Desde hace unos años en muchos hogares ya no se bebe normalmente agua, o muy poca, sino refrescos y zumos de todo tipo, con y sin azúcar.
¡No hay más que ver los carritos en las grandes superficies, sobre todo en verano!
Un estudio realizado este mismo año por el Departamento de Neurodesarrollo y Fisiología de la División de Neurociencias del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM, para determinar el efecto de los líquidos azucarados en la salud, ha concluido que tomar bebidas azucaradas de manera regular, además de producir grasa abdominal, que genera citocinas pro-inflamatorias, estimula las células beta pancreáticas para que produzcan un exceso de insulina, y esta hormona hace que se almacenen grasas y se genere una inflamación crónica.
Esta grasa abdominal es metabólicamente muy activa y podría participar no solo en el aumento de la secreción de insulina, sino en los cambios fisiopatológicos del síndrome metabólico y en el desarrollo de la diabetes, indicó la directora de la entidad, Marcia Hiriart Urdanivia.
Recordemos que el llamado síndrome metabólico reúne bajo ese nombre una serie de enfermedades como obesidad central o abdominal, hipertensión, colesterolemia, elevando las cifras del colestero malo o LDL y disminuyendo las cifras del bueno o HDL, concentraciones altas de triglicerídos, hiperinsulinemia y resistencia a la insulina.
Los azúcares que no logra digerir el organismo, se transforman en grasa, y como resultado en sobrepeso y obesidad.
Hay que recordar que cerca del 60% de la población mundial tiene sobrepeso u obesidad, y ambos, ellos solos, aumentan la probabilidad de tener problemas cardiacos, dislipidemia y diabetes tipo dos, una epidemia mundial que solo podrá controlarse si cambiamos el estilo de vida que en estos 30 últimos años hemos adquirido y que no tiene nada que ver con nuestra fantástica dieta mediterránea.
Las dislipidemias o dislipemias, ya que se pueden usar los 2 términos, son una serie de diversas patologías en las que se altera el metabolismo de los lípidos, con su consecuente alteración de las concentraciones de lípidos y lipoproteínas en la sangre.
La obesidad mata a 400.000 personas al año en Estados Unidos y está a punto de convertirse en la primera causa de mortalidad del país
Este sobrepeso que se origina, unido a una baja actividad física, prácticamente nula en muchos casos, origina un círculo vicioso, y al no gastar suficiente energía se genera un problema crónico que puede desembocar en el desarrollo de diabetes mellitus o enfermedades cardiovasculares.
Anteriormente la diabetes estaba asociada a pacientes adultos, pero en los últimos tiempos se ha visto un aumento de casos de esta enfermedad en niños y adolescentes con exceso de peso.
Actualmente existen 22 millones de niños menores de 5 años con sobrepeso.
En nuestro país la primera causa de muerte son las enfermedades cardiovasculares seguidas del cáncer.
Sin embargo a la mayoría de la población le aterroriza el cáncer, pero no se paran a pensar, o no quieren pensar, que los kilos de más y el sedentarismo son los mayores causantes de estos episodios cardiovasculares, por delante del mismisimo cáncer.
Por todo ello hay que limitar lo que comemos y hacer ejercicio regularmente, o lo que yo repito continuamente, «quemar lo que se come» y, si se quiere comer más, habrá que quemar más.
Cuando nuestros antepasados deambulaban por la Tierra, inventando herramientas, cazando o evitando ser cazados, etc., no tenían acceso a las ingentes cantidades de hidratos de carbono que se ingieren en la actualidad.
La revolución industrial, el consumismo creciente y la producción en masa han evolucionado a un ritmo totalmente fuera del alcance de nuestra genética.
Si bien hemos sido capaces de prolongar la esperanza de vida gracias a los avances en medicina, hemos desarrollado un estilo de vida absolutamente patológico.
La actividad física que muchos realizan es insuficiente, a veces totalmente inexistente, y la alimentación que se sigue en demasiadas ocasiones es nefasta.
Este actual estilo de vida, con esta alimentación aberrante, alta ingesta de carbohidratos, la mayoría demasiado refinados, así como de otros productos muy procesados, está asociado a elevados niveles de lo que se han denominado compuestos avanzados de la glicación, AGE, que surgen de las reacciones entre hidratos de carbono, proteínas, lípidos y otros componentes.
Los efectos negativos de estos AGE se relacionan también con sus acciones pro-oxidantes e inflamatorias, según se ha observado en artículos publicados en Diabetes Research and Clinical Practice.
Hay evidencias cada vez más numerosas que apoyan la idea de que el Alzheimer puede considerarse una enfermedad metabólica en la que hay problemas con la utilización de la glucosa, así como claros indicadores de resistencia a la insulina, es decir con la diabetes.
En un interesante artículo de revisión en Journal of Diabetes Science of Technology, se concluyó que existen razones para considerar el Alzheimer como la diabetes de tipo 3.
Según los estudios realizados se calcula que cada lata o vaso adicional de refresco que se toma al día aumenta en un 60% el riesgo de obesidad.
Estas conclusiones no sentaron nada bien a los fabricantes de refrescos.
El azúcar, como ya vimos es una auténtica droga, como la cocaína.
Aunque la industria azucarera está siempre a la ofensiva, minimizando los efectos del azúcar, la realidad es que 1 lata de Coca-Cola contiene aproximadamente 10 cucharillas de azúcar, según un estudio publicado en The Lancet y resultan perjudiciales para la salud de los más pequeños.
La probabilidad de una niña o niño de volverse obeso se incrementa con cada lata adicional por día de un refresco endulzado con azúcar, y por tanto el riesgo de padecer diabetes.
Hasta hace poco, la compañía Coca-Cola era una de las principales empresas consumidoras de azúcar.
Ahora, en lugar de utilizar el azúcar como un ingrediente más de su fórmula, está utilizando alta fructosa, un jarabe hecho a base de maíz transgénico proveniente de los Estados Unidos y esto sucede en los países que no prohíben los transgénicos.
Cuando Coca-Cola utiliza en vez de azúcar la alta fructosa de maíz para endulzar el refresco, pone en riesgo la salud de los consumidores, que ni siquiera saben lo que están comprando y consumiendo, además de causar graves daños a la industria azucarera, y particularmente a los campesinos cañeros.
Pero las bebidas con burbujitas, no solo las de cola, sino todas las carbonatadas tienen también gas o anhídrido carbónico, también llamado dióxido de carbono u óxido de carbono que provoca «adicción psicológica».
En realidad beber cualquiera de ellas es beber directamente bióxido de carbono.
Además también tienen ácido fosfórico que es dañino para los huesos que se debilitan y hay una mayor posibilidad de tener fracturas y sufrir más pronto que tarde de osteoporosis, ya que al combinarse con el azúcar refinada y la fructosa se dificulta la absorción de hierro, lo que puede generar también anemia y mayor facilidad para contraer infecciones, principalmente en niños, ancianos y mujeres embarazadas.
Además, este ácido, en exceso, afectaría el esmalte dental, provocando su erosión.
¡Cuántos de nuestros niños y jóvenes, si abusan de estas bebidas, van a tener dentro de unos años problemas de descalcificación!
Se están jugando la salud futura de sus huesos.
Por si fuera poco todo esto, el color caramelizado característico de la Coca Cola se debe a un aditivo llamado E-150, que ha sido asociado con una deficiencia de vitamina B6 que es importante para la metabolización de las proteínas y la salud de la sangre.
Su carencia puede producir anemia, depresión y confusión entre otros síntomas, además de generar hiperactividad y bajo nivel de glucosa en la sangre.
Los zumos naturales, por muy naturales que sean, tampoco deben consumirse en exceso, sino en su justa medida.
1 vaso grande de 250 cc de zumo de naranjas recién exprimidas tiene aproximadamente 225 kilocalorías y al no ir acompañado de la fibra de las frutas se absorbe muy rápidamente.
Ya veremos en un próximo post lo que pasa con los refrescos sin azúcar que pueden ser tanto o más peligrosos que los azucarados de verdad.
marisa dice
Genial este post. Muy buena información bien explicada. Gracias por ayudarnos a mantener la salud.
Inma dice
Esto es PAVOROSO!!! Gracias por abrirnos los ojos y ponernos sobre alerta de estos «venenos» que consumimos tan inocentemente por no estar informados.
Aprovecho para animarte a que continúes con esta labor tan importante e impagable de enseñarnos a alimentarnos, o al menos llamar nuestra atención sobre los riesgos de una mala alimentación y el sedentarismo, a ser exigentes consumidores y por todos esos trucos que compartes con todos nosotros de una forma tan desinteresada.
MUCHAS GRACIAS. Eres nuestro Ángel de la Guarda de nuestra salud.
madreconcarné dice
¡Qué buena labor haces hablando claramente! Hace años que se saben estas cosas, pero, o bien se intentan minimizar desde un lado, o bien hacemos oídos sordos desde el otro…
Cristina Galiano dice
🙂 Gracias a todas 🙂
María dice
Simplemente genial.
Laura dice
Se me ponen los pelos de punta solo de pensar en las cantidades ingentes de coca cola que mi marido es capaz de consumir al día!!!!
Seguiré insistiendo en que disminuya el consumo, a ver si con tu artículo en mano consigo algo más!
Gracias por todos los consejos y cosas sobre nutrición que nos das, muchas veces una no sabe a quién ni qué creerse!
Cristina Galiano dice
Ya sabes que muchos maridos son difíciles de convencer… y que estas bebidas «enganchan» y crean adicción!
Una preguntita… si me dejas: ¿Tiene algún tipo de sobrepeso?
María dice
Entonces cristina tomar un zumo de naranja diariamente para los niños muy pequeños, no es muy conveniente? Hay que darlos de vez en cuando? Yo quería también preguntarte desde que se hace este zumo cuanto dura la vitamina en desaparecer. Mil gracias como siempre.
mariajose dice
Madre mia cristina yo que siempre que salgo, como no bebo alcohol, ni cafe, me tomo mi coca cola ligh, que seguro que sera peor encima….me has dejado pasmada.Eres clara y contundente, como siempre, mil gracias por el trabajo tan inmenso que te tomas por nuestra salud.un abrazo
Cristina Galiano dice
Para los niños muy pequeños claro que el zumo recién exprimido es muy bueno, pero en cuanto puedan masticar deben tomar, además del zumo, frutas a trocitos, masticadas, para que vayan desarrollando su mandíbula.
Cuanto menos tiempo pase desde que lo haces… mucho mejor!
Maru dice
Hola Cristina, la verdad es que ya no sabemos ni que tomar, estamos en manos de la publicidad y por vender anteponen el dinero a la salud de las personas. A mi ahora me ha dado por beber cerveza cero cero, crees que es igual de mala?
Cristina Galiano dice
Las cervezas y los vinos no se consideran bebidas azucaradas y, en su justa medida, pueden ser muy saludables.
Si te hinchas a beber cerveza, aunque tiene la mitad de calorías que la entera, y aunque sea sana podrás aumentar de peso y sobre todo de estómago… pero será por las burbujitas.
Laura dice
Pues a ver qué hago yo, porque yo soy de las que beber con agua… me puede. Suelo beber refresco de limón a diario, 2 vasos, ya sé que está mal pero bueno, desde luego sobrepeso de momento no tengo porque soy bastante delgada, pero entiendo que saludable aún así no es. Y si sustituyo el refresco por limonada casera (cosa que hago a menudo también) y le pongo azúcar, ¿tampoco es recomendable?
Un saludo y gracias por toda esta info que nos das.
Cristina Galiano dice
Pues a mí me pasa lo que a ti que el agua no me entra, pero bebo infusiones naturales, sin edulcorar, aunque no me gustan.
Si tomas limonada natural endulzada con azúcar, estás un poco en las mismas, el azúcar, y te remito al post de hace unos días, también es adictivo, en todas sus formas, por lo que solo se debe consumir de vez en cuando y nunca a diario, en ninguna de sus formas, dulces, pasteles, refrescos, helados…
Mª Ángeles dice
Hola Cristina,
Conocía el tema de las bebidas azucaradas y carbonadas, pero ¿qué me puedes decir sobre las bebidas que llaman hipertónicas?, ricas en minerales, que usan los deportistas tras el ejercicio. A mi niño, no le gustan las bebidas con «burbujitas» y creo que abusa del llamado acuarius. Yo he leído, que con tanto mineral puede ser una sobrecarga para el riñón, que tiene que filtrar todo ello. Tienes alguna información al respecto. Gracias.
Cristina Galiano dice
Ya hablé en su día de las bebidas energéticas, y efectivamente cada día están descubriendo más «inconvenientes» sobre estas bebidas, máxime en los niños que no deberían ni probarlas!