Los productos alimenticios envasados vienen cada día con más información al consumidor que debe leerse siempre las etiquetas aunque esto suponga la mayoría de las veces una heroicidad y un tiempo considerable porque casi siempre suelen venir en la parte menos visible del envase y en letra tan chiquitita que el que lleve gafas, a pesar de ellas, tiene que necesitar una lupa para descifrarlas.
¿Por qué será?
¿Será porque no les interesa que se lea y de esta manera el consumidor siga sin saber lo que adquiere?
¿Por qué se consiente?
Debemos ser consumidores exigentes y leernos todas las etiquetas por varias razones.
1. En primer lugar para saber realmente lo que vamos a ingerir, es decir todo lo que introducimos en nuestro organismo a lo largo de los días puesto que “somos lo que comemos”.
En muchos productos de la industria alimentaria, latas de todo tipo, salsas, bollería, platos preparados, pizzas, patatas prefritas, masas congeladas, helados de buenas marcas… os encontraréis con que no especifican el tipo de grasa que llevan y tan solo nos dicen que llevan “aceite o grasa vegetal”, o «aceite vegetal hidrogenado o parcialmente hidrogenado» que contendrá grasas trans.
2. Si se sabe más o menos las calorías que cada uno debe consumir al día, como en las etiquetas de estos productos industriales nos indican su poder energético, podremos saber la cantidad que debemos ingerir sin olvidar que si un producto es muy calórico habrá que tomar una pequeña cantidad y si es más ligero una mayor.
3. Algunos productos se anuncian como muy naturales, “elaborados como en casa”… y no pueden serlo sencillamente porque son procesados y llevan una serie de sustancias que os sonarán a “chino” y que desde luego no usamos en la cocina porque ni siquiera están a nuestro alcance, pero que la industria necesita forzosamente.
Sin embargo su sabor y aspecto pueden ser exquisitos porque suelen llevar mucha sal y saborizantes… y a muchos solo con esto ya les sobrará y quedarán enganchados a ellos, pero nunca habrá que olvidar que no son naturales, por mucho que los anuncien como tales, sino industriales.
4. Otros también “muy naturales”, si os leéis la composición… pueden llevar hasta 5 o 6 aditivos que se identifican con la letra E seguida de una numeración, ¡ incluso 7 en algunos helados! Por supuesto que están todos ellos autorizados, pero al llevar tantos podrán ser ¿sanos? pero desde luego nada naturales.
Hace años los pediatras aconsejaban que los niños antes de los 3 años no consumieran productos con más de 2 E. ¡Mirad todos los que llevan las “chucherías” y golosinas que toman muchos niños casi a diario y os quedaréis “petrificados”!
5. ¡ Podéis encontraros “proteínas de leche y de soja” en un chorizo, o dextrosa de maíz y leche en polvo en un jamón serrano envasado en lonchas, albúmina de huevo, fécula de patata, almidón, jarabe de glucosa y de fructosa … en multitud de fiambres que deberían llevar únicamente productos cárnicos y sus correspondientes conservantes!
¡Y en las cajas de quesitos en porciones, si son de marca conocida llevan 5 aditivos, pero si son de marca blanca 7!
¿Qué pintan en un codillo salmuerizado las “proteínas de soja” y la leche en polvo, o en una salsa de tomate almidón modificado, para espesar, y jarabe de glucosa y de fructosa además de su correspondiente azúcar, o en lonchas de jamón cocido o braseado o en lonchas de pavo, con una pinta espléndida, la dextrosa otra vez, derivados de leche y de soja, aroma de humo, y ¡¡¡ 5 aditivos más!!!, los E 325, 316, 451, 457, 250, 150d?
O para terminar, en los palitos de cangrejo que están hechos principalmente con una buena proteína de pescado, el abadejo concretamente, el surimi, pero que además llevan azúcar, almidón de maíz, almidón modificado de tapioca, clara de huevo, aceite de soja, sal fermentada de arroz y los E 4511, 45011, 4231, 170, 120 y 160 c. ¡No os estoy tomando el pelo, palabra, lo he copiado textualmente de unos palitos además de marca reconocida!
Seguro que los añaden porque consiguen mejor sabor, mejor presencia, una elaboración más rápida y rentable y un sinfín de cosas más que se me escapan, pero como se les añaden todas estas “cosas extrañas” que os acabo de citar y que dificultan la conservación del producto original… tienen que añadirles la cantidad de aditivos que os he puesto y que a la larga no pueden ser beneficiosos para nuestro organismo. ¿El aumento generalizado de peso en todos los países industrializados y hasta en los pobres cuando adquieren sus mismas costumbres y comen lo mismo que los ricos no tendrá algo que ver con todo esto?
Con todos los datos en la mano y sabiendo lo que cada aditamento es, cada uno elegirá lo que más le interese adquirir, pero siempre después de estar bien informado, que es lo más importante.
Muchos adolescentes no hacen una verdadera comida, matan el hambre con snacks y aperitivos que en el momento les sacian pero que al poco tiempo tienen que volver a consumir porque notan el estómago vacío, se inflan de refrescos quizás no calóricos pero nada sanos para su crecimiento y su salud, y se están tomando al cabo del día el doble o el triple de calorías de las que queman y por tanto necesitan. De ahí el sobrepeso que está empezando cada vez a edades más tempranas, y los tristísimos casos de anorexia o bulimia.
Sin embargo son ya muchos los jóvenes que a la hora de comprar escogen siempre los productos procesados con una información clara y con pocos aditivos que muchos califican de “porquerías” aunque realmente no lo son, son sustancias extrañas a nuestro organismo de las que actualmente se está abusando.
Solo os he puesto aquí como muestra la información de unos poquitos productos, pero si queréis saber más, mirad la composición de los panes de molde, de las salchichas que tanto gustan a los niños y que además están muy ricas, del beicon, de las pizzas industriales, de toda la bollería industrial, de las “chuches” y golosinas…y de todo lo que compráis. Después decidid.
Margarida dice
¡Que bien Cristina!. Siempre tan clara y directa. El post anterior me encantó. Ya había desistido de congelar croquetas por no romper «el ladrillo» posterior pero la verdad es que nos abres la mente de una forma muy sencilla. Gracias, como simpre.
Cristina Galiano dice
Gracias a tí Margarida. Me alegro de que te guste esta nueva etapa 🙂
maria jesus dice
Me encanta como va creciendo tu blog, todos los post muy interesantes, aprendo siempre algo. Sobre todo en cosas tan importantes como la salud a través de la alimentación. Gracias
Cristina Galiano dice
Pues a tí también María Jesús, muchas gracias 🙂
Antonia M. Moreno dice
El otro día, viendo un programa americano de dietas -supervisado por profesionales-, el monitor (les obligan a hacer ejercicio, que tan básico es) dijo una frase que conservaré para toda mi vida porque me parece muy muy razonable: Si está envasado no lo compres.
Esta frase se la decían al chico en cuestión en mitad del supermercado y en relación a la cantidad de aditivos que ponen en todos los productos. Lo mejor: comprar cosas frescas 🙂 Hoy, en mi compra semanal, sólo he comprado envasado el pan tostado…
Gracias Cristina…
Cristina Galiano dice
¡Enhorabuena Antonia por tu sabio comentario! Yo ni el pan tostado… porque he descubierto un pan de 5 cereales fantástico y bien horneado, en su punto justo de cochura y me lo tuesto yo en casa. 🙂
Pero muchos, muchísimos te dirán que no hay tiempo y que es tan cómodo «tirar de cosas envasadas.
Miriam dice
Hola Cristina!
En primer lugar, muchas gracias por tu blog; lo descubrí hace poco, y me está ayudando un montón. Aunque tengo casi 30 años soy un ama de casa bastante novata, y con la información que das creo que estoy mejorando día a día.
Respecto al tema del post, yo siempre miro y remiro los ingredientes y los valores nutricionales (mi chico se desespera, aunque empieza a hacerlo él) Y me encuentro que es casi imposible comprar algo que no tenga aditivos o que tenga muy pocos. ¿Cómo puedo hacerlo? Por ejemplo, puedo comprar el jamón york en una charcutería, pero igual tiene tantos aditivos o más que el envasado pero no me entero.
Gracias por adelantado, un abrazo!
Cristina Galiano dice
Miriam, me gustaría que leyeras el comentario de Antonia M.Moreno, justo encima del tuyo, en este mismo post, que es una lectora como tú a la que no conozco.
Puedes comprar el jamón de York!!!! además y precisamente el jamón de York, en una charcutería y dónde quieras. Yo hace muchísimos años que no lo compro, porque como os decía en el post le añaden tantas cosas que no son carne, almidón, dextrosa = azúcar, fécula… que para que no fermente y se estropee le tienen que añadir forzosamente todos esos aditivos. ¿Por qué se consiente? Porque las empresas alimentarias son muy poderosas, y a la administración solo le importa que no haya intoxicaciones… que los periodistas se encargan de airear y que hacen mucho «ruido». Y con los aditivos no las hay 🙂
María dice
Hola Cristina.
Podrías decirme si pueden ser sanas unas galletas de farmacia que llevan dextrosa, grasas vegetales, gasificantes (carbonato sódico y amónico), lactato ferroso y otros términos de este tipo en sus ingredientes? Me estoy quedando de piedra. Mejor el bizcocho de naranja de la th, verdad?
Cristina Galiano dice
Yo creo que no hay ninguna razón para que compres las galletas en la farmacia y desde luego nunca si llevan «grasas vegetales» y te remito a los posts que ya he escrito al respecto.
Ya hay cadenas de grandes supermercados que ofrecen galletas elaboradas con aceite de girasol buenas. ¡Pero no me la compares nunca con los bizcochos caseros, por favor! Conozco a mamás y papás que los hacen de 2 en 2 para aprovechar el consumo de energía y luego congelan 1 cortado ya en rodajas.
mª Ángeles dice
Hola Cristina, muchas veces me planteo que me puedo llevar al trabajo para comer a media mañana que no sea siempre fruta, para cambiar un poco, y que al mismo tiempo no sean los clásicos zumos envasados que no son zumos, o las barritas energéticas de las que también me fio muy poco, al final como aquí en el trabajo no dispongo de ningún frigorífico ultimamente he decidido que lo que mejor me viene es traerme un termo con un gazpacho ligerito, fuente de vitaminas, todo natural y además fresquito apetece siempre.
Yo como tú estoy harta de tanto potingue, pero realmente es cada vez más difícil ir al super, y cada vez se lleva más vender todo envasado, están desapareciendo los pocos mostradores en los que puedes pedir por ejemplo al carnicero que te prepare la pieza de carne que quieres llevar, y me han dicho gente que trabaja en algún supermercado que la carne envasada cuando pasa la fecha de caducidad la lavan y la vuelven a envasar con otra etiqueta, así que de quien nos fiamos.
Como siempre gracias por tu información
Cristina Galiano dice
Me gustaría MªAngeles que leyeras un poco más arriba el comentario que ha puesto Antonia.
Efectivamente, cada vez es más difícil comprar lo que uno quiere y de la manera que a cada uno le gusta. ¡Y por si fuera poco nos ha llegado la crisis que ha bajado la calidad de todo o de casi todo!
Aunque yo trabajo muchas horas, tengo la suerte de ser autónoma y de poder organizar mis compras. Así que todavía voy a un buen mercado de barrio, muy de tarde en tarde, en el cual compro todos los pescados frescos, las carnes y pollería.
El que hayan desaparecido los carniceros en las grandes superficies, y yo antes era allí dónde compraba, nunca los pescados, se debe a que ya muy pocos demandan este servicio. Los jóvenes no tenéis más remedio que simplificar, pero hay todavía muchas personas, y ahora más con el paro, que van a lo fácil y cómodo sin importarles nada más. Aunque hoy todo el mundo habla de nutrición, hay un desconocimiento total y absoluto sobre el tema.¡Si yo te contara!
En cuanto a la «carne lavada» de la que me hablas, compra en una gran superficie que no tiene por qué ser la más cara, y estoy segura de que no pueden hacer eso… porque se les caería el pelo. Además, por mucho que la laven, o le echan algo, que lo hay, para recuperar su bonito aspecto, pero que está totalmente prohibido, o se notaría. Por ello hay que comprar, lo que sea, con lupa y con los ojos bien abiertos. 🙂
Laura dice
Hola Cristina.
Intento no comprar alimentos que contengan aditivos tipo E, pero ¿pueden camuflarlos llamandoles de otra manera, y que no sea facil detectarlos?
¡qué dificil es hacer la compra si quieres que sea saludable!
Gracias, como siempre.
Cristina Galiano dice
Laura,léete el post de «Sin conservantes ni colorantes» publicado después de éste que os da más información.
Referente a lo que tú me preguntas, cuando llevan Es, como tú dices, no pueden camuflarlos, aunque es verdad que a veces llevan muy pequeña cantidad y se les «olvida» ponerlos. Por ejemplo las avellanas, dátiles, orejones…llevan anhídrido sulfuroso para que no se enmohezcan y no lo ponen, pero son casos raros.
En el post que te indico os he puesto algunos productos, pocos, que no llevan ninguún aditivo, por ejemplo el yogur natural, pero en cuanto tengan sabores éstos son artificiales y son Es,todos autorizados desde luego.
No te obsesiones tampoco. Hoy en la compra de alimentos mi consejo, como el de muchos médicos, es que «no se ahorre», es decir que si quieres comer queso, o jamón, o chorizo… comas un trocito pequeño pero que sea bueno. Todavía algunas marcas de éstos que te he citado no llevan Es… aunque las llevarán porque desgraciadamente la industria alimentaria y archimillonaria lo que quiere es que sus productos duren casi infinitamente, y eso es imposible. Pero puedes encontrar muchos procuctos sin E, salsas de tomate, meremladas… Ahora, yo en hacer una compra grande fijándome en lo que compro tardo más que en guisar con las técnicas modernas. Además,con la crisis han añadido «más cosas» y han bajado la calidad de muchos productos. La industria los necesita y tienen que estar ahí, pero en mi opinión se están curando en salud y están abusando de ellos.
Aunque te desmoralices… sigue mirando lo que compras y lo que comas. Si una gran parte de la población lo hiciera… otro gallo nos cantaría 🙂
Marta dice
Estupendo post Cristina!
Por mi problema con la fructosa me está tocando leerme todas las etiquetas de los productos (antes solo leía los aportes calóricos, de fibra y grasa) y al final he llegado a la conclusión que es casi imposible encontrar algo envasado que no lleve las sustancias prohibidas para mí o perjudiciales para los demás…
Así que viendo lo que vi y ahora este post, cada vez dan más ganas de hacerlo todo en casa…
Y a mi también me pasa lo del Jamón York! Con lo ue me gusta y hay que ver todo lo que lleva!
Cristina Galiano dice
El que menos «cosas» lleva es el jamón serrano loncheado… aunque desgraciadamente y desde haec un tiempo también lleva 🙂
Marta dice
El jamón serrano también??!!
Ale, otra etiqueta para leer!
Gracias!!
Cristina Galiano dice
No lo encontrarás, he hablado hasta con las empresas. Además le ponen dextrosa… que es también un azúcar.
Elena dice
Solo puntualizar que soy conocedora del sector de jamón cocido y, como en todo, hay productos muy malos y otros que no lo son tanto, con muchas menos «Es», porque son de mejor calidad (en general también de mayor precio..). El tema de que lleven fécula o no va en función de la calidad del producto.
Cristina, enhorabuena por el trabajo que haces!!
Cristina Galiano dice
Elena, si eres entendida en el tema… me comprenderás perfectamente. Hay productos que anuncian en las revistas, porque yo no veo la tele, que tienen una «pinta» de «comédme», y luego vas y los ves… ¡y vaya decepción! Y lo que nos faltaba es la crisis, porque en muchos productos de ha bajado considerablemente la calidad para vender más, lo cual en mi opinión es un gran error. Muchas gracias por tu comentario. 🙂
Elena dice
Cristina, desde luego que hay mucho «engaño» en el mercado, desde mi punto de vista demasiado, y desde luego que con la crisis han «aparecido» muchoa más productos de baja calidad. Lo que quería defender es que no todos los jamones cocidos tienen fécula, como alguna gente piensa, y no por el simple hecho de llevar «Es» son siempre mejores o peores… Hay de todo, como en todas partes… Muy bien hechos y muy mal hechos…
Un saludo.
Cristina Galiano dice
Efectivamente Elena hay de todo, pero para empezar muchos jamones de los que envasan en los grandes centros comerciales… no especifican nada o casi nada y con la crisis esto se ha acrecentado. Acabo de comprar un frasco de miel, con marca blanca y sin especificar nada me parece que 1 euro. La misma cantidad de marca, con toda clase de información nutricional = 3. ¿Cómo es posible? Habrá mucha gente que no puede pero la salud y la enfermedad… entrar por la boca y mucha gente está comprando productos de muy mala calidad, que los hay.
Yo todavía compro chorizo sin Es, como tú dices, porque si lo hacen bien no los necesitan, pero ¿Por cuánto tiempo? 🙂
Oscar dice
Querría que me dieras tu opinión sobre el almidón de maíz modificado. He podido leer que puede ser una de las claves del progresivo aumento de peso de la sociedad industrial, ya que puede estar relacionado este incremento con la aparición de este producto en la alimentación desde los años 70.
Salu2
Cristina Galiano dice
Pues tienes toda la razón Oscar, por ahí van los tiros. El jarabe de glucosa y fructosa que se saca precisamente del maíz, está apareciendo un poco por todas partes, hasta en las mermeladas… Me niego a consumir productos que lo lleven. Muchas gracias por tu comentario que enriquece a todos los lectores 🙂
Oscar dice
Sería muy importante que con tus conocimientos desde el punto de vista de la nutrición se hiciera un monográfico de los riesgos que lleva implícito el hecho que en la gran mayoría de productos que existen hoy por hoy, estén utilizando esta auténtica bomba de relojería. Como todo artículo, habría que indicar los beneficios (económicos únicamente para la empresa, así como aglutinante), pero no compensa los posibles perjuicios a nivel metabólico.
Gracias de antemano y, si es posible, valora la propuesta.
Cristina Galiano dice
Oscar, lo siento, pero no entiendo bien tu comentario. ¿A qué bomba de relojería te refieres? 🙂
Rafa dice
Hola Cristina, me ha cautivado tu post. Hace tiempo que estoy sensibilizado con el tema de los aditivos, y tal como dices, no entiendo qué pintan determinadas substancias en muchos de los alimentos que comemos. Hay uno en concreto que me tiene con la mosca detrás de la oreja, y es el potenciador del sabor, glutamato monosódico o E-621 (ne sé si tiene algún otro alias). He leído cosas preocupantes sobre él, que algunos consideran una excitotoxina, y está omnipresente en casi todos los productos envasados. Es difícil encontrar un embutido envasado que no lo lleve o cualquier producto de sobre, incluso en las bolsas de patatas fritas, triángulos de maíz, gusanitos, etc. con sabores que se comen mis hijos, y que intento que no consuman pero a veces es imposible.
La verdad es que cuando voy al súper paso horas para hacer la compra leyendo todas las etiquetas. Mi mujer se desespera y piensa que estoy loco, pero me preocupa mucho lo que echo al carro de la compra, sobre todo teniendo niños en casa.
Cristina Galiano dice
Pues Rafa, el tema de los aditivos no ha hecho más que empezar porque la industria alimentaria es muy poderosa y consigue lo que quiere.
A partir de ahora, como muchos ya saben que E = aditivo, le van a quitar el E, ya se lo están quitando, y pondrá en su lugar saborizante o potenciador del sabor, modificador del ph, emulsionante, espesante… todos ellos aditivos por supuesto, autorizados pero aditivos.
Peor aun, ya no tienen que especificar ni siquiera lo que llevan, con que te pongan la información nutricional es suficiente, con lo que ya no aparece «grasa o aceite vegetal» sino «grasas» o «grasas saturadas» y aquí están incluidas desde la manteca de cerdo hasta la grasa de pollo, aceite o grasa de palma, de coco… ¡¡Y la gente no tiene por qué saber a qué corresponden todas estas artimañas!!
Yo hasta ahora he aconsejado un caldo que parecía natural, pero nunca más porque han cambiado el etiquetado y ya solo ponen «grasa».
Pero al consumidor en general le importa muy poco, solo quiere que esté rico y sea barato. Lo tienes bien cerca, tu misma mujer te dice que estás loco.
Yo he dejado de comer muchas cosas pues me niego a que un embutido lleve proteína de soja, albúmina de huevo, espesantes de todo tipo…
Mi consejo si lo quieres, procura dar a tus hijos los menos productos envasados que lleven muchas cosas añadidas. Ya sé que es muy difícil porque el entorno no ayuda.
¡¡Busca unas galletas que no lleven aceite o grasa vegetal… y luego me cuentas!!
Alicia dice
Buenas noches Cristina Galiano,
he encontrado su blog por pura casualidad al buscar en google sobre el almidon de tapioca y de repente me ha salido su blog. Adoro todo lo relacionado con la nutrición y su blog ha sido un grato descubrimiento. Directamente me he leido no se cuantos artículos que ha publicado y seguiré hasta leerlos todos. Me encanta su blog, creo que es de los mejores! Ojalá todos fueran como el suyo y como usted ya que no es cualquiera hablando de salud y nutrición, como muchos hacen sin tener ni idea.
Al buscar sobre el almidón de tapioca y no encontrar nada, me gustaría preguntarle si es un almidón bueno o no para el organismo. Me he comprado leche de almendras biologica marca Ecomil y su composición es la leche de almendras, agua, aroma natural de almendra y almidón de tapioca. Nunca he oido hablar sobre este, cree usted que es un buen ingrediente? O es procesado y por lo tanto no aporta nada y engorda? Tengo miedo de que sea una harina refinada y por lo tanto que conlleve sus consecuencias..
De nuevo darle mi enhorabuena de corazón, me he aficionado completamente a su blog!!
Cristina Galiano dice
Es un almidón muy «modificado», y por tanto muy desestructurado, es decir que se absorbe rápidamente por el organismo, aunque es ideal para niños y personas muy mayores.
Como tú bien dices es una harina muy refinada, y la leche de almendras tiene el triple de calorías que la de vaca desnatada…, así que tú misma!!
maria dice
Cristina te felicito por tu post
Desde que te enconte voy mas segura
Leo mucho maS las etiquetas pEro lo
Que pone hay muchas cosas que no tengo ni
IdeA. Lo que ponen en las eiqueta palabras
Raras tengo que aprender y seguirte pues me
Encanta todos tus post un saludo
Cristina Galiano dice
Todo lo que lleve «cosas» añadidas que no entiendas, deséchalo. Los productos industrializados o muy procesados están llenos!
Flori dice
Hola Cristina, te sigo desde hace unos meses y me interesa mucho el tema de los conservantes y aditivos, por eso buscando un pan de molde que no tuviera tantas E he encontrado uno de la marca de toda la vida que empieza por B que no lleva ninguna E, te pongo los ingredientes por si interesa a alguna persona y a ti naturalmente, harina de trigo, agua, levadura, aceite de oliva, sal, harina de centeno, harina de soja, microorganismos naturales, un saludo
Cristina Galiano dice
Ya lo sabía Flori, pero lleva grasa, buena pero grasa, y es mucho más sano, con más fibra y con un Índice Glucémico mucho más bajo el pan de barra integral, y todavía mejor el de cinco cereales y semillas por fuera.
De todas maneras gracias 🙂
Beatriz dice
Muy buenas recomendaciones, Cristina.
El problema en cuestión de aditivos es que los consumidores de a pie no tenemos por qué saber a qué corresponde cada E. Por ejemplo, no tiene nada que ver el E-100ii (cúrcuma), que usamos también en casa como colorante para arroces y demás y es inocuo (al menos para dosis normales), con el E-621 (glutamato monosódico) por ejemplo. A veces nos llega información alarmista de determinados aditivos. Hace años circulaba por ahí una lista en la que por ejemplo se tachaba el E-330 de peligrosísimo, cancerígeno decían, y cuando descubrí que era ácido cítrico, me partía de risa, mira que si tenemos que dejar de tomar cítricos con lo buenos y sanos que son…
Yo me suelo guiar por información en internet, como la que se ofrece en http://www.aditivos-alimentarios.com/, sin embargo no es una lista completa y puede que tampoco sea fiable al 100%.
¿Existe una buena referencia accesible y comprensible para los consumidores sin conocimiento experto en cuestiones alimentarias o químicas? El problema es que hoy en día es tanta la información que nos llega, que a menudo es difícil discernir cuál es realmente válida y cuáles son patrañas.
Yo también soy de los de la lupa en el supermercado, y por lo menos me sirve para evitar grasas poco saludables y alguna otra cosa perjudicial que conozco, pero echo en falta una guía más completa.
No he encontrado esto en otros posts ni en tus ebooks, aunque puede que se me haya pasado por alto. Si me puedes dirigir a algún sitio donde encontrar esta información te lo agradezco mucho.
Un saludo y ¡gracias por estar ahí!
Cristina Galiano dice
El enlace que me mandas tampoco es fiable Beatriz, porque hay muchísimos más, y porque en esa página hay demasiados anuncios… luego muchos intereses creados.
Todo lo que hay ahora mismo disponible es farragoso e incomprensible para el ciudadano de a pie, y siento no poder ayudarte.
Yo tengo unas de hace años, impresas, sé que las saqué de un algun sitio oficial, pero ya no me acuerdo.
Además muchos aparecen o desaparecen a medida que se les va encontrando efectos secundarios.
Si eres capaz de leerte todo esto, adelante… yo paso.
http://aesan.msssi.gob.es/AESAN/web/cadena_alimentaria/detalle/aditivos.shtml
Con el nuevo etiquetado, que en teoría ha empezado a funcionar en enero de este año, todavía os vais a enterar menos, pues solo es obligatoria la composicíon enérgetica, lamentable!
pasmarin dice
Y las latas de Mamia sin conservantes ni colorantes:cocido de garbanzos, habichuelas y lentejas?, porque yo las consumo desde hace mucho años.
Y que me dice de los aditivos aprobados por la UE?
hacia tiempo que no comia pan, porque hay que ver la de aditivos que conlleva todo el pan que se fabrica; pero aparecio hace poco un pan de fibra verde, que lleva como aditivos, (segun aparece etiquetado), E300 (inofensivo), y E471, este pan es muy efectivo como laxante.
y esto es todo por hoy.
gracias por la atencion
saludos cordiales
María dice
Todod los años compraba un turrón buenísimo y carísimo que me traían de Alicante, todo artesanal…. hasta que en una de sus varieddaes he encontrado hoy jarabe de glucosa!!!Ahora mismo me dispongo a escribir a la fábrica para expresarles mi indignación.
Cristina Galiano dice
Te contarán «milongas» como me las han contado a mí.
Los dulces de navidad son los que más me gustan, y ahora solo como turrón del duro que solo lleva lo que debe!
El blando, el de yema, el «pan de Cadiz», que me encantaba… todo está plagado de aditivos y «cosas raras» y, además en todas las marcas.
El mazapán, cuando puedo, me lo hago yo! ¡Qué pena!
María dice
Cristina, en este caso era únicamente el duro el que llevaba jarabe de glucosa, el resto TODO natural y artesanal Me han explicado que en el duro es el en que usan únicamente jarabe de glucosa en muy poca cantidad y lo sacan del trigo y la patata,nunca del maiz. Les ayuda a estabilizar la sacarosa y a que no quede tan pringoso De cada 68 kg 1 Kg es de este jarabe de glucosa y 10 kg son de miel de romero y azahar. La verdad es que me han dado todo tipo de explicaciones y hasta me han invitado a visitarles para ver su elaboración de primera mano!
Cristina Galiano dice
Pues yo miré todas las marcas que había, entre ellas la que he comprado siempre y que era estupenda, y ya no lo es, y solo he podido comprar el duro del Almendro que es el único que lleva azúcar y miel.
¡¡Y me da igual que no lo saquen del maíz, al final es jarabe de glucosa y fructosa con los mismos efectos!!
Tulio Pizano dice
Estoy totalmente de acuerdo con este artículo, las grandes multinacionales en compañía de las autoridades que permiten el uso de todas estas sustancias, están envenenando a la humanidad. Hay que decir BASTA YA !.
Cristina Galiano dice
Pero tenemos que ser muchos para que nos oigan…, y más del 90% no se lee las etiquetas, les da igual!
EVA dice
Hola Cristina, leyendo tus libros de recetas , hay una muy apetecible de aguacates rellenos de palito de cangrejo o gambas, me ha extrañado, porque sin haberte leído nada al respecto, era una de las cosas junto con la pechuga de pavo que me había propuesto eliminar de mi alimentación. Puede ser como todo, que de vez en cuando… porque también es verdad, que no se sabe ya que comprar. GRACIAS
Cristina Galiano dice
¡¡No los uses, es un clásico producto procesado que, partiendo de una buena proteína como la carne de un pescado, el abadejo, lo han transformado en «algo» que lleva de todo!!!
Aglutinantes o gelificantes,harinas, clara de huevo, proteína de soja, polisacáridos de algas, gomas, polifosfatos, potenciadores del sabor como el glutamato monosódico, aromas, correctores de la acidez o conservantes…, y hasta aceites vegetales.
Lo que pasa, desgraciadamente, es que a miles de personas les «encantan»!
Haz estos mismos aguacates con gambas o, si las encuentras, con patas congeladas de cangrejo. Y si te da el presupuesto, con carne auténtica de cangrejo, en lata, como el «Chatka».
Yo… ni verlos!!!
Juan dice
Respecto a las etiquetas, tengo una duda y, por más que investigo, no la
logro resolver: sus tablas de macronutrientes y calorías por 100 gr. de
producto, ¿se refieren a 100 gr. respecto al peso neto o al escurrido?
En un bote de alubias la diferencia entre ambos pesos puede ser de más
de un 25%.