Los que ya me seguís en mis libros, y antes en mis cursos, sabéis que llevo años denunciando las grasas trans, cuya existencia muchos desconocen, ni saben ni tienen por qué saber los efectos tan perjudiciales que producen en nuestro organismo.
Curiosamente suelen estar presentes en todos aquellos productos alimenticios que compramos en el mercado que en su composición declaran que llevan aceite o grasa vegetal sin especificar y que siempre se han señalado como responsables del aumento de peso de la población. Cuando esto sucede se trata de aceite de coco, palma o palmiste que, efectivamente, son grasas vegetales con lo que los fabricantes no faltan a la verdad.
Las grasas trans se forman cuando estos “aceites vegetales” se procesan o se transforman en más sólidos o en líquidos más estables, es decir cuando se hidrogenan parcial o totalmente. Pero dan muy buenos resultados en los alimentos industriales porque, paradójicamente:
1. Éstos se mantienen frescos durante más tiempo,
2. No se enrancian,
3. No aparecen grasientos
4. Y son más apetitosos al paladar.
Se encuentran un poco por todas partes, en ciertas patatas prefritas, en muchos aperitivos que se han frito u horneado, en varias salsas, snaks, pizzas, hamburguesas, panes de molde y colines o «picos», platos preparados, en la inmensa bollería industrial… y ¡hasta en los helados de buenas marcas!
Los niños españoles son los que tienen niveles más elevados de colesterol de toda Europa, entre otros motivos por la cantidad de “chucherías” que toman diariamente y en las que están presentes.
Entre los alimentos comerciales que tienen bastante grasa trans están las palomitas que se adquieren en sobres preparados para introducir directamente en el microondas. Son un verdadero veneno pues un paquete de palomitas puede tener la cantidad de grasa trans recomendada como máxima para toda una semana. En otro post os daré la receta, fácil, rápida y limpia de elaborar palomitas saludables.
Su consumo está extendido por todo el mundo, aunque en países como Estados Unidos hasta los restaurantes y los establecimientos de Fast food deben ya declarar la cantidad de grasas trans que llevan todos sus productos. El consumo máximo de estas grasas debería ser de 3 gramos diarios, y no de 6 como se cifra en la actualidad, y en Dinamarca el límite es de un 2%.
Frente a la industria que tiene varias buenas razones para defenderlas como ya hemos visto y, además, son muy baratas, los consumidores tienen cinco razones poderosas para no ingerirlas.
1. Aumentan los niveles de colesterol malo
2. Reducen los niveles del bueno
3. Suben la cifra de triglicéridos
4. Promueven la inflamación de las arterias y
5. Perturban el endotelio arterial y por estos dos últimos efectos aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular
El colectivo más vulnerable a estas grasas trans son los que ya padecen enfermedades cardiovasculares, los fumadores, los que padecen sobrepeso, tienen la tensión alta o llevan hábitos sedentarios, es decir una gran parte de nuestra sociedad.
Estudios recientes de la Universidad de Harvard revelan que el consumo de grasas trans eleva el riesgo de enfermedades cardiovasculares en casi un 30% y es motivo en E.E.U.U. de 80.000 muertes prematuras anuales. Los expertos de dicha Universidad las calificaron como “el mayor desastre de la industria alimentaria de la historia”.
La revista médica British Medical Journal apunta que si se eliminaran estas grasas trans de la dieta mejoraría considerablemente la salud cardiovascular de los individuos y se salvarían muchas vidas.
Por ello es aconsejable leerse siempre las etiquetas, aunque a veces hace falta mucha paciencia y una lupa, y no adquirir ningún producto que no especifique la grasa vegetal que lleve, oliva o girasol, o que declare aceites hidrogenados o parcialmente hidrogenados. Si el consumidor español se vuelve más exigente, y las rechaza, la industria alimentaria intentará eliminarlas.
Según el cardiólogo catalán Valentín Fuster, director del Instituto Cardiovascular del Hospital Mount Sinaí de Nueva York, los platos preparados del fast food o comida rápida ni siquiera tomados con moderación pueden considerarse saludables por su contenido en estas grasas trans tan dañinas, que además de engordar producen más enfermedades cardiovasculares que las grasas saturadas de origen animal.
Sin embargo, en España lo mismo que en el resto de la Unión Europea, todavía hay un vacío legal en el etiquetado de grasas trans. No existe una ley que obligue a especificar en la etiqueta el contenido ni la cantidad de grasas trans utilizadas en la elaboración industrial de alimentos, aunque lo están estudiando. Deberían legislarlo lo antes posible dado los efectos tan nefastos que están produciendo.
Aunque también hay que decir que algunas empresas alimentarias se están esforzando por eliminarlas, o por lo menos disminuir su cantidad.
Al consumidor, de momento, solo nos queda estar bien informados, ser «exigentes y rechazarlas al máximo posible.
Hola Cristina, me gustaría saber si entre estas grasas malas estan las margarinas, pues según creo también son grasas hidrogenadas, y claro como durante tantos años nos ha venido vendiendo que era mucho mejor para nuestra salud utilizar margarinas, uno ya no sabe ni que creer, me parece preocupante la cantidad de porquerías que tomamos, saber que algo tan cotidiano como es el pan de molde que utilizamos en casi todos los hogares, yo demás hace algún tiempo dejé de comprar pan del día por tema de diabetes, porque mi marido se comía casi una barra de pan el solito, y cundo le dijeron que tenía azucar dejé de comprar pan y ahora toma pan de molde de este que viene tostado y resulta que después de leer este artículo que es mucho más perjudicial.
Me gustaria leer las etiquetas, pero es algo imposible, la letra es tan pequeña que ni con gafas se pueden leer, pero en las pocas que se puede llevas toda la razón, no especifican que tipo de grasas utilizan, entonces que nos queda, dejar de consumir galletas, pan de molde, cereales …. y tantas cosas, o hacemos como nuestras abuelas, nos las hacemos en casa, como siempre gracias por la información
MªAngeles, en la fabricación de las margarinas parece ser que se ha hecho un gran esfuerzo al hidrogenarlas para que no se crearan estas grasas trans. Pero, como a mí me gusta todo lo natural, prefiero la mantequilla, y por delante nuestro maravilloso oro líquido.
En cuanto al pan de tu marido, y para tí también, opta por pan integral, pan de cinco cereales, pan de centeno… que le van a ayudar a controlar sus niveles de glucosa.
Te aconsejo que te compres una lupa pequeña de bolsillo.¡Yo la llevo siempre! aunque mis gafas son estupendas. 🙂
Estoy un poco confundido. Las margarinas normalmente, como también dijiste tú, contienen una gran cantidad de grasas trans, ¿no? Que sepa yo, no hay formas de hidrogenar aceite sin que se formen grasas trans también…
En todos casos la margarina no es ninguna alternativa para la mantequilla. Un poco de aceite de oliva o nada sería mejor.
Siento contestarte con tanto retraso, pero con tantos comentarios a veces se me traspapela alguno.
En la fabricación de las margarinas se ha avanzado mucho, pero mi consejo es que si te gusta la mantequilla la uses de vez en cuando, es una grasa saturada pero natural, la grasa de la leche y para diario nuestro maravilloso oro líquido, con cuidado si de por medio hay kilos de más.
Gracias, muy interesatne información.
Gracias a tí, Eloy 🙂
Hola Cristina. Me encanta tu blog así como tus demás publicaciones. Tengo muchas ganas de que nos des la receta de las palomitas saludables, fáciles y rápidas y limpias, pues a mi hijo mayor y a mi marido les encanta hacer palomitas de esas de sobre los fines de semana.
Ya la tengo escrita pero no sé para cuando está programada. Tranquila porque vendrá. Ya verás como la de mañana también te gusta y si tu hijo no es demasiado mayor… él te puede ayudar 🙂
Después de leer este artículo tan interesante me fijo muchísimo más en todo lo que compro y además empiezo a adquirir nuevos alimentos especialmente en el desayuno que aunque no compro casi nada de bollerí industrial, porque prefiero hacer un bizcoho casero que me parece bastante más saludable y se tarda muy poquito tiempo en hacerlo, si es verdad que echo mano por las prisas de las mañanas de las galletas tipo maría en sus diferentes versiones, así que estoy empezando a tomar pan integral con un poquito de nuestro maravilloso oro líquido.
También me he fijado al hacer la compra en la publicidad que hace un conocido supermercado, ya se que no quieres que digamos marcas ni hagamos publicidad, solo menciono que su slogan es que la calidad no es cara, ellos anuncian algunas marcas libres de grasas trans,y otros alimentos libres de algunos tipos de conservantes, hasta ahora nunca me había fijado, así que como siempre gracias por tu valiosa información.
Enhorabuena, MªAngeles, vas por el buen camino para ser un consumidor exigente. La salud, y lo que le «metemos» a nuestro cuerpo es importantísimo. También hay ya galletas elaboradas con aceite de girasol. Búscalas 🙂
En otro buen super muy conocido (que empieza por M) hay un montón de bolleria, galletas,medias noches,pan de molde etc con aceite de girasol y su sabor es muy bueno, nada que envidiar a marcas conocidas de toda la vida con grasas no especificadas.
El que la bollería lleve aceite de girasol ya es una gran cosa, pero fíjate en su composición total para que solo lleve lo que tú le pondrías, huevos, harina, azúcar y poco más.
Si ya lleva otras cosas que tú no puedes comprar… podría no ser tan buena.
El sabor puede ser maravilloso, y seguro que lo es, pero puede llevar «cosas» que te hagan engordar, jarabe de glucosa y de fructosa, harinas demasiado blancas y desestructuradas…
Tienes razón Cristina no solo es la grasa lo que hay que tener en cuenta. Mi caso no es problema de engordar sino lo contrario peso menos de lo que debería de toda la vida. Mi problema es el colesterol y me gusta comer sano de siempre, pero encontrar bolleria y galletas solo con lo que yo le pondría es de lo más complicado siempre se cuela jarabe de glucosa o fructosa como tu dices y alguna cosilla mas.
Pues es cuestión Loly de que aprendas a hacer algún bizcocho casero, sano y rápido, como el bizcocho genovés y algunos más.
Y si estás delgada, ¡¡enhorabuena!!, aunque tengas el colesterol elevado, y podría ser de tipo genético, al estar delgada ya te quitas un factor de riesgo 🙂
Hola Cristina!!
Quería saber tu opinión acerca de los preparados para panificadora.
Yo utilizo uno que compro en el suoermercado alemán, te indico los ingredientes:
Harina de trigo, girasol y centeno, semillas de girasol, masa madre de centeno deshidratada, sal yodada, levadura seca, malta de cebada, gasificantes:glucono-delta-lactona, carbonato ácido de sodio; agente de tratamiento de la harina:ácido ascórbico.
Tengo mis dudas sobre los gasificantes, y la malta de cebada… No sé.
Si no es saludable, haré el pan integral añadiendo yo la levadura.
Me harías un gran favor, porque cada mañana desayuno un oar de buenas rebanadas, y a lo mejor nomes todo lo sano que parece….
Muchísimas gracias!!!
No los he usado nunca, pero en principio el pan no debe llevar grasa, a no ser que sea pan de molde que por eso tiene más calorías, algo en lo que la gente no se fija!
Si tu receta es buena y no lleva aceite, aunque sea más molesto, yo seguiría añadiendo la levadura.
Hola Cristina,
¿no sería más fácil hablar claro de las marcas y los alimentos que realmente se hacen bien, para que con la repercusión que tienes y el boca a boca se aumentarían las ventas de estos productos y los demás se pusieran las pilas?
Ya se que con este comentario no voy a arreglar el mundo pero me paso el tiempo que tengo libre leyendo este blog, aprendiendo y e intentando buscar cosas sanas que se vendan y puedan hacerte la vida más fácil al tener que comprarlas y no elaborarlas artesanalmente. Haces una lista y con la de tonterías que llegan al mail y mentiras sobre alimentos, eso da la vuelta al mundo en 24 horas :o).
Pues sí Montse, sería mucho más fácil, pero la industria alimentaria, desgraciadamente, cambia constantemente.
De hecho tengo preparada una chuleta, que no he podido terminar, para mandarla a los que me la pidan, pero siempre puntualizando que hoy, son buenos, mañana ?¿
En mis libros en papel yo ponía marcas, por ejemplo, un chocolate buenísimo que he usado durante años y años y que de repente dejó de fundir bien, con lo que las preparaciones como mi mousse de chocolate, o mi helado de chocolate ya no salían igual ni de lejos, salían pegajosas!
Hasta visité la fábrica y me juraron y perjuraron que no habían cambiado nada, cuando no era así.
Y continuamente, y claro que te roba tiempo, mucho tiempo, estoy dejando de comprar alimentos que he comprado siempre y que ahora, para que duren más y el supermercado no se los devuelva, los colman de aditivos.
Pero a mucha gente, quizás demasiada, con tal de que esté rico al paladar y sea barato…ya les vale!
Pues Cristina avísános de cuando tengas esa Chuleta terminada porque a mi me interesa. Gracias
Cuando la tenga terminada, os avisaré en un post, para que todo el que la quiera, la pida.
¡Es más trabajo para mi, pero de la industria alimentaria me fío cada día menos!
Desdeluego que ya les vale. La esperaremos pacientemente, porque será entonnces hasta que ellos quieran un diamante en bruto.
Mira Cristina, al final el tiempo da la razón, aunque tarde más de lo deseado. La rabia y la pregunta es… ¿Por qué siempre estamos a la cola? ¡Un saludo!http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2015-06-17/eeuu-prohibira-el-uso-de-grasas-trans-en-tres-anos-y-aqui-ni-aparecen-en-el-etiquetado_890016/
Pues tocaya, porque hemos sido durante demasiados años un país de «charanga y pandereta» como dijo Antonio Machado.
En Estados Unidos llevan ya 2-3 años siendo obligatorio declarar la cantidad de grasas trans hasta en los restaurantes y comidas rápidas!
Aquí, no es solo España, es que el resto de Europa, salvo Italia, no tiene nuestro maravilloso oro líquido y sigue usando los más baratos aunque sean perjudiciales. Pero como no comen tanto como nosotros, sus efectos negativos se notan menos.
Y los niños europeos no comen «chuches» a todas horas!