Quemaduras que podemos hacernos al cocinar.
■ En la cocina es muy fácil quemarse, bien por tocar algún recipiente que esté realmente caliente, bien porque salte algún alimento al freírse, como pollo, conejo, calamares…, bien porque se vuelque o se desparrame algo que está hirviendo.
■ Aunque hay muchos remedios caseros, la mayoría de ellos falsos, como poner pasta de dientes – lo más importante – cuando se sufre una pequeña quemadura de este tipo en el hogar, es poner rápidamente la zona afectada debajo del grifo del agua fría, hasta que baja la temperatura de nuestra piel.
■ A continuación secarla con cuidado y poner una pomada especial para quemaduras como Furacín.
Aunque es muy pegajosa, es realmente efectiva si se pone inmediatamente después de quemarse, a continuación del agua fría.
■ Por ello os recomiendo que tengáis siempre un tubo, en la nevera, en cualquiera de los compartimentos de su puerta.
■ También es estupenda si os quemáis manos o brazos mientras estáis planchando.
Si la piel se ha quemado, porque el calor sufrido ha sido intenso, esta piel, con el tiempo, se renovará, pero, gracias a esta crema, no se os formará ampolla y el dolor será mínimo.