«Bolsa calcetín” para guardar las bolsas de plástico.
■ Aunque cada vez es más difícil acumular bolsas de plástico, con la excusa de que contaminan demasiado, la realidad es que se siguen necesitando, nos guste o no. En muchos establecimientos ya están siendo sustituidas por las de papel, que no son tan prácticas porque se rompen y se pueden mojar, quedando inservibles.
■ A menudo, las que se encuentran sin coste en los supermercados, para introducir en ellas las frutas o verduras que se van a pesar, son tan debiluchas que se rompen con mirarlas y se requiere utilizar varias unidades en vez de una, estando lejos de contaminar menos… Para colmo, no es que no haya disponibles ya bolsas sino que ahora tienes que pagar por ellas cuando hace algunos años eran gratuitas, ¡siempre afectando al bolsillo del consumidor!
■ El objetivo de minimizar la utilización de bolsas de plástico de manera inútil, por supuesto que es bueno, pero la realidad es que siguen siendo imprescindibles y, por tanto, hay que hacer un uso responsable. Para evitar contaminar, es fundamental, reutilizarlas y, para ello, guardar todas las que almacenéis de grandes superficies, supermercados, tiendas… Para ello, es muy cómodo tener esta «bolsa calcetín», que básicamente consiste en una bolsa alargada de tela abierta por los dos extremos, superior e inferior, pero con una goma o frunce en la parte de abajo para que se pueda introducir las bolsas a guardar por arriba y éstas no se salgan por el otro lado, salvo cuando tiremos para sacar la que necesitemos.
■ Guardándolas de una en una, generalmente por la parte superior, al sacarlas por debajo, también saldrán de una en una y las tendremos siempre ordenadas ya que en un cajón o armario de la cocina, además de incordiar mucho, siempre se desordenan.
■ Así, antes de tirarlas, podréis utilizarlas de nuevo para la basura, por ejemplo y tenerlas siempre ordenadas. Hoy todo lo podéis encontrar en Internet, buscando por soportes, organizadores o guarda bolsas.
■ Hay quien se toma la molestia de doblarlas transversalmente, primero, y después, de nuevo, hasta obtener un «paquetito» de bolsa. Así se economiza el espacio, desde luego, pero se invierte bastante tiempo, muy valioso hoy en día.
■ Se pueden encontrar numerosas variaciones de esta idea aunque, personalmente, me gustan más las de tela por considerarlas más estéticas y que se pueden colgar en cualquier sitio, como en perchitas de plástico que se pegan en los azulejos o armarios de la cocina, detrás de la puerta,… puesto que apenas pesan.
■ Para los que seáis más mañosos o dispongáis de tiempo y ganas, podéis animaros a elaborarlas vosotros mismos, eligiendo la tela con el color o estampado que más os guste.
■ Otros modelos que se encuentran son de plástico rígido o a modo de rejillas que dejan ver el interior, que tampoco es especialmente bonito.
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