Desodorantes para la nevera y el congelador.
■ Si el frigorífico y el congelador se usan correctamente, no se puede producir en ellos ningún tipo de olor y por tanto no necesitan en absoluto estos desodorantes.
■ Si hay algún olor, algo se está haciendo mal en el congelador, puesto que prácticamente todo tiene que estar bien envasado y cubierto si se quiere conseguir una conservación realmente buena, eficaz e higiénica.
■ Abrir una nevera en la que veamos los alimentos colocados en platos sin más, o tapados como mucho con otro plato invertido, o directamente tal cual encima de las rejillas, o dentro de los cajones sin ninguna protección, es un verdadero atentado.
■ Todos sabéis que el aire, nuestra atmósfera, reseca, pero este aire reseca mucho más al estar frío, caso de las neveras, y mucho más si está “súper frío”, caso de los congeladores. Por ello en muchos hogares se tiran infinidad de cosas al no conservarlas bien.
■ Con el frío bien empleado, tanto en la nevera como en el congelador, se pueden hacer verdaderas maravillas, y ya os las explicaba en mis e-books “Saber comprar, conservar y congelar nuestros alimentos” que se venden hasta en Amazon.
■ No obstante, si aún así os encontráis con malos olores, en Internet o en los supermercados, podéis encontrar productos que os venden para esta finalidad. La mayoría están preparados con bicarbonato de sodio pero, como supondréis, no he necesitado utilizarlos nunca y, por tanto, no puedo recomendaros ninguno en concreto.
■ Entre las características que suelen incorporar están:
– Por supuesto, eliminación de olores.
– Indicador de agotamiento para que sea sencillo saber cuándo hay que reemplazarlo. La mayoría de las marcas tienen una duración de unos dos meses de uso continuado.
– Ocupan poco espacio y son fáciles de usar puesto que suele bastar con retirar la película que llevan y colocarlos en la zona que se elija.