Exprimidor de zumos, cuáles son los más prácticos.
■ Si se preparan a menudo zumos caseros es muy aconsejable disponer de un exprimidor eléctrico para elaborarlos rápidamente y con comodidad.
■ A diferencia de los clásicos exprimidores manuales, donde el jugo se extrae a fuerza de apretar la fruta, con el eléctrico basta ejercer una ligera presión, sin necesidad de ir girando la mano para obtener el zumo (a diferencia del primero), obteniéndose una mayor cantidad de éste y con menos esfuerzo.
■ También existen exprimidores en los que se pueden exprimir, al mismo tiempo, dos mitades de fruta en lugar de una (como en los clásicos) y puede resultar muy cómodo.
■ Ocupan más espacio porque, como veis, tienen una tapa en la parte superior, que sirve para ejercer presión sobre las dos mitades. El recipiente colector del zumo está en la base, pero algo separado del resto, por donde se cuela el jugo, puesto que está el motor. Este recolector se puede extraer con facilidad para ir vaciando el zumo a medida que se va llenando. Dependiendo del uso que le vayáis a dar y el hueco que tengáis en vuestras casas, tendréis que escoger uno u otro modelo.
■ Habitualmente, son fáciles de desmontar para limpiarlos. Aunque la mayoría podría lavarse en el lavavajillas, en mi opinión, no merece la pena; si los limpiáis justo nada más terminar de usarlos (antes de que se quede reseca la pulpa), no cuesta nada fregarlos.
■ Si sois de los que os gusta tomar un zumo recién exprimido de algún cítrico, no sólo de naranja, os aconsejo que probéis también de mandarinas o pomelos. Hace años los pomelos eran amarillos y bastante ácidos, por lo que se solía añadir bastante azúcar para endulzarlos. Sin embargo, hoy en día los que encontraréis más a menudo son los anaranjados, bastante menos ácidos que los otros, que ya no requieren nada de azúcar añadido.
■ Cuando, en ocasiones, tenéis la mala suerte de que la fruta que habéis comprado no es tan buena como esperabais, al hacer zumo, se «diluye» el sabor de unas piezas con otras, de manera que las más insípidas o amargas pueden «compensarse» un poco con las que toquen más dulces y sabrosas.
■ Puede resultaros especialmente útil si vais a preparar alguna receta que requiera cierta cantidad de zumo. Por ejemplo, en el caso de que queráis zumo de limón para preparar una limonada, unas fresas con limón, un guacamole o un ceviche, por mencionar sólo algunas de mis recetas.
■ Si, por el contrario, vais a preparar algún postre con zumo de naranja, también necesitaréis cierta cantidad de éste, lo mismo que si elaboráis la receta de pato a la naranja.
■ Como ya estamos en época otoñal, cuando es más probable que cojamos algún constipado o gripe, aprovecho para recordaros que la vitamina C puede minimizar la duración y la intensidad de estas enfermedades.
■ Los cítricos que hemos mencionado tienen bastante cantidad de esta vitamina, siendo de ellos la naranja la fruta con mayor cantidad, seguida por el limón, el pomelo y la mandarina, en este orden.
Deja una respuesta