayitas de la válvula de presión fuera como os explicaba, con todo detalle, en este otro post.
Qué hacer después con las verduras y hortalizas ya cocidas.
Se pueden hacer 2 cosas:
1. Se pueden congelar las verduras y hortalizas tal como están, en trocitos, con su líquido correspondiente, para elaborar el puré después, una vez descongeladas y a la hora de tomarlo.
2. Se puede elaborar ya el puré.
Por qué congelar las verduras y hortalizas en trozos en lugar de congelar el puré ya terminado.
Porque los purés sean de lo que sean, y muchos os habréis dado cuenta, al descongelarse aparecen «desestructurados», como si se hubieran «cortado», algo que no tiene mucha importancia.
Esto se arregla batiendo este puré, unos segundos, después de descongelado, con una minipímer que le devuelve su estructura original.
Esta «desestructuración» se produce también al congelar el gazpacho casero, que es una especie de emulsión entre el aceite y las verduras.
Sin embargo muchos prefieren congelar las verduras en trozos y triturarlas después de descongeladas y, a continuación, calentar el puré.
En mi opinión, cuando se trata de purés de los bebés, que son cantidades muy pequeñas, prefiero congelarlos ya terminados, ya que removiéndolos con un tenedor se vuelven a homogeneizar.
Escoged el método que más os simplifique la vida.
Manera de elaborar estos purés de verduras y hortalizas.
1. Abrir la olla en cuanto se pueda, porque su válvula de presión ha bajado por su propio peso, nunca forzándola.
2. Sacar todas las verduras y su caldo, añadir un chorrito pequeño de aceite de oliva virgen extra, siempre en crudo, y triturar el conjunto con una minipímer que tenga una buena potencia, hoy ya pueden tener 1.000 vatios.
También se pueden triturar en el Thermomix, pero nunca cocinarlas en el robot porque la cocción es demasiado larga.
Cómo congelar estos purés de verduras y hortalizas.
Hay que envasarlos lo más rápidamente posible.
Si habéis elaborado este puré para 8 días, por ejemplo, distribuirlo en 8 recipientes herméticos dejando en la superficie un pequeñísimo espacio para la dilatación que se va a producir, casi imperceptible.
Cerrarlos a continuación.
Dejar que se enfríen también lo más rápidamente posible, y cuando estén a temperatura ambiente, meter los 8 recipientes en el congelador al máximo de frío.
A qué temperatura debe estar el congelador para congelar estos purés de verduras y hortalizas.
A la mínima posible, por lo menos a 20º bajo cero.
Si vuestro congelador no baja hasta esta temperatura, y se queda a 18º bajo cero, os recuerdo que no tenéis un verdadero congelador, sino lo que se llama un «conservador» que, como su nombre indica, conserva los alimentos ya congelados. Son los aparatos que vemos en las vitrinas, armarios o arcones de los supermercados y que no siempre están a esa temperatura de -18º, algo que no debería suceder ya que la calidad de los productos congelados a una temperatura más alta de esos -18º empieza a disminuir.
Cómo conservar estos purés de verduras y hortalizas en la nevera.
Solo podéis conservarlos durante 2 o 3 días nada más, y los pasos a seguir serán los siguientes.
♦ Abrir la olla en cuanto se pueda.
♦ Añadir el aceite de oliva virgen extra siempre en crudo.
♦ Para manchar un mínimo de «cacharros,» introducir dentro de la misma olla el brazo de una minipímer que tenga una buena potencia, y triturar el conjunto, más o menos dependiendo de la textura que queráis conseguir.
♦ Distribuir este puré en los 2 o 3 tuppers herméticos en los que se vayan a conservar.
En este caso llenar los tuppers completamente hasta arriba para que quede en su interior la mínima cantidad de aire, que es el que todo lo estropea ya que la mayoría de las bacterias son aerobias, es decir que necesitan aire para reproducirse.
♦ Cerrarlos inmediatamente después.
Los tuppers de buena calidad, semirrígidos y de polietileno permiten hacer «casi un vacío» en su interior, simplemente al levantar su tapa por una de sus partes, algo que no se puede hacer en tarritos de cristal que son completamente rígidos.
♦ Enfriarlos lo más rápidamente posible, y en cuanto estén a temperatura ambiente, guardarlos en la zona más fría de la nevera.
A qué temperatura debe estar la nevera para conservar todos los purés de verduras, incluidos los de los bebés.
Como estos purés son preparaciones muy perecederas, la nevera debe estar a 2º de temperatura. En un frigorífico «no frost» la temperatura suele ser la misma en todas partes puesto que el ventilador interior que llevan distribuye el frío por igual.
Pero si no lo es, escoged el estante en el que su temperatura no sea superior a 2º. Por ello es importante tener un termómetro de nevera-congelador si vuestro aparato no os lo indica.