Aunque hay muchas más, os voy a poner aquí 10 mentiras muy frecuentes sobre los alimentos.
1. No hay alimentos buenos ni alimentos malos o que nos hacen enfermar o curar.
Todos los alimentos naturales, es decir sin procesar, son buenos y deben estar presentes en la proporción adecuada en una dieta equilibrada y variada.
Un alimento de por sí no nos hace enfermar, a no ser que se tome en cantidades astronómicas y solo se tome eso. Tampoco nos cura aunque siempre hay algunos con más propiedades que otros, como por ejemplo los ricos en antioxidantes.
Lo que nos hace engordar es todo el conjunto de lo que se come y se pica a lo largo del día junto con el sedentarismo.
2. La dieta que con un mero análisis de sangre, por cierto carísimo, establece toda una serie de alimentos a los que determinadas personas resultan intolerantes no tiene ningún rigor científico y además puede privar de ciertos alimentos que son totalmente indispensables como los tomates, la familia de las coles, la leche …
Tan solo si una persona es alérgica de verdad a determinados productos, el pescado, los frutos secos, la proteína de la leche… y se lo ha diagnosticado un médico alergólogo con pruebas cutáneas, deberá prescindir de ellos.
3. El pan, las patatas y las legumbres engordan. Tienen calorías como el resto de los alimentos, pero tomados en las cantidades adecuadas y cocinadas de la manera apropiada no deben desaparecer de una dieta.
Si el pan se moja en salsas grasientas o se acompaña como las legumbres de embutidos, patés, y alimentos calóricos…, claro que engordará porque todo lo que le acompaña es bastante más calórico.
Si se toma un ¼ de kilo de pan blanco diario se estarán injiriendo 645 calorías, pero si se toma una barrita de 60 g tendremos solo 155 calorías y si se trata de pan integral 137.
Las patatas cocidas con su piel al vapor, en el microondas o en el horno tienen solamente 79 calorías por cada 100 g, y en cantidades normales no engordan, pero fritas tienen 453 y si son de bolsa 544.
4. Tampoco engordan especialmente el plátano y el aguacate. Es verdad que son frutos bastante calóricos, 83 y 136 calorías cada 100 g respectivamente, pero si se toman en la cantidad recomendada ambos tienen muy buenas propiedades.
5. No es cierto que la miel engorde más que el azúcar, al revés, tiene menos calorías, 295 por cada 100g, frente a las 373 y por tanto a igual proporción engorda menos. Además es un alimento muy interesante.
6. El zumo de 1 o 2 limones por la mañana adelgaza pues el ácido cítrico disuelve la grasa. Totalmente absurdo ya que es un poderoso antioxidante muy rico en vitamina C pero no influye para nada en la absorción de las grasas.
7. El aceite crudo no engorda menos que el frito porque su cantidad de calorías, 900 por cada 100 g es invariable se tome como se tome. Sienta mejor únicamente porque el frito muchas veces se calienta en exceso.
Tampoco es verdad que su valor calórico dependa de su acidez porque todos los aceites se comportan de la misma manera en cuanto a calorías se refiere. La acidez del aceite depende únicamente del mayor o menor número de ácidos grasos libres.
Todos los aceites, el de oliva, girasol, maíz, nuez… y demás semillas tienen las mismas calorías, las 900 citadas anteriormente.
8. No es cierto que la cerveza sin alcohol no tenga calorías. No tiene nada de alcohol si se trata de la 0,0 pero tiene 13 calorías por cada 100 g, además de otras muchas sustancias alimenticias interesantes, mientras que la normal tiene además, las calorías añadidas del alcohol, 32 cada 100 g, casi el triple.
9. Se dice que la tónica y el bittter son refrescos con pocas calorías, pero ambos contienen las mismas calorías que otros refrescos, un 10 o 15% de hidratos de carbono que suelen ser glucosa o fructosa aunque sepan amargo, algo debido a la quinina. Cada botella de 200 ml tiene entre 80 y 150 calorías.
10. Los hidratos de carbono son muy beneficiosos. Sí y no, depende.
Los simples o de absorción rápida engordan más que las proteínas puesto que en su digestión no se gasta nada, es decir que se absorben las 4 kilocalorías que tienen, mientras que en la de las proteínas hay una pérdida o gasto previo del 30%. Pero además estos hidratos cuyas calorías se denominan «calorías vacías» tienen muy poco valor nutritivo, solo su valor energético, y como se absorben rápidamente inducen una rápida secreción de insulina, hormona que parece estimular el apetito y ayudar al depósito de grasas. Favorecen el desarrollo de la obesidad y de la diabetes.
Entre ellos están los cereales refinados a los que se les ha eliminado la fibra vegetal, los productos de pastelería elaborados con harinas refinadas y cargados la mayoría de las veces de grasa, los dulces y golosinas… Por ello hay que “huir” de ellos.
Sin embargo los hidratos complejos o de absorción lenta pierden durante la digestión entre el 20% o 25% de sus calorías y además liberan su energía despacio como su nombre indica, son saciantes y muy recomendables.
Magnifico decálogo,muchas veces en nuestra carrera por adelgazar nos dejamos llevar por dietas que no tienen sentido alguno.
Muchas gracias por compartir tu sabiduría,me encantan tus libros y ahora ademas te tengo aquí ¡¡ fantástico!!
Muchas gracias Pilar 🙂
Es increíble la cantidad de bulos que pululan por ahí, y lo peor de todo es que hay demasiada gente que los cree y defiende, la mayor parte de las veces (siempre) sin ninguna base científica ni medianamente cultural. Si de verdad existiera esa ‘dieta milagrosa’ que te permite comer la cantidad que quieras y encima adelgazas, no existiría la obesidad.
Saludos.
Antonio.
Naturalmente Antonio.:)
Hola Cristina! Muchas gracias por estar aqui; en principio llegue a ti por la thermomix y ahora estoy leyendote cada vez que puedo por los boletines que envias a los correos; quisiera adelgazar (me hace mucha falta) pero con sentido comun (hace 5 años pesaba 20 kg menos que perdi durante 2,5 años de dieta medica – con controles y extremadamente cara- y que volvi a recuperar),por lo que estaria muy interesada en que me recomendases las pautas para perder peso teniendo en cuenta que trabajo en una oficina 10horas y tengo 2horas mas de camino en coche /esta en otra provincia… muchas gracias otra vez y disculpa por lo extenso del mensaje
Pues hasta dónde yo te puedo ayudar, si ya sabes lo que tienes que comer, de todo pero en la proporción adecuada, solo tienes 2 caminos difíciles en tu caso por los horarios. «Poco plato y mucha suela de zapato». Como lo de comer poco te será muy difícil, tienes que moverte más, como sea, en una cinta de andar casera, en una bicicleta elíptica, haciendo una tabla de ejercicios que puedes sacar de Internet o que te la puede enseñar un entrenador personal y hacerla por lo menos 5 días a la semana en tu casa cuando buenamente puedas… Pero tienes que moverte más, pues imagino que estarás sentada las 12 horas. Los milagros, te puedo asegurar que no existen… sino no habría gordos en el mundo. Y no es cuestión de dinero, porque los ricos también están gordos aunque se están «haciendo cosas» todos los días. Es cuestión de cambiar el chip y tu estilo de vida, y tener mucha fuerza de voluntad… y ya sé que es muy difícil pero es lo que hay. Si quieres charlar conmigo, llámame 🙂
Hola Cristina!
He visto que dices que la cerveza sin alcohol tiene calorías, y que el bitter tiene azúcares… mi pregunta es:
¿la cerveza sin alcohol tiene fructosa? Y esta pregunta tiene sentido porque me han diagnosticado (en el médico de digestivo) hace 4 días malabsorción de la fructosa y ahora ando, no con dieta estricta (todavía) pero si intentando evitarla al máximo.
Sé que el alcohol prohibido, pero si la cerveza SIN también tiene fructosa, pues estoy apañada
Gracias!
Hola, Cristina!
Estoy disfrutando y aprendiendo poco a poco tanto de tus libros como de tu web. ¡Qué interesante todo lo que nos enseñas! De este post me ha sorprendido el comentario sobre el aceite, porque había leído que, para no engordar, era preferible tomarlo crudo. ¡Ya me estaba planteando si era mejor hacer un sofrito a las verduras después de prepararlas al vapor, o echarles luego un poco de aceite en crudo por encima! Desmontado el error, si la preferencia se centra en que siente peor por un calentamiento excesivo ¿como saber el punto óptimo de temperatura?
A parte de sentar peor, Aurora, es que si el aceite lo calientas en exceso, no más de 180º, pierde sus buenas propiedades, se hidroliza y da productos tóxicos. Nunca tiene que humear demasaiado… aunque en muchas recetas lo ponga 🙂
Gracias, Cristina, por tu rápida respuesta! Yo ni siquiera dejo que salga humo, no sé si lo haré bien…
¡Tampoco es eso! Cuando ves que empiezan a salir vapores se nota también que el aceite hace como aguas, «irisaciones», porque se está dilatando con el calor, y es en ese momento cuando hay que empezar a freír y mantener además esa temperatura para que el alimento salga realmente frito. 🙂
Hola Cristina, quería hacerte una pregunta que me tiene intigrado desde hace tiempo, ¿es sano el atún en conserva como fuente de proteinas al tomarlo de forma habitual? Es algo muy frecuente en dietas de deportistas y yo mismo tomo bastante pero me queda la duda de los añadidos que puedan tener y si a la larga pueda ser perjudicial para la salud. Gracias y recibe un cordial saludo.
Jose.
Hasta dónde yo sé Jose parece que todas nuestras latas de bonito en aceite de oliva se elaboran con bonitos que no son enormes y por tanto no tienen mercurio. Y aunque no me gusta poner marcas, te diré que las latas de bonito del norte en aceite de oliva virgen extra marca Carrefour son fantásticas así como las de lomos de caballa también envasadas en oliva. Yo las uso muchísimo, sobte todo de noche. No llevan «ningún añadido», son como tú dices una magnífica fuente de proteína y conservan además todos los maravillosos ácidos grasos omega 3 del pescado. ¡Ojalá se consumieran mucho porque son sanísimas!
Y los niños, a partir de los 14 meses también deberían tomarlas, así como sardinillas con su raspita… que tiene bastante calcio. 🙂
Hola Cristina:
Cada día se oye con más frecuencia lo malísima que es la leche para los adultos ; incluso muchos osteópatas recomiendan quitarla de la dieta (junto al pan y a productos elaborados con harina). Me gustaría saber si esto es cierto y qué rigor científico tiene.
Un saludo
No es cierto y no hay ningún rigor científico… aunque muchos «pseudo científicos» lo afirmen!