Guantes de goma

Guantes de goma.

■ Acostumbraros a trabajar siempre con unos buenos guantes de goma, si son flocados interiormente mucho mejor. El hecho de que sean flocados proporciona una textura suave y más agradable ya que suelen tener el interior forrado de algodón.

■ Hay diferentes tipos de guantes flocados, de látex o de nitrilo, por ejemplo, según el uso a que se vayan a dedicar.

■ Además, algunos llevan triple capa para que sean más resistentes. Sin embargo, hay ciertos fabricantes que no lo especifican, como ocurre, por ejemplo, con algunas marcas blancas…

■ Para saber la talla más adecuada para vosotros, algunos envoltorios incorporan una breve indicación para que sea fácil conocerla, si por casualidad, no lo tuviérais ya claro.

■ También podéis usar guantes desechables de un solo uso, aunque son menos prácticos al ser demasiado cortos y, en ocasiones, no se ajustan correctamente por lo que no resultan cómodos para agarrar cosas.

■ Aunque utilicéis guantes flocados, si hace calor y los usáis durante un rato, se mojarán interiormente con el sudor, a pesar de estar algo guateados. Retirarlos entonces, darles la vuelta completamente, todos los deditos, y esperar a que se sequen del todo. No hay nada más desagradable que trabajar con los guantes mojados y, además, no es nada bueno ni para las manos ni para las uñas que se vuelven quebradizas y blandas. Tener a mano otro par sin estrenar para no tener que esperar, sin hacer nada, hasta que se sequen.

■ Es importante, en los días de calor, sobre todo, antes de colocárselos, espolvorearlos ligeramente por el interior con polvos de talco que retrasan la sudoración.

■ Aunque se dice que “gato con guantes no caza ratones”, si os acostumbráis, no haréis nada sin ellos y vuestras manos y uñas os lo agradecerán. Y si no, consultar a un dermatólogo…