Zapatos nuevos, cómo evitar que rocen.
■ Los zapatos nuevos, por muy cómodos que parezcan en la zapatería, pueden molestar ligeramente a la hora de estrenarlos. Por ello es preferible adquirirlos, por la tarde, con los pies cansados o “dilatados”.
■ Si aun así os rozan, encontraréis en el mercado productos especiales para humedecerlos en su interior, antes de ponérselos y que se acoplen mejor a nuestros pies.
■ Conseguís también el mismo efecto mojándolos interiormente con alcohol y colocándooslos a continuación. Así la piel pierde un poco su rigidez inicial, se “doma” y se adapta mejor al pie.
■ Otra solución, no apta para frioleros, consiste en introducir los zapatos que hagan daño en una bolsa de congelación, cerrarla bien y congelarlos. Al cabo de 2 o 3 horas, sacarlos y calzároslos “bien fresquitos”. también se adaptan perfectamente al pie después.