Olla superrápida, microondas y Thermomix, ¿en qué momento usar cada uno?
¿Usamos adecuadamente nuestros “aparatos” de cocina o, puesto que los tenemos, queremos utilizar cada uno de ellos para todo lo que nos han contado que sirve, aunque no sea la mejor opción?
Ya visteis en el post anterior lo que cada uno de estos 3 “utensilios” hace en principio de verdad, es decir con calidad, pero puesto que sois muchos los que me lo habéis pedido, voy a contaros, como experta precisamente en Técnicas modernas de cocinado, todo lo que me compensa hacer en mi cocina con cada una de estas herramientas, por calidad nutricional y gastronómica, por productividad y porque soy muy práctica.
¡Hay que comer bien, cada día mejor, pero tardando lo mínimo y ensuciando todavía menos!
Para cocinar, cocinar, siempre la olla superrápida.
Para cocer al vapor hortalizas en general, la olla si se trata de grandes cantidades y según qué clase de verduras, porque hay algunas que me gustan más en el microondas, sin añadir ni gota de agua, como el bróculi, la coliflor, los espárragos verdes, las berenjenas, los calabacines…
Aunque tengamos también una gran cantidad, como el microondas es tan rápido se pueden cocer en 2 o 3 tandas seguidas.
En el recipiente Varoma del Thermomix se tarda muchísimo más, el alimento está durante toda la cocción rodeado de una gran cantidad de vapor de agua, se gasta mucha energía y el sabor no es el mismo, aunque siempre será más “potente” que si se cuecen sumergidas en agua como se sigue haciendo.
Cremas de verduras o purés de los bebés.
¿Queréis usar más el Thermomix para ahorrar tiempo y seguir conservando todas las propiedades de las verduras, y os gustan además las cremas?
Congelar verduras ya cocidas dónde más cómodo os resulte, calabaza, calabacín, alcachofas, espárragos, pimientos rojos, coliflor y bróculi hasta con sus troncos… y después elaborar con ellas cremas estupendas en el robot.
Es una solución rápida y fantástica para las cenas de niños, adultos y mayores.
En el caso de los purés de bebés, coced todas las verduras que os interese y la patata cortada en trozos en la olla en tan solo 2 o 3 minutos.
Como no consume agua, echad únicamente la que pensáis que vais a utilizar para conseguir el puré con la textura deseada.
Si os sobrara, guardad este “caldo” en la nevera para el día siguiente o congeladlo.
No tirarlo porque, al final, el mejor alimentado de la casa en cuanto a minerales y vitaminas hidrosolubles es el fregadero.
De hecho, para las pobres madres que están pluriempleadas porque trabajan en casa y en la calle, os aconsejo que hagáis este puré para toda la semana y lo congeléis en raciones diarias.
Después, cada día podéis añadirle la proteína diferente, carne, pescado, huevo…
Sin embargo, a la hora de triturar estos purés, el Thermomix es imbatible por su capacidad de trituración.
En el caso de puré de verduras para mayores, triturad primero todas las verduras con una pequeña cantidad de líquido en velocidad máxima, para que quede muy fino, y añadid después el resto de caldo.
Si queréis triturar con el vaso lleno y hay mucho caldo, las verduras “patinarán” y costará más.
En el libro de Alimentación Infantil “oficial” de este robot, cuando a partir de los 6 meses se les empieza a dar las primeras papillas de verduras, aconsejan que se haga un sofrito previo para justificar la compra de la máquina, algo que no se debe hacer nunca, ni siquiera en los purés de los adultos en los que nuestro maravilloso aceite de oliva virgen extra se debe añadir también al final, a la hora de triturarlo, para que conserve todas sus magníficas propiedades.
En el caso específico de una vichysoisse o crema de puerros, si cocéis todos los puerros en la olla, incluso las partes verdes que no estén feas, estas, una vez trituradas nos espesarán la crema muchas veces sin ni siquiera añadir patata, si no se quiere, e incluso podremos sustituir la nata liquida por leche.
Puré de frutas también para bebés.
El Thermomix es perfecto pero nunca poniendo calor a la máquina al triturar las frutas.
Escoger frutas maduras conservadas siempre en la nevera pero sacándolas un rato antes para que se templen.
Empezad triturando durante un rato a una velocidad 6 o 7 para que la fruta tampoco «patine», y cuando comprobéis que ya no queda ningún trozo entero, pasad a la máxima para que el puré quede finísimo.
Como toda la fruta triturada saldrá despedida hacia la tapa, antes de cerrar la máquina, cubrir el vaso con un trozo de film transparente que no impedirá su cierre, pero sí evitará que la tapa se manche por su revés. Con este truquito quedará tan limpia como si no se hubiese usado.
Salvo que el pediatra os lo mande, no añadir nunca cereales al puré de frutas y mucho menos galletas industriales con grasas nada recomendables.
Las últimas cifras que tenemos afirman que 1 de cada 3 niños en nuestro país sufre obesidad o sobrepeso, verdaderas enfermedades, aunque sea políticamente incorrecto decirlo tan alto y claro.
Estas se pueden empezar a forjar desde bebés porque muchas madres no son conscientes de que sus niños no están “muy hermosos” sino que ya son «gorditos».
Para cocer macarrones, espaguetis, pasta en general, en la olla, siempre sin presión.
Si seguimos los consejos de los italianos, verdaderos maestros en ella, por cada 100 g de pasta necesitamos 1 litro de agua, 1 cucharada de sal y ni gota de aceite.
Para calentar esa gran cantidad de agua el microondas tarda muchísimo, y el Thermomix… ni os cuento.
Cocer los macarrones o los espaguetis… a presión con un bote de salsa de tomate y algo de agua, como se ha pretendido durante mucho tiempo, y puede que todavía se aconseje, es el mejor sistema para conseguir una pasta excesivamente cocida, puede que hasta pastosa, y desde luego con un Índice Glucémico alto con lo que, por este simple hecho, nos engordará más.
Para fundir chocolate, mantequilla, queso…, cuajar toda clase de cremas dulces, desde la salsa holandesa, salada, hasta natillas, crema catalana y todas las cremas de las tartas que se cuajan solas para cubrir con ellas sus bases ya horneadas, en el microondas, también mucho más rápido que en el Thermomix.
Sin embargo para preparar patés crudos o cocidos, así como salsas en las que incluso haya que triturar algún ingrediente, solo está el Thermomix, y creo que hoy no se les da suficiente importancia a estas preparaciones.
Salsas mayonesa y derivados con la minipímer, más rápido, sin manchar cuchillas y sin que se corte, algo frecuente en el Thermomix.
Podéis ver aquí unos videos para cercioraros de lo poco que se tarda en hacer no solo la mayonesa, sino la salsa tártara, la salsa rosa y el falso alioli y de cómo arreglarla, si se corta, sin necesidad de añadir otro huevo.
Los patés o dips, tan ricos como aperitivos, para servirlos solos en cuencos, o para rellenar sándwiches o bocadillos, son además la opción más saludable frente a todos los que nos ofrece la industria alimentaria porque sabemos exactamente lo que estamos comiendo.
Cuando se reciben amigos, familiares o algún evento especial se pueden tener hechos con bastante antelación y hasta congelados.
¡ Son rapidísimos y, con facilidad, solo se pueden elaborar en el Thermomix!
Bechamel y pasta de croquetas en el Thermomix por supuesto, y en especial la masa de croquetas que resulta inigualable, con una finura excepcional.
No solo se ahorra muchísimo tiempo, sino que el resultado es infinitamente mejor que a mano, porque el batido, que debe ser prolongado, es casi imposible de conseguir sin él.
Sin embargo, para los que no tengan la máquina, la bechamel correctamente hecha en el microondas, sale también muy rica y siempre sin grumos, algo que no sucede en algunos casos si se realiza a mano.
Para amasar, desde los sencillos bizcochos que no son realmente un amasado, sino un batido “especial», lo mismo que las tortitas, las crepes o las magdalenas…, hasta los amasados “suaves” como la pasta quebrada o la sablée, la masa de empanadillas, los petisús…, o los amasados más “potentes” como las empanadas, pizzas, masas de pan y hasta el mismísimo Roscón de Reyes, el Thermomix es fantástico.
Aunque la pasta quebrada y la sablée se hacen también muy rápidamente a mano, como podéis ver en este video, en el robot ganamos tiempo.
Mermeladas. Durante mucho tiempo las he hecho en el Thermomix, hasta que descubrí que tardaba bastante menos en el microondas porque me evapora más deprisa, y salían igual de ricas.
Carne de membrillo. La cocción de los membrillos que, dependiendo de su variedad y de su estado de madurez, se hacía interminable en el robot, ahora la realizo en el microondas, y solo en el último momento, cuando ya están muy blanditos y casi deshechos los paso a la máquina, añado el azúcar y termino de cocer, triturar y espesar en el Thermomix, en velocidad máxima.
La suavidad y textura que se consigue es formidable, no se puede comparar y con este truquito me ahorro 1/2 hora o más de cocción.
Montar nata, hacer mantequilla, sorbetes, granizados, biscuits glacés y helados… en el Thermomix.
Flanes, en la olla y en tan solo 2 minutos es la mejor opción. Tenéis varias recetas en este ebook.
Si la flanera es metálica, se puede y se debe hacer directamente el caramelo en la placa, y si es de vidrio en el microondas y cuajarlo a continuación en la olla, encima de la rejilla o dentro del cestillo, tapándolo previamente con papel de horno llamado también sulfurizado o vegetal.
Los flanes en el Thermomix no salen con la textura suficiente como para desmoldarlos y que no se «abran», a no ser que se les añada alguna hoja de gelatina, para darles consistencia.
El flan de arroz sale exquisito precisamente porque la pequeña cantidad de arroz que lleva triturado le da la suficiente ligazón.
Para cuajar mousses, pasteles de verduras o de pescado, las 2 mejores opciones son la olla o el microondas.
En el horno, al baño María, como siempre se ha hecho y se sigue haciendo, se tarda muchísimo, la energía despilfarrada es enorme y la superficie de los mismos, aunque se tape con papel queda siempre algo reseca.
Y en el Thermomix el tiempo necesario también se alarga muchísimo.
Para elaborar arroces, siempre en la olla, en solo 2 minutos como ya os he explicado en varias recetas de mis ebooks y en el blog.
Sin embargo el arroz con leche sale exquisito.
En el Thermomix, aunque hay un libro dedicado exclusivamente a ellos, se tarda muchísimo, y salvo los “risottos”, no hay que removerlos nunca.
En el microondas se tarda bastante más que en la olla y solo tiene justificación si no se la quiere manchar, o si se trata 1 o 2 personas y, por tanto, de una pequeña cantidad.
Pero para que el arroz salga rico y sustancioso, arroz negro por ejemplo, hay que usar un buen caldo o fumet de pescado, de lo contrario por mucho calamar o sepia que se ponga, saldrá deslavazado.
Sofritos, siempre en la olla, y nunca en el microondas ni tampoco en el Thermomix en el cual, aunque se caliente previamente el aceite, algo que la empresa no hace, no alcanza suficiente temperatura como para sofreír de verdad, y solo cogen levemente color los ajitos previamente picados como yo explico en mis libros y ebooks.
Por eso y durante muchos años, y yo he estado en la Feria del Libro de Madrid durante 14 años consecutivos, muchos comentaban que todo lo que hacían les sabía a “thermomix”.
Además, las verduras que se quieran “rehogar o sofreír” en la máquina tienen que estar troceadas y no en puré como aconseja la empresa para ahorrarse pasos.
La cebolla, el ajo, el tomate… no saben igual si se cocinan cortados en trocitos que hechos puré, aunque después se trituren.
Salsa de tomate.
Aunque también sale rica en el microondas, lo mismo que en la olla pero sin presión, quizás compense en el Thermomix porque te olvidas de ella.
En estos 3 casos, hay que partir siempre de tomates frescos a los que se les ha eliminado previamente el agua, o de tomate de lata natural triturado pero también colado hasta conseguir esa pulpa espesa de tomate.
De esta forma podemos ahorrarnos perfectamente 20 o 30 minutos de cocción que son los que necesitan para eliminar el excesivo contenido de agua que ambas clases de tomate tienen, casi un 95%.
“Zumos integrales”, tanto de frutas como de verduras, en el Thermomix, únicos por la gran capacidad trituradora de la máquina y además mucho más sanos que los que se obtienen en las licuadoras que tiran lo más importante que es la fibra de la que hay que tomar diariamente 6 g y en España llegamos solo hasta la mitad, en el mejor de los casos.
El gazpacho, al espesarlo con las pieles del tomate y del pepino sale ya muy denso, sin necesidad de añadirle pan si no se quiere, y el salmorejo necesita menos.
En ambos casos aunque se recomiendan mucho como bebidas refrescantes e hidratantes para el verano hay que tener cuidado con la cantidad de aceite que se les echa, recordando que éste es el ingrediente que más calorías tiene.
Hay personas, y no solo en Andalucía, que los hacen durante todo el año, incluso en invierno.
Son un “baño” de vitaminas y salen deliciosos.
Y para muchos, ya solo para estas 2 preparaciones les compensa tenerlo en casa.
La crema de manos, que empecé haciendo en el Thermomix, ahora no me cuaja, y sin embargo en el microondas sí y en un abrir y cerrar de ojos.
El Thermomix es de tal categoría que habría que descubrirse ante su inventor, probablemente más de uno, y en todos los buenos restaurantes está presente, pero en ninguno de ellos se les ocurriría cocinar. Lo usan como un ayudante más en la cocina, mágico, pero solo ayudante.
Llegados hasta aquí, muchos os preguntaréis por qué en mis libros del Thermomix 21, que escribí en 2004, y en el Thermomix 31, que escribí al año siguiente, yo introduje segundos platos o guisos empleando además el recipiente Varoma.
Fue precisamente a petición de mis lectores de libros anteriores que querían este tipo de recetas, y la empresa todavía no había empezado a escribir toda la batería de libros que vinieron a continuación, todos preciosos pero, en mi opinión, poco prácticos puesto que la mayoría de ellos utilizan ingredientes, como legumbres y verduras que no son los más ideales para cocinar en él, o recetas que necesitan mucho tiempo de cocción.
En realidad yo cogí mis buenas recetas de cocina, que siempre elaboro en la olla, y las transformé para acoplarlas a las máquinas, y fue entonces cuando estrené el recipiente Varoma que nunca más he vuelto a usar.
Es probable que se me haya olvidado mencionar alguna preparación, y si así fuera, decídmelo y hablaré de ella.
Con todos estos datos, cada uno usará sus “herramientas” como más le convengan, aunque no sea el método ideal.
Por poder, se puede cocinar hasta en el lavavajillas, poniendo incluso detergente e introduciendo la comida en botes herméticos de cristal.
¡Hasta dónde vamos a llegar!