Si os interesa tan solo un poquito vuestra salud, dos cosas son fundamentales y totalmente imprescindibles: alimentarse de una manera sana y hacer algún tipo de ejercicio, en definitiva tener un estilo de vida saludable.
Muchos estáis pensando que ambas cosas son una quimera, que es imposible, que no hay tiempo ni para aprender, ni para dejar de ser sedentarios, y sin embargo cada día se están descubriendo más y más enfermedades que se pueden prevenir teniendo en cuenta estas dos prioridades.
Os puedo asegurar, y muchos médicos no son tan categóricos a la hora de decirlo porque entre otras cosas no es políticamente correcto, que el ejercicio y la alimentación van inexorablemente unidos, se quiera ver o no. Aunque nuestra alimentación sea correctísima, si no se realiza al mismo tiempo algún tipo de ejercicio, en cuanto se pase la primera juventud empezarán a surgir problemas más o menos importantes, y si se es deportista pero no se sabe comer, también empezarán muy pronto “las goteras». Por ello todos los buenos deportistas saben alimentarse correctamente.
Para alimentarse bien hay que saber realmente cómo hacerlo, qué es lo que debemos comer y en qué cantidad, algo que nadie hasta ahora nos ha enseñado. Solo hemos aprendido, en líneas generales, a tener modales en la mesa.
Consiste en hacer lo que se llama una dieta lo más variada y equilibrada posible. Como la palabra dieta me horroriza, yo diría que alimentarse bien es comer de todo, pero en las cantidades adecuadas, es decir toda clase de hortalizas, verduras y frutas, fuentes de vitaminas y minerales, proteínas animales, carnes, pescados, mariscos y huevos, proteínas vegetales que se absorben algo peor, legumbres y cereales, frutos secos, y grasas preferentemente aceite de oliva virgen extra vehículo de las vitaminas liposolubles y de ciertos antioxidantes como sus polifenoles y el selenio.
Los hidratos de carbono de absorción rápida como los dulces y bollería, sobre todo la industrial, deben tomarse solo de vez en cuando, por puro placer y cuando estén elaborados con nuestro aceite de oliva, algo todavía difícil de encontrar.
Si al niño desde el año no se le ofrecen golosinas, ni piruletas y demás snaks, tan ricos al paladar pero tan malos en general para la obesidad y para las caries si se trata de “chuches” dulces, tanto mejor. Ya las conocerá y probará cuando sea mayor, y cuanto más tarde mejor y solo de vez en cuando. Sin embargo hoy en muchos comercios en los que se entra con un bebé-niño de pocos años y ¡hasta en las farmacias!, lo primero que se les ofrece es una golosina.
Y si ve poca televisión tanto mejor. Un estudio científico que se hizo hace muy pocos años en Gran Bretaña aconsejaba que los niños menores de tres años no vieran la televisión, ni siquiera los múltiples CDs y programas producidos especialmente para ellos. No es bueno para su desarrollo psíquico ni para su vista. ¡Pero es un recurso tan bueno para los padres… para que se callen y se queden como embobados, absortos!
El presidente de la Sociedad Española de Pediatría ha comentado en varias ocasiones que tanto el chupete como la televisión son “necesidades” que se crean los padres para su comodidad y tranquilidad. Un niño que se cría bien no necesita para nada la tele, ya que hace cincuenta años ni siquiera existía, y el chupete es bueno cuando está muy inquieto porque sufre los clásicos cólicos del lactante, o en la época de la dentición cuando el chupar a todas horas le alivia el dolor tan fuerte que puede sentir.
En cuanto le hayan salido todos los dientes, debe retirárselo ya que éstos pueden torcerse de tanto chupar. Pero si se le acostumbra desde recién nacido, y se le mete en la boca en cuanto protesta un poco, no podrá prescindir más tarde de él, y por ello todavía se ven por las calles niños con 3 y 4 años, andando como jabatos y con el chupete en la boca.
En uno de los últimos congresos de pediatría en Sidney, se llegó a la conclusión de que estas nuevas generaciones pueden ser las primeras en la historia de la humanidad en tener una esperanza de vida inferior a la de sus padres.
Esteban Jódar, jefe de Endocrinología y Nutrición del hospital Quirón de Madrid, dice que tenemos los adolescentes más obesos de Europa. Dentro de pocos años un porcentaje muy relevante de jóvenes y adultos tendrán diabetes tipo 2, hipertensión, hipercolesterolemia, problemas cardiovasculares, lo que se denomina síndrome metabólico, y se perderán años de esperanza de vida.
En la actualidad muchos jóvenes comen solo cuatro cosas, y si no cambian de hábitos y aprenden a comer, algo que tarde o temprano se enseñará desde la primera infancia en cuanto el niño empieza a tomar de todo, el futuro que les espera será tenebroso, a menos que se invente alguna “píldora maravillosa” que contrarreste de una tacada todos los daños, que son numerosos, producidos por una mala alimentación durante muchos años.
Los muy jóvenes pensarán que ya se ocuparan de su salud y de su estilo de vida más adelante, y los de una cierta edad pensarán que “total ya…”, pero el Dr. Valentín Fuster en su libro “La Ciencia de la Salud” nos dice “Nunca es demasiado tarde para cuidarse y nunca demasiado pronto”.
Según las últimas estadísticas España es uno de los países más longevos de Europa, pero se asegura que viviremos más pero peor, plurimedicados y con múltiples achaques crónicos. ¡Nos han alargado la vida, pero no nos han añadido calidad a esos años de vida!
Me encantan tus artículos. Este en especial por que a mi parecer tienes razón en todos los puntos. Mi caso es una combinación de mala alimentación y sedentarismo. Pero en tres meses, con ejercicio suave y mejorando la varidad de las comidas he llegado a perder 9 kilos sin ansiedad. Mantengo mi peso y ahora voy a por los 5 más que me sobran. Sin prisa pero sin pausa. Gracias por tus palabras. Un saludo,
Gracias Paula por tu comentario que me gustaría leyera mucha gente, porque para adelgazar, o no engordar y mantenerse en forma de una manera saludable solo hay un camino que es el que tú has seguido, cambiar de estilo de vida, saber alimentarse y «quemar» es decir ejercicio. 🙂
Hola Cristina me encanta tu nueva página. Gracias a tus libros aprendí a cocinar utilizando la olla rápida y ahora la thermomix. Los tengo todos y son una herramienta indispensable para mí. Un saludo
Alice, muchas gracias, me alegro 🙂
Hola Cristina, me gustan muchos tus consejos y suelo ponerlos en la practica y sobre todo con Rubén(SPW) Me compre la olla y la uso mucho, se ahorra sobre todo tiempo y la comida, buenisima. Me gustaria q m dijeras alguna receta sana, y para los niños sobretodo. Un saludo.
Elena, gracias por seguirme después de tanto tiempo. Ya vendrán recetas para todos, tiempo al tiempo. Para empezar creo, porque tengo ya muchas programadas, que la semana que viene vendrá una salsa de tomate baja en calorías, y apta para diabéticos y celíacos.¡Y en 10 minutos!
Un abrazo y recuerdo para todos. 🙂
Que buenos consejos nos das!!!! Como dice Alice, yo aprendi mucho de cocina por tus libros y cuando salias en Canal Cocina. Me compré la olla super-rápida, el thermomix y aprendi que el microondas no sirve solo para calentar.
Respecto al articulo de hoy, aunque tarde he aprendido a comer, solo me salta hacer algo más de ejercicio, pero esto está hecho.
Muchas gracias por todo. Un abrazo.
Ya verás como también aprenderás aquí muchas cosas. De eso se trata.¡ Nunca es tade para aprender! Además, así se ejercitan las neuronas.
Muchas gracias MªCarmen 🙂
Otro artículo que me encanta. dices verdades como puños. Yo he sido madre hace poco tiempo de una pareja de mellizos y la gente que los ve se escandaliza cuando los ve sin chupes, » que los relaja mucho»,…. mis niños no han probado chupe, no saben lo que es y para calmarlos estan sus padres, no un instrumento tonto de goma del que no sacan nada y deforma el paladar. Hay muchos estereotipos en la sociedad que pasan por buenos y relamente no lo son. Gracias por publicar habitos saludables aqui tambien.
¡Enhorabuena Maru, lo estás haciendo pero que muy requetebien.
Gracias por tu comentario 🙂
A mi también me horroriza la palabra «dieta». Mucha gente, la mayoría, la utiliza para referirse a una restricción de alimentos para adelgazar. «Se me abren las carnes!». Claro, luego cuando se quiere volver a alimentarse bien, se recuperan kilos. ¿Por qué no enseñan estas cosas desde pequeños? Yo, y mucha gente que te lee, hemos sido conscientes de lo que es alimentarse bien, comer de todo, en cantidades justas y hacer ejercicio para complementarlo, a la fuerza después de pasar esa primera juventud… Aún me da lástima cuando compañeras mías (lo siento, casi siempre mujeres), me ven comer un plato de cuchara horripiladas… no saben lo que se pierden!
Por cierto, bien por Maru!!!
Besos. Antonia M.
Antonia, por eso y por otras muchas cosas ha nacido este blog.
Se van haciendo cosas… pero a paso de tortuga.
Yo voy en abril a Santiago de Compostela invitada por el Jefe de Endocrinología Pediátrica del Hospital Clínico a dar una charla a un grupo de más de 100 pediatras sobre «Alimentación Infantil». Los niños desde pequeños deben aprender a alimentarse de una manera sana, pero ¿Quién enseña a sus padres? 🙂
Ahí está la clave Cristina… ¿quién enseña a sus padres? en fin, gracias por tu granito de arena 🙂
Pues esa es la labor de todos Antonia, y yo solo puedo contribuir con «mi granito de arena» como tú dices. Información hay más que suficiente, siempre que se quiera poner en práctica y para empezar, vosotros a vuestro alrededor, con amigos, familiares, vecinos, compañeros de trabajo… podéis empezar a difundirla… aunque sean pocos los que os hagan caso. Pero todo irá calando…
Yo llevo muchos años en esto y aunque sea lentamente vamos mejorando, ya lo verás.
Hola Cristina, me parece muy interesante el tema que has tratado, con el ritmo de vida que hoy se lleva y ante la imposibilidad de los padres trabajadores para dar el almuerzo a sus hijos en casa,no queda otra opción que los comedores escolares, y ahí se presenta un gran problema, aquí en Andalucía y en concreto en Málaga, la Junta de Andalucía está implantando de forma unilateral la linea fría en los comedores escolares, aún cerrando cocinas que llevaban funcionando más de treinta años sin ningún problema de intoxicaciones ( ya que este es el principal motivo que alegan). Me puedes dar tu opinión sobre este tema? es sana ese tipo de comida, cuando hablamos en el mejor de los casos de niños de 3 años hasta 11 años, que es la edad más importante a la hora de enseñarles a alimentarse bien. Muchas gracias.
Pues es muy monótona, aburrida y poco variada, y eso contando con que escojan alimentos saludables…¡que será difícil! Y por supuesto no les van a enseñar a comer, eso va a ser la labor fundamental de los padres y muchos no están concienciados de ello y los fines de semana se van a coemr fuera.¡Pero es lo que hay! 🙂
La terminología que se emplea al hablar de la obesidad en España («enseñar», «reeducar», «buenos hábitos», «malos hábitos») es muy reveladora de la equivocada mentalidad que aún prevalece: que la obesidad es consecuencia de un comportamiento voluntario e inadecuado por parte de quienes la sufren (los gordos «comen demasiado y no hacen ejercicio»).
En realidad, como la ciencia más reciente indica, la obesidad es un trastorno metabólico cuyas causas son esencialmente genéticas y endocrinas. Las personas que son naturalmente delgadas no cuentan calorías ni se esfuerzan en tener «hábitos saludables»; simplemente hacen lo que les pide el cuerpo. Si son inteligentes, dan gracias a Dios por sus genes; si son estúpidas o ignorantes se vanaglorian de su «autocontrol» y miran a los gordos pensando «¿Cómo han podido abandonarse tanto?».
La investigación sobre la regulación bioquímica del tejido adiposo ha dado recientemente pasos de gigante (descubrimiento de la leptina en 1994; descubrimiento de la ghrelina en 1999) pero todavía no se dispone de un tratamiento farmacológico eficaz y seguro para sus trastornos, que son la causa de la obesidad. Los pocos fármacos que hay no suelen recetarse porque los médicos siguen pensando que en realidad «la solución de la obesidad es muy sencilla: comer menos y moverse más».
Mientras no se disponga del tratamiento farmacológico adecuado, queda la cirugía bariátrica y el tratamiento dietético. Pero un tratamiento dietético orientado a corregir no el carácter supuestamente glotón y perezoso del gordo sino sus disfunciones hormonales. La única hormona relevante sobre la que se puede influir a través de la dieta es la insulina; por tanto, las dietas para el tratamiento de la obesidad deben estar orientadas a su control. Prescribir dietas «equilibradas» a quien padece un desequilibrio hormonal solo sirve para generar frustración y sentimiento de culpabilidad en los pacientes.
Te contesto por párrafos.
1. Las personas obesas, salvo que tengan algún tipo de patología que les provoque esta ganancia de peso, algo bastante raro, y que no tienen con anterioridad ningún gordo en la familia, están obesas porque han comido mal, tanto en cantidad como en calidad y tienen, además, un estilo de vida totalmente sedentario. ¡A ver quién es el guapo que con una «mochila» de muchos kilos a sus espaldas se puede mover!
2. El profesor Dr.Ordovás, que seguro conoces, está investigando las posibles relaciones genéticas, pero en las siguientes generaciones.
Las personas delgadas cuidamos nuestra alimentación, comiendo de todo y siguiendo por supuesto un estilo de vida saludable. No nos cae nada del cielo,nos lo ganamos a pulso. Y por supuesto, no hacemos «lo que nos pide el cuerpo», ni siquiera en el trabajo. Tenemos un orden y una disciplina en todo, algo que en la actualidad «no se lleva, no está demoda». Mi hermanos tiene algún kilo de más, pocos, pero él sabe perfectamente a qué se debe y no se autoengaña.
3. Los estudios sobre la leptina y la grelina están todavía en pañales, y de momento lo único eficaz y saludable es —> aprender a comer, algo que nadie nos ha enseñado a hacer, comer menos y quemar más.
Las disfunciones hormonales aparecen cuando ya se tienen muchos kilos de más, no antes.
Lo dicho aprender a comer y un estilo de vida saludable y éste abarca muchas cosas. Ahora se está viendo que un simple desorden continuado en el horario de las comidas induce también a ganar kilos.
¿Cuándo, cómo, dónde, qué come hoy mucha gente? Ahí radica el problema principal.
¡Gracias por su rapidísima contestación! Pero tengo que decirle que soy muy pesimista respecto a que el peso corporal dependa (a largo plazo) de procesos voluntarios. Los estudios con gemelos homocigóticos separados al nacer han demostrado, una y otra vez, que el principal componente es genético y que, independientemente de cómo se alimentaran las familias que los criaron, los gemelos acababan pesando lo mismo.
Aprovecho para darle también las gracias por sus estupendos libros; tengo varios de ellos y la verdad es que resulta de gran ayuda el que las recetas utilicen aparatos modernos. Se gana muchísimo tiempo.
cristina que es patología
Voy a exponer el caso de mi marido. Hace casi cuatro años, cuando nos casamos, pesaba 113 kilos. Una alimentación no muy adecuada y un trabajo de oficina que le mantenia sentado todo el día fueron los cumpables de ellos. A día de hoy ha perdidos mas de 30 kilos y todo gracias a lo que dices: una alimentación más equilibrada y deporte, mucho deporte. También es que se marcó la meta de prepararse unas oposiciones, y aunque no ha conseguido aprobarlas por cuatro miserables décimas, me quedo con el enorme esfuerzo que ha hecho al perder tanto peso. Ahora ha ganado 2 o 3 kilitos, pero ha vuelto a hacer deporte, y creo que lo mismo, me animo yo también.
Pues enhorabuena para tu marido, y ahora a copiarle tú!
Te puedo asegurar que es lo mejor que puedes hacer para tu salud.
Cumplir años con salud no es lo mismo que hacerse viejos con muchas patologías, y hay estudios fidedignos que afirman que los españoles vamos a ser los más longevos de toda Europa… pero también los más «jodidos».
¡¡No pesan los años… pesan los kilos!!