Hoy os voy a hablar de una receta muy fácil y sencilla, un tanto exótica pues procede de Marruecos donde se denomina Pastela.
Pastel de hojaldre, pollo y champiñones.
Los ingredientes serían:
■ 500 g de hojaldre congelado
■ 350 g de pechugas de pollo o de pavo
■ 3 cebollas grandes
■ 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra = 30 g
■ 350 g de champiñones
■ 100 g de almendras fileteadas tostadas
■ 4 huevos
■ 1 cucharada de perejil picado
■ 1 cucharadita de canela en polvo bien llena
■ 1 o 2 cucharadas de azúcar glas
■ sal, pimienta blanca y nuez moscada recién ralladas
Preparación del relleno del pastel.
■ Ésta es una receta fantástica a pesar de que los ingredientes que lleva sean bastante corrientes, pero su gracia estriba en que se espolvoree abundantemente con la canela y después con el azúcar glas que le dan un toque exquisito.
■ Yo os animaría a hacerlo, porque no os podéis imaginar lo delicioso que es. Además de no ser laborioso, ni caro, es de una categoría increíble y quedaréis con la familia o con los amigos de maravilla.
■ Para trabajar y organizarse mejor, empezar por preparar el relleno del pastel para que se vaya enfriando mientras trabajamos el hojaldre.
■ Limpiar los champiñones y filetearlos.
■ Comprar almendras fileteadas, que se comercializan así en el mercado, o hacerlas nosotros mismos a palitos ayudándonos con un buen cuchillo afilado sobre la tabla de picar.
■ Estas almendras fileteadas se encuentran en las tiendas de frutos secos y en las grandes superficies. Tostarlas si no lo están.
■ Pelar las cebollas y cortarlas en rodajitas finas.
■ Picar el perejil si no se tiene ya picado y congelado.
■ Cortar los filetes de ave en tiras de 1 centímetro, retirándoles antes todos los trozos de grasa que pudieran llevar.
Elaboración del relleno del pastel.
■ Calentar el aceite en una cacerola con buen fondo difusor, y sofreír las rodajas de cebolla hasta que estén transparentes sin llegar a tomar color, pero completamente blandas. Hacerlo siempre con la cacerola tapada porque aceleramos la cocción, las cebollas sudan y se hacen en su jugo sin perder nada de sabor.
■ Los que tenéis alguna olla Khun Rikon, y muchos de vosotros la tenéis, con las dos tapas, la de cristal, usadla.
■ Cuando las cebollas estén del todo blandas, añadir los champiñones fileteados y sofreírlos también removiendo con una cuchara de madera. Si soltaran mucho liquido, evaporarlo dejando cocer la olla unos minutos destapada.
■ A continuación agregar las tiras de pollo y, removiéndolas también, sofreírlas ligeramente para que se queden un poco crudas. Esperar a que esta mezcla se enfríe.
■ Batir los huevos con el perejil, salpimentarlos y añadirles los ingredientes anteriores, es decir el pollo, las cebollas y los champiñones cocinados y ya fríos.
Preparación del hojaldre.
■ El hojaldre congelado suele venir en piezas rectangulares sin estirar, o en rollos estirados, ambos de 1/4 de kilo de peso. Vamos a usar 2 de éstas láminas estiradas, una para la parte de abajo y otra para la parte superior del pastel.
■ Si hace falta por sus medidas, estirarlas más hasta que queden un poquito más grandes que la placa de pastelería que vayamos a usar.
■ Colocar sobre esta placa una lámina de silicona, si se tiene. De lo contrario mojarla con agua y poner encima una de las láminas de hojaldre ajustándola bien por todas partes y dejando que sobren 2 cm por los cuatro lados.
■ Meter esta placa ya forrada de hojaldre en el congelador para que esté muy fría, y al mismo tiempo precalentar el horno a 190º C si vamos a trabajar con turbo o aire caliente envolvente.
Preparación y horneado del pastel.
■ Cuando el horno esté ya caliente, sacar la placa de pastelería del congelador y volcar todo el relleno frío sobre el hojaldre.
■ Cubrir con la otra lámina de hojaldre ya estirada, pegarla bien a la de abajo haciendo como una especie de dobladillo con los dedos mojados con agua fría.
■ Si nos quedan recortes de hojaldre, usarlos para hacer por encima algún tipo de adorno, tiras, hojas… Abrir también, en el centro, un pequeño agujero que es lo que se llama «chimenea», para que el vapor del pastel se escape por ahí.
■ Espolvorear generosamente la superficie del pastel, primero con canela molida, y después con azúcar glas.
■ Si trabajamos con turbo, es decir con aire envolvente, hornearemos el pastel a 190º C entre 10 o 15 minutos, dependiendo de los hornos.
■ Cuando esté ligeramente dorado, bajar la temperatura a 180ºC para que se termine de cocer el hojaldre, y seguir horneando hasta comprobar, pinchando con una aguja, que está hecho. Podemos tardar otros 10 o 15 minutos.
■ No hay que dejar que el pastel se queme, pero el hojaldre tiene que estar bien cocido.
Presentación del pastel.
■ Cuando el pastel esté bien cocido sacarlo del horno y desmoldarlo con cuidado para que no se rompa.
■ Si hemos recubierto la placa de pastelería con una lámina de silicona esta operación es muy fácil porque el pastel no se pega por ningún sitio. Al revés, se desprende con toda facilidad.
■ Si habíamos mojado la placa de pastelería con agua, pasar una espátula por todos los bordes del pastel y desmoldarlo.
■ Servirlo caliente en una fuente recubierta con una blonda de papel.
Ana dice
¡Fantástico! Tengo un kebab al lado de casa en el que aparte del típico y nada sano menú normal de los kebab, ofrecen algunos platos de cocina marroquí muy buenos, entre los que está esta pastela, que es lo que me suelo pedir cuando comemos allí, porque ciertamente está buenísimo.Aparte de apuntarme la receta completa para elaborarla en momentos en que disponga más tiempo, probaré a ver qué tal queda sólo la parte del relleno para la comida diaria, para salir del «típico» pollo guisado en mis menús semanales suelo alternar con un guiso de verduras con pollo al curry cocinado con leche de coco, que es un plato completo que va muy bien para llevar en tupper al trabajo, esta podría ser otra variación para incluir en los menús semanales, haciendo bien las tiras de pollo y añadiendo al final canela al guiso para que coja un ligero sabor dulce (del azúcar pasaría).
Paz dice
¿Es mejor hacerlo con hojaldre congelado? Yo uso el refrigerado.Un saludo. Gracias por tus recetas y consejos.
Cristina Galiano dice
Te da igual, siempre que el refrigerado esté «fresco» y haya permanecido siempre en la nevera. 🙂 🙂