Tablas de cocina.
■ El uso de las tablas de cocina es relativamente moderno, aunque las de madera ya existían antiguamente. Pero muchos picaban directamente encima de la mesa de la cocina, estropeándola, o con los dedos y un cuchillo pequeño con lo que se tardaba mucho más, se hacía peor y los dedos terminaban por oscurecerse y agrietarse por los diferentes cortes que sufrían, aunque eran ligeros.
■ La costumbre arcaica y sin ningún fundamento, que todavía se aconseja en ciertos libros y revistas, de cortar así las patatas, chascándolas, es inadecuada porque las cadenas de almidón de la patata se rompen igual tanto si se cortan encima de una tabla con un cuchillo y un corte perfecto y liso, como si se rompen en un corte irregular entre los dedos.
■ Hoy día Sanidad no recomienda en absoluto las tablas de madera para uso profesional, ya que al estar hechas con un material que se empapa y tiene poros, necesitan una limpieza a fondo para mantenerse con una higiene perfecta.
■ Por ello actualmente encontramos una gran variedad de estas tablas, de fibra, cristal, polietileno… muy higiénicas porque en ellas, contrariamente a lo que sucede en las de madera, no penetra nada, sino que se escurre.
■ En casa, si seguís usando las de madera, y están realmente sucias, y os caben en el lavaplatos, lavarlas allí con el resto del menaje sabiendo que, a la larga, la madera se os puede agrietar y abrir por el exceso de agua y de calor.
■ Si preferís lavarlas a mano, hacerlo con agua bien caliente, estropajo fuerte y un detergente bueno.
■ Si quedan manchas recalcitrantes, bañarlas con una solución hirviendo, al 50% de lejía y agua, como ya vimos, hasta que todas ellas desaparezcan. Aclararlas luego a fondo con agua.
■ El limón que se aconseja, aunque es un ácido y por tanto blanquea, no mata los microorganismos que la tabla pueda llevar. Este consejo también es útil para las tablas sintéticas de colores que se colorean rápidamente.
Deja una respuesta