Encías que sangran.
Cuando llegada una cierta edad las encías sangran, en la mayoría de los casos, suele ser por una falta de higiene desde pequeños, aunque no siempre.
En los países pobres es muy frecuente ver a muchas personas jovenes y desdentadas, porque el sangrado de encías va seguido de la caída de piezas dentales.
Posiblemente no se han lavado los dientes nunca, porque al ser pobres, nadie les ha aconsejado esta práctica.
Cuando sangran las encías hay que pensar que se trata de la periodontitis o enfermedad periodental.Si en una familia uno o los dos progenitores sufren periodontitis o enfermedad periodental, lo que vulgarmente se llama piorrea, los hijos pueden tener una mayor predisposición a tenerla, y será mucho mejor tomar medidas preventivas desde edades muy tempranas.
En algunos casos no solo puede influir el factor genético, sino también una limpieza inadecuada desde niños, y la alimentación, sobre todo en las personas golosas.
Para evitarlo, hay un consejo tan sencillo y barato que ningún odontólogo lo “receta” y os aseguro que funciona.
Consiste, si sois de los que tenéis las encías delicadas o sensibles, en acostumbrarse, desde jovencitos, a temporadas, después de la limpieza bucal, en masajear con el dedo índice ambas encías, formando pequeños círculos, durante 3 o 4 minutos, con el mismo dentífrico que se usa o incluso sin nada.
De esta manera no solo fortaleceréis las encías, sino que activaréis la circulación.
Como en todo o casi todo se necesita constancia, todos los días, unos meses sí y otros no.
Veréis que al cabo de unos días vuestra sensibilidad, tanto en encías como en dientes, habrá disminuido considerablemente.
Creo que esta medida es mucho más efectiva que usar en la limpieza de la boca dentífricos desensibilizantes que hacen muy poco.
Si a pesar de tener una carga genética negativa, no tomáis ninguna medida preventiva, puede que el primer síntoma alarmante sea el sangrado de las encías. Acudid inmediatamente al odontólogo, antes de que sea demasiado tarde.
Aunque en España hemos mejorado muchísimo en cuanto a cuidados de la boca, todavía se puede hacer algo más.
Es fundamental una visita al odóntologo una vez al año, para una revisión rutinaria, aunque no tengáis problemas, y una limpieza bucal también anual.
Prevenir es mucho mejor que curar, e infinitamente más barato.
La Sociedad Española de Farmacia Comunitaria afirma, en contra de lo que pudiera pensarse, que no hay que interrumpir el cepillado de los dientes si sangran las encías, sino que hay que hacerlo con un cepillo suave y una pasta dentífrica especial. Aconsejan también usar un colutorio que refuerce las encías y disminuya el sangrado, pero probad este consejo y veréis lo bien que funciona.
Yo solo os recomiendo el masajeo.
Y, si no habéis probado los cepillos de dientes eléctricos, os los aconsejo ya que la limpieza es mucho más profunda y el giro que efectúan el o los cepillos rotatorios también masajean las encías, aunque más levemente.
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