Hay ejercicios que curan o alivian ciertas dolencias de los pies, y son la «mejor medicina» aunque muchos, por no molestarse y realizar un pequeño esfuerzo, prefieren medicamentos que quitan momentáneamente el dolor pero que no curan nunca.
¡Y algunos de estos ejercicios hasta previenen la aparición de males futuros!
Ahora que muchos de vosotros estáis de vacaciones o con jornadas reducidas puede ser un buen momento para empezar a cuidarse.
Os aseguro que moverse y dejar de ser sedentario es fundamental, junto a una alimentación correcta, y son las dos cosas más importantes para disfrutar de una buena salud durante mucho tiempo.
Merece la pena releer este post en el que José Luis Layola consiguió, con tesón y ejercicio, controlar su esclerosis múltiple. Se lo ganó a pulso y, desde luego, nadie le «regaló» nada.
En España hay tanta manía o aversión al ejercicio en general que ni siquiera muchos profesionales
de la salud lo recomiendan y pasan directamente a recetar algún medicamento sabiendo que todos ellos tienen efectos secundarios muchas veces bastantes más que beneficios.
Es verdad sin embargo que muchos pacientes, si no se les receta nada, automáticamente piensan que el médico no es bueno.
Os recuerdo que después de Estados Unidos somos el país que más medicamentos consume, y también somos los más longevos de Europa pero los más «jodidos». Es decir que nos han añadido años a la vida, pero no vida ni calidad a estos años, y no hay más que fijarse en la cantidad de gente mayor, pero tampoco muy mayor, que va sentada en silla de ruedas empujada por su cuidador.
El Servicio Murciano de Salud prescribió en el año 2012 ejercicio físico a través del Programa Activa a aquellos pacientes que, después de un control exhaustivo, necesitaban mejorar su salud. Eran personas entre los 35 y 65 años con, al menos, 2 factores de riesgo cardiovascular como son la hipertensión, el colesterol, la obesidad o el tabaquismo.
El Director General de Planificación, Política Farmacéutica e Investigación, José Antonio García Córdoba, y el concejal de Sanidad del Ayuntamiento de Cartagena fueron los encargados de presentar el convenio para la aplicación de este proyecto innovador.
García Córdoba destacó que “la actividad física regular es buena para todas las edades, ya que reduce el riesgo de sufrir enfermedades como el sobrepeso u obesidad, enfermedades cardíacas, degenerativas como el cáncer, diabetes tipo 2, hipertensión arterial… lo que se llama en su conjunto síndrome metabólico.
A todos estos beneficios hay que sumar que la actividad física, sea la que sea, ayuda a mantener flexibles y sanas las arterias, fortalece los músculos y huesos y contribuye a tener el sistema nervioso en buena forma”.
El médico les «recetaba» antes de nada ejercicio físico durante 3 meses en instalaciones deportivas de propiedad municipal. Con esto se pretendía conseguir que una vez realizado el programa, el usuario siguiera haciendo deporte.
¿Tuvo éxito aquella campaña?
En cualquier caso yo os voy a poner en este post algunos ejercicios que, repetidos con asiduidad, es decir por lo menos 5 días seguidos a la semana mejoran y hasta curan algunas dolencias… aunque haya muchos escépticos al respecto.
Ejercicios que alivian, mejoran y hasta curan algunas dolencias de los pies.
Todo dependerá del estado general de cada individuo, de su edad, de su constitución, de la intensidad de su dolencia, de si la lleva «arrastrando» durante mucho tiempo o poco, de la cantidad total de medicamentos que esté tomando o haya tomado… y de su voluntad.
Y, aunque os parezca mentira, cuánto más medicado esté y más tiempo lleve estándolo, peor salud general tendrá.
Vamos a empezar con los pies que son una maravilla de la biomecánica, y para mantenerlos en buen estado se necesita empezar a trabajar todos los músculos que controlan sus movimientos desde muy pronto, antes de que duelan.
Ejercicios para aumentar la movilidad de los pies
Para evitar que los pies sean «trapos» sin ninguna movilidad, es decir que sigan siendo flexibles hay que hacer, a partir de una cierta edad, algunos ejercicios con ellos.
1. Bien sentados, es decir con la espalda bien erguida y con el «culete» descansando al final de una buena silla con respaldo, encima de una alfombra o colchoneta, rodar una botella vacía con cada pie descalzo.
Este ejercicio se puede repetir hasta 50 veces con cada pie, dependiendo de su estado, es decir de su movilidad.
2. Sentados de la misma manera que anteriormente intentar coger con los deditos de los pies un corcho normal de botella.
Algunos lo conseguirán a la primera, si sus pies siguen estando ágiles, pero otros muchos tendrán que armarse de paciencia e intentarlo varios días seguidos aunque al principio se vean totalmente incapaces.
Se pueden hacer también hasta 50 veces con cada pie, empezando naturalmente al principio por los que se puedan.
3. En el suelo, encima de una colchoneta, tumbados sobre la espalda, las piernas ligeramente separadas pero muy tensas y los pies descalzos hacer ejercicios en flex y en punta como los que se ven aquí, tensándolos hasta el máximo y trayéndolos después hacia nosotros también al máximo. La cinta elástica que aparece en la foto sobra.
4. En esta misma postura girar, siempre con las piernas bien estiradas, el tobillo de cada pierna, primero 20 veces a la derecha y luego otras 20 veces a la izquierda. Repetir otras 20 veces con la otra pierna. Este simple ejercicio fortalece toda la musculatura de los pies.
5. Para aliviar los juanetes o Hallus Valgus tenemos ejercicios o manipulaciones que nunca curarán, pero pueden evitar que crezcan o duelan.
Dependiendo de la clase de juanete que se tenga, y de si está poco o muy desarrollado, hay fundamentalmente dos tipos de operaciones, con osteotomía y sin ella.
Simplificando, la operación con osteotomía, muy agresiva pero a veces la única que se puede realizar , consiste en serrar el abultamiento del pie.
La operación de juanetes sin osteotomía consiste en hacer pequeñas incisiones sin necesidad de cortar el hueso como en la anterior. A través de estas pequeñas incisiones, que normalmente son 3 o 4, se introducen las herramientas quirúrgicas necesarias para poder reparar el problema correctamente, siendo la intervención guiada mediante rayos X.
Seguro que muchos de vosotros conoce casos que han tenido éxito y otros que no.
En mi opinión, y como en casi todas las dolencias, más vale prevenir que curar, y es preferible intentar parar este crecimiento del hueso con una buena higiene del pie.
Para que haya una buena higiene del pie, una de las más medidas más importantes es evitar los tacones demasiado altos y las puntas exageradas de los zapatos en los que los dedos de los pies están encajonados y montados los unos encima de los otros.
Cuando empiecen estos dolores y antes de que aparezca ya un pequeño abultamiento, es efectivo masajear cada pie a diario cogiendo el dedo gordo y el incipiente juanete con la mano derecha, como si se abrazara, rotándolos en el sentido de las agujas del reloj.
Pero hay que realizar esta operación todos los días, hasta que dejen de doler.
También es efectivo dormir con estas siliconas si no molestan durante la noche.
Aunque muchos aconsejan dormir con férulas como las que aparecen en esta foto, en mi opinión son mucho más efectivos estos separadores de silicona que existen en varios grosores dependiendo del tamaño del abultamiento. No molestan en cuanto uno se acostumbra, mientras que las férulas impiden que los pies estén relajados durante la noche, que es como deben estar.
En otro post os hablaré de los ejercicios de Kegel para fortalecer el suelo pélvico, no solo para las mujeres sino también para los hombres, de ejercicios para aumentar la estabilidad general de nuestro cuerpo, de ejercicios para prevenir los futuros dolores de rodilla, para prevenir las deformaciones de las manos si sufren de artrosis o artritis… y de algunos más.
Hola Cristina, me encanta esta entrada. Soy técnico deportivo y veo estos ejercicios buenisimos para los pies. Añadiría caminar descalzo todo lo posible, poco a poco si no estás acostumbrado. Caminar sobre la parte externa del pie, luego sobre la interna, de puntillas y sobre el talón. También sentado, extender una toalla y poner los pies sobre ella e intentar «recogerla-enrollarla» con los pies y luego extenderla. Intentar separar los dedos sin que se toquen. Levantar el dedo gordo mientras el resto están pegados al suelo y luego al revés mantener el dedo gordo en el suelo y elevar el resto.
Si los pies funcionan correctamente evitarás problemas en las siguientes puntos que son rodilla, cadera, lumbares, espalda media y cuello. Esta todo encadenado y un mal movimiento repetido en los pies puede influir en el resto del cuerpo.
Muchas gracias por tus post de todos los lunes, siempre me sorprenderán. Un saludo
Muchas gracias a ti Jesús por tu valiosa aportación. ¿Vives en Madrid? 🙂 🙂
Hola Cristina, pezuña la tardanza que no me habían llegado al mail las respuestas. Si, vivo en Madrid, bueno, en Alcobendas, pero trabajo en un polideportivo del Ayuntamiento de Madrid.
*Perdona=pezuña :|)
¿Y no te has dedicado nunca a ser entrenador personal?
Pues la verdad es que lo que aprendo trato de aplicarlo a mismo y a mi entorno cercano, amigos, familia, foros donde sale el tema… Pero de momento y con los niños todavía pequeños trato de estar lo máximo con ellos y hacer horas extras de entrenador personal no lo veo. Además está el mercado inundado de entrenadores personales y los hay muy buenos y horribles, así que mucho cuidado, que os den buenas referencias. Y lo que pueda ayudar aquí pues encantado.
¿Me sabrías decir privadamente de alguno que fuera bueno de verdad?
A veces me preguntan y no puedo aconsejar ninguno porque si buscas en Internet, hay miles…. y muchos, como tú bien dices, con un «cuento chino» increíble!!!
Gracias como siempre por tu aportación 🙂
Estoy de acuerdo contigo y lo que dice Jesús. Yo empece con dolores plantares y mi podologo y físio que mandaron una serie de ejercicios que haga diariamente. Lo de rodar la botella ,la tengo en el congelador pues me alivia el frío si hay una inflamación. Lo de andar descalzo lo me lo aconsejan. Será por mi forma plantar. Un saludo a todos
Mi madre, que era muy práctica y moderna para su tiempo, ya usaba artilugios como las siliconas que muestras, aunque eran de goma, ya que te hablo de hace la friolera de 60 años. Algunos más tarde compré yo misma unas férulas parecidas a las que enseñas ahora, eran muy rígidas y bastante molestas. Voy a probar con las siliconas.
Ella era también una grandísima usuaria de las espátulas de cocina, que eran de goma con palo de madera. Tenía artilugios y técnicas que hacían las cosas más fáciles.
Me la haces recordar en cantidad de detalles que explicas, de consejos que das, en cuidados que se pueden tener y que tanto ayudan en la productividad en la cocina, casa, limpieza.
Seguiré las indicaciones de este post. Nuestros pies son verdaderas maravillas que tanto necesitamos y tanto descuidamos, o por lo menos no solemos cuidar lo que debiéramos. Y luego, ya sabes, nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena.
Todo lo de la «abuelita» no sirve y me pongo «enferma» cuando siguen hablando de que hay que cocinar durante horas y horas, chuf, chuf… , cuando hoy está demostrado científicamente que la manera correcta de hacerlo es con el mínimo de agua añadida, al vapor si se trata de verduras y el mínimo tiempo posible.
Yo conocí también los separadores de goma para los juanetes que eran de un solo grosor y muy rígidos, y por tanto molestos. Pero como la idea era buena, la han conservado y ahora son blanditos, de silicona y con variadísimos grosores, hasta de 1 centímetro.
Sin embargo las férulas, para pies y para manos, que también las hay, no son nada útiles.
Consuélate sin embargo con los juanetes porque hay un factor genético importante, y si tu madre los tenía es más que probable que los hayas heredado, por lo que debes cuidarte el doble, evitando sobre todo los tacones superaltos y de aguja.
Yo creo María Rosa que lo inteligente y realmente y práctico en la actualidad es conservar lo que realmente funciona y olvidarse de lo «moderno» que no funciona.
Y muchos medicamentos no funcionan, aunque gran parte de la población lo crea, y ya sabes cuál es mi profesión»!
Muchas gracias por tu comentario.
Hola Cristina.
Hace años que sigo tu blog. He releído, como aconsejas la entrada sobre el ejercicio, donde también se habla de la esclerosis múltiple.
Coincido contigo en que el ejercicio es fantástico, pero la esclerosis múltiple es una enfermedad muy compleja. Es una enfermedad autoinmune y por ello influyen muchos factores en su aparición y en su desarrollo. Hay que medir mucho el ejercicio que se hace en las enfermedades neurológicas. Hace 28 años que trabajo con personas con discapacidad asesorando como vivir con ella: cómo desplazarse, como adaptar la vivienda…
Desgraciadamente me encuentro con personas con grandes dificultades para caminar y que tampoco pueden desplazarse con eficacia en una silla de ruedas; utilizar una silla con motor les permitiría mucha independencia en su vida cotidiana porque no pueden caminar más de unos pocos pasos y se niegan a utilizarlas porque creen que así fortalecerán su cuerpo y lo que consiguen es más dolor, inmovilidad y una vida mucho más triste y dependiente.
Lo peor ocurre con los niños que no pueden caminar o lo hacen a costa de unas compensaciones musculares enormes y apenas se pueden desplazar mas de unos pocos metros. Muchos padres y terapeutas se niegan a que se utilicen sillas con motor porque » el niño es muy vago» y «si va en silla no querrá andar». Este niño no tendrá la oportunidad de explorar el mundo por sí mismo, de acercarse a otros niños cuando lo desee…
José Luis Layola es un hombre admirable y con tesón, pero también ha tenido mucha suerte. Para la mayoría de enfermos con esclerosis múltiple el calor es terrible y algunos ni siquiera pueden salir a las calle en una ciudad como Sevilla.
Incluyo un enlace a un artículo sobre el «síndrome postpolio». Ocurre en personas que tuvieron polio. y que varias décadas después están sufriendo las consecuencias de funcionar sobrecargando el cuerpo:
http://www.medulardigital.com/?act=dnews&s=8&n=283
El ejercicio es estupendo, pero cuando se tienen lesiones hay que tener mucho cuidado en qué clase de ejercicio se hace y cuanto.
Muchas gracias Isabel por tu interesante comentario.
Ya sé que todos los casos no son iguales pero sigo pensando que el ejercicio bien llevado y bien «pautado» hace maravillas!!!
Lo más difícil es encontrar a un buen «pautador», es decir a un buen entrenador personal que los conozca y sepa enseñarlos.
Todos los medicamentos tienen efectos secundarios, a veces más que efectos positivos, pero también se recetan algunos, y en gran cantidad, que la AEFSA afirma que no sirven para nada.
Hola Cristina,
Desde hace unos meses sigo el blog Con M de Movimiento.
¿Lo conoces?
Un saludo
No, no lo conocía, pero me acabo de suscribir, ya te contaré!
Hola, Que casualidad que Marcos ha hecho una entrevista muy interesante a Víctor Alfaro, entre otras cosas podólogo del Real Madrid. Aquí os dejo el enlace: https://www.fitnessrevolucionario.com/2018/08/14/salud-de-los-pies-victor-alfaro/
Saludos!
A mí me han dolido los pies toda la vida desde pequeña. En el colegio y en el instituto intentaba evitar la parte de correr en las clases de gimnasia. Siempre estuve delgada y el resto todo muy bien, pero correr me molestaba. El motivo eran los juanetes. Y con los años fue a peor porque a veces incluso me despertaba con calambres en los juanetes. Lo normal era acostarme todas las noches con los pies doloridos. Y eso que siempre llevo zapatos buenos y cómodos, He de decir que camino mucho y, de mayor, incluso salgo a correr 30 minutos con cierta frecuencia y sin problemas. El beneficio de la actividad física es, por supuesto, mayor que el dolor de pies. Pues bien, todas esas molestias de pies me han desaparecido por arte de magia desde que fui a una primera práctica de yoga hace ahora unos 6 meses. No solo se ha desvanecido el dolor y no me ha vuelto a dar un calambre, si no que ahora al acostarme noto los pies como plumas. Es increíble.