Sobre los aditivos, de los que hemos hablado ya en numerosas ocasiones y con los se podrían seguir rellenando hojas y hojas, ya sabemos que, en general, son todos sustancias extrañas a nuestro organismo, sobre los que se han hecho y se siguen haciendo numerosos estudios, que están autorizados en pequeñísima cantidad, y que de vez en cuando desaparecen de esa lista de autorizados apareciendo otros nuevos.
El gran error, en mi opinión, estriba en que se está abusando de ellos, y como las cantidades autorizadas por ley son muy pequeñas, se añade más de uno, para curarse en salud y que el producto no se estropee si se rompe en algún momento la cadena del frío y les sea devuelto.
Ahora, más con la crisis, cuando la materia en origen no es de muy buena calidad, para mejorar su olor, color, sabor, textura, aspecto… se le añaden múltiples aditivos hasta conseguir lo que se quiere.
También se pretende que estos productos procesados, es decir manipulados por la industria, tengan un periodo de caducidad o de consumo preferente cada vez más largo, ¡casi eterno!
Muchas empresas de alimentación confiesan abiertamente que sus productos son cada vez menos naturales.
Si se suman todos los aditivos que consumimos a lo largo de una semana, aun procurando tomar el máximo de alimentos sin procesar, probablemente nos quedaríamos aterrorizados.
A lo largo del tiempo, muchas sustancias que se consideraban seguras se han ido retirando después de que los científicos demostraran posibles efectos perniciosos sobre nuestra salud, y la polémica se aviva cada vez que aparece un estudio asociando algunas sustancias con la aparición de cáncer o problemas mentales.
La legislación alimentaria se mueve siempre en un tira y afloja entre las autoridades gubernamentales, los científicos, la industria alimentaria tan poderosa y los grupos ecologistas, que acaban generando un batiburrillo informativo en el que es difícil sacar conclusiones.
Entre los aditivos que siguen estando en el punto de mira y que personalmente os aconsejo evitar están :
1. Tartracina o colorante alimentario como vulgarmente se le llama.
La tartracina es un colorante artificial, muy común en la industria alimentaria, que en Europa se etiqueta como E-102.
Está presente en alimentos de todo tipo, bebidas, purés, patatas fritas, repostería, sopas instantáneas, helados, caramelos, chicles, mermeladas yogur, gelatinas…
En general puede estar en cualquier alimento de color amarillo o naranja.
Es además el colorante que se comercializa para “amarillear” las paellas.
Se trata de uno de los colorantes más cuestionados desde la publicación en 2007 de un estudio en The Lancet que asociaba su consumo, y el de otras sustancias, con el aumento de la hiperactividad en los niños.
El estudio causó una gran polémica y muchos científicos se mostraron en contra de sus resultados, pero tanto la Food and Drug Administration = FDA, como la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria = AESA abrieron investigaciones sobre el asunto.
La AESA solo detectó que la tartracina podía causar reacciones de intolerancia o alergia principalmente en los niños, como irritaciones cutáneas, en un pequeño porcentaje de población, pero el debate sobre sus posibles efectos adversos reaparece recurrentemente.
En un intento por arrojar algo de luz sobre el asunto un matrimonio de nutricionistas estadounidenses, Diplomados del College of Clinical Nutrition, acaban de publicar el libro «Rich Food, Poor Food», que es un manual sobre las sustancias que aparecen en ciertos productos comerciales y que, según ellos, deberíamos evitar.
En su opinión la tartracina debe evitarse siempre que sea posible dado que es un derivado de alquitrán de hulla.
Su uso alimentario está prohibido en Noruega y también en Austria y Alemania, pero dado que la AESA aprobó su uso, las políticas locales sobre el colorante dejaron de tener efecto en estos dos últimos países.
Su prohibición, no obstante, se sigue debatiendo en Europa y Estados Unidos.
En nuestro país se usa abundantemente para colorear las paellas, las fideuás, guisos en pepitoria … cuando se puede sustituir perfectamente por la cúrcuma un colorante natural derivado del jengibre, y hace ya años que estoy dando este consejo.
Incluso lo he sugerido en una gran superficie … y ¡ni caso!
Si no hay voluntad de cambiar y de mejorar, seguiremos estancados.
2. Amarillo crepúsculo.
El colorante alimenticio “amarillo crepúsculo”, que se etiqueta como E-110, está presente en alimentos como mermeladas de albaricoque, galletas y productos de pastelería, sopas instantáneas, batidos de chocolate, harina para rebozar y margarinas…
También es responsable del color anaranjado de los Doritos Tex-Mex, unos aperitivos snacks muy conocidos y que toman precisamente muchos niños.
El E-110 se fabrica a partir de hidrocarburos aromáticos del petróleo y estaba presente también en el estudio de The Lancet que lo relacionaba con la hiperactividad.
Además, es responsable de reacciones alérgicas en personas con intolerancia a la aspirina.
Su uso alimentario está también prohibido en Noruega.
También lo estaba en Finlandia pero, al igual que la tartracina, dado que la AESA aprobó su uso, las políticas locales sobre el colorante dejaron de tener efecto.
3. Azul brillante FCP.
El azul brillante o E-133 es un colorante que se elabora a partir de sub-derivados del petróleo, precisamente y también de los hidrocarburos aromáticos, tóxico a partir de ciertas cantidades, que estaba prohibido en numerosos países europeos antes de que la AESA aprobara su uso alimenticio (aún está prohibido en Suiza).
Se usa, principalmente, para colorear de azul helados, dulces y bebidas…, y es el colorante que da su tono característico a algunos refrescos para deportistas y a las bebidas de tipo blue tropic.
Según algunos estudios podría provocar reacciones alérgicas en personas que ya padezcan de asma pero, al margen de esto, hay varios estudios que insisten en su inocuidad.
4. Butilhidroxianisol BHA y Butilhidroxitolueno BHT
Estos antioxidantes, el E-320 y el E-321, también de origen sintético y procedentes de la industria petrolera se utilizan en alimentación, muchas veces combinados ya que potencian mutuamente sus efectos, para evitar la degradación de las grasas.
Aunque su presencia se ha ido reduciendo con el tiempo, siguen siendo compañeros habituales de algunos productos, principalmente snacks salados.
Su uso está autorizado en la mayoría de países, en Europa está permitida su presencia, pero no en Japón, donde está prohibido desde 1958 ni en Australia, donde no se permite su consumo a los niños.
Algunos estudios han demostrado que el BHA y el BHT, algo menos, tienen propiedades potencialmente cancerígenas.
Aunque todavía no hay una evidencia sólida al respecto, y hay estudios que se contradicen, la Organización Mundial de la Salud ha rebajado recientemente su ingestión diaria admisible, y cada vez más empresas lo están retirando de sus preparados.
Como veréis la polémica está servida.
Mi consejo como siempre, una alimentación lo más variada posible, consumiendo fundamentalmente alimentos naturales, para que la ingesta de estas sustancias extrañas, aunque sea en pequeña cantidad sea también muy variada.
Si queréis llevar en vuestro móvil una aplicación estupenda con la lista de aditivos autorizados, que yo tengo desde hace mucho, y cuyo enlace no encontraba, aquí lo tenéis mandado por uno de mis seguidores que está «al loro de todo» 😛
¡Hola Cristina! Gracias por compartir esta información tan interesante. Me ha dejado muy impresionada de ver una vez más hasta que punto no paramos de consumir petróleo… en alimentos, ropa, cremas, materiales de construcción, etc… Miro todos los etiquetados con lupa desde que mi madre tiene problemas de intolerancias alimenticias y no acaban de encontrar la raíz de su problema. Sigo todos tus consejos que siempre me parecen tan acertados y en particular uso el cúrcuma desde que lo leí en uno de tus libros en sustitución del colorante y como no, con muy buenos resultados.
¡Gracias por compartir tu sabiduría!
¡Un saludo!
Gracias, Cristina, como siempre una labor impagable la que nos regalas siempre.
Un único «pero» en el caso de hoy: nuestra paellita… no es lo mismo sin «la carterilla de azafrán Carmencita», como decimos por mi tierra (que ni es carterilla, ni es azafrán, ni siempre es Carmencita, jeje).
La cúrcuma… sintiéndolo mucho no es lo mismo, la hemos probado y aparte del sabor «rarito», la apariencia visual es bastante fea.
Por lo demás, totalmente de acuerdo, además ¿qué necesidad hay de snacks o de bebidas azules?
Saludos!
El azafrán auténtico es… azafrán, único en el mundo!!
En cuanto a la cúrcuma, usada solo para colorear, a mí no me aporta ningún sabor y el color me parece más que aceptable.
Y solo por sus magníficas propiedades saludables, ya deberíamos usarla más a menudo, aunque aquí no sea el caso!
Muchas gracias por tus consejos. Yo hace tiempo que uso la cúrcuma como colorante (desde que descubrí tu riquísima receta de fideuá) y os puedo asegurar que no aporta sabor. A mi no me gusta nada el jengibre y cuando echo cúrcuma a la fideuá o al arroz, ni lo noto. En cuanto al color, puede que no sea tan intenso como el del colorante, pero no está nada mal.
Pues me viene este post que ni pintado porque tenia una duda sobre uno de ellos en particular.
A raiz de tus recomendaciones y advertencias sobre la bajada de calidad de los productos y el aumento de aditivos, entre otras cosas, en los bricks de nata estuve mirando y comprobé, no sin antes pasmarme, que, efectivamente, asi era y habia algunas con hasta tres y cuatro aditivos. Estuve buscando y he dado con una que solo lleva uno. El E-407 o Carragenanos. Me puse a buscar y di con una pagina con una lista de aditivos y ponen a éste como muy peligroso.
Tienes algun conocimiento sobre este aditivo en particular? Crees que es tan peligroso?
David, ya sabes que a mí particularmente no me gusta ninguno, y procuro utlizar los menos «ingredientes» posibles que los lleven. Ahora mismo estoy suprimiendo la nata en muchas recetas del ebook que estoy escribiendo, lo cual me obliga a hacer la misma receta varias veces, un trabajo de cientos de horas.
De todas maneras tranquilo porque las cosas van a empeorar.
Van a suprimir en el etiquetado las E, y en su lugar te pondrán emulgentes, espesantes, modificadores del ph… y como las cantidades permitidas de cada uno de ellos son muy pequeñas, te meterán «un surtido variado» de los mismos.
Solución, tomar los menos productos «industriales» posibles variando mucho para que todo lo que entre en tu organismo, aunque sea «extraño», sea por lo menos también variado.
Acabo de comprar unas galletas, yo ni las pruebo, para mis experimentos y sin grasa vegetal solo he encontrado unas que además de lo que deben tener «solo» llevan = jarabe de glucosa (que favorece la obesidad), colorante, bicarbonato sódico y amónico, suero lácteo en polvo, metabisulfito sódico(y ya llevan sal aparte!!), tocoferoles, aromas…
El mayor productor de galletas de nuestro país,(hablé con ellos hace unos días) no tienen ni una sola galleta normal sin grasa vegetal ni una!!! tan solo la que es light o algo así y que no lleva grasa de ningún tipo pero sí edulcorantes…
Como verás, todo muy natural!!
Si, habia oido algo sobre la supresión de las «E» en el etiquetado. No se a donde va a llegar esto, ni entiendo como el gobierno teniendo una seguridad social colapsada, como la tiene, no se preocupa mas por la prevención en vez de la curación. Eneseñando a comer se ahorraría miles de futuros enfermos. Pero bueno, asi estan las cosas.
Yo ya de por si, casi nunca como precocinados pero, como dices, los aditivos estan invadiendo todos los productos por eso me estoy concienciando e intentando evitar los que puedo, pero el de la nata va a ser que no. Cuando hago pasta me encanta hacerle una salsa de nata y queso azul y sin nata no seria lo mismo jajaja.
Muchas gracias por la información pero cuánto más te leo más pienso ¿y qué productos son los naturales? En las grandes ciudades ya solo comemos comida procesada ¡Hasta el jamón de york de toda la vida ha sido variado tal como ponías en otro post!!! Los tomates, cebollas, etc. no saben como antes, las frutas las compras preciosas y al día siguiente están pochas por fuera y duras por dentro y encima cuestan muchísimo!! He probado ya en muchos sitios. Yo la verdad es que ya no sé qué comer, está todo contaminado con malas grasas, aditivos, etc. Saludos,
Yo hablo con varias industrias alimentarias y ellas mismas confirman que los alimentos son cada vez menos naturales.
En cuanto a las verduras y frutas han puesto en Madrid una cadena que es self service baratísima. Si rebuscas las encuentras ricas y que duran.
Tengo una al lado de mi escuela, al lado, por eso me puedo permitir el lujo de ir a mirar todos los días. No vayas con una idea concreta porque ese día no la habrá o no será buena, pero compro cosas increíbles. Hay que saber comprar, conservar, congelar… y tener sitio pero hoy es así.
Antes compraba todo en una gran superficie y ahora tengo que ir a 2 o 3 sitios porque no estoy dispuesta a que nadie me obligue a comprar lo que ellos quieren. Y en muchas capitales españolas hay mercados fantásticos. ¿Dónde vives?
Gracias Cristina por tu información. Para los que tenemos niños y poco tiempo es de gran ayuda que alguien se informe y lo comparta con los demás. A veces tengo la sensación de que parezco un bicho raro cuando leo los ingredientes de los productos en el super antes de comprarlos. Pero es que ahora los leo casi todos…por si tienen grasa vegetal, por si tienen conservantes, colorantes…es para volverse loco porque el que no lleva colorantes ni conservantes llevan grasa vegetal sin especificar como en el caso de unas magdalenas que de vez en cuando compro cuando no he tenido tiempo de hacerlas yo…
Bueno, no me enrollo, sólo que muchas gracias por facilitarnos la información, tus recetas y libros!!
Saludos.
Marina.
Hola Cristina, sabes algo sobre el E621 potenciador del sabor ó glutamato? He leído por internet que és cancerígeno y que se esconde bajo diversas denominaciones. Me gustaría saber que hay de cierto en ello.
Gracias.
He hablado en varios de mis libros y ebooks del glutamato sódico que es un saborizante potente y que se encuentra en muchísimos productos industriales, en la salsa de soja por ejemplo en gran cantidad, en los cubitos de caldo, en sopas y salsas preparadas diversas, en comidas «prefabricadas», en todos los restaurantes chinos…
Es un aditivo más… y no conviene abusar de él, pero hoy por hoy no está considerado como cancerígeno, aunque ya sabéis mi opinión sobre los aditivos en general = cuantos menos, mejor.
Podrías enviarme por mail el nombre de la cadena de verduras y frutas, self service que dices tiene precios económicos? Gracias de antemano por todo tu trabajo.