Manos, cómo deben lavarse antes de manipular nuestros alimentos.
■ Antes de empezar a trabajar en la cocina hay que lavarse las manos correctamente, aunque parezca una perogrullada.
■ Ni que decir tiene que hay que hacer lo mismo cuando se va al servicio, ya que, en nuestro organismo, residentes mayoritariamente en el colon, hay unos 100 billones de bacterias de 400 especies diferentes, y los alimentos podrían contaminarse por una mala higiene ya que las manos son un vehículo de transmisión de primera categoría.
■ Por ello, siempre que se vaya a trabajar con productos alimenticios, conviene lavarse muy bien las manos con agua y jabón ya que éste es un desinfectante, es decir destruye los gérmenes y el agua sola no.
■ Luego, cada vez que se nos ensucien, ya solo necesitaremos aclararlas con agua puesto que ya se han limpiado en profundidad al principio.
■ Nunca hay que limpiarse en seco en un paño de cocina colgado de la cintura, como todavía se ve en algunos cocineros, ya que es una “porquería” y algo totalmente prohibido por el Ministerio de Sanidad, por mucho que se cambien estos paños todos los días.
■ Es muy útil tener en la cocina un dosificador de jabón líquido especial para manos, más práctico que en pastilla, que permite, con una pulsación con un solo dedo, servirse una dosis. Incluso se puede accionar hasta con el codo o el brazo, si se tienen todas las manos sucias y no se quiere pringar todo.
■ Mientras estáis trabajando en la cocina, tened siempre a mano no solo el rollo de papel absorbente de cocina sino paños de felpa limpios para secarse las manos cada vez que se aclaran. Si no os las secáis, cada vez que os las mojáis, iréis manchando con agua el suelo, las encimeras y los cajones y las manos también se os estropearán muchísimo más al estar siempre humedecidas.
■ Lavar en la lavadora estos paños de felpa cada vez que os haga falta con agua caliente. El lavarlos a mano con “una agüita”, como se hacía antiguamente, es hoy un atraso porque perdéis tiempo, tan valioso hoy día, gastáis jabón, los paños no quedan nunca como en la lavadora y se oscurecen con la suciedad que se va incrustando. Recordad que debéis sacar el máximo rendimiento a todos vuestros electrodomésticos, no solo al microondas o a la olla, sino a todos los demás. Usarlos “a tope”.
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