Hace ya varios años que oí hablar a Francisco Mora sobre las ventajas de comer algo menos de lo necesario para no solo prolongar la vida sino su calidad, es decir llegar a mayores y a viejos, de una manera más saludable.
Francisco Mora es un neurobiólogo español que se licenció y doctoró en Medicina en la Universidad de Granada, y se doctoró en Neurociencias en la Universidad de Oxford.
Es catedrático de Fisiología en la Universidad Complutense de Madrid y profesor adscrito de Fisiología Molecular y Biofísica en la Universidad de Iowa, en Estados Unidos.
También es miembro del Wolfson College de la Universidad de Oxford.
Las dietas algo acalóricas, y aquí sí que yo las llamaría “dietas”, aunque ya sabéis que odio la palabrita, nos animan a comer, en cantidad o en calorías, como se prefiera decirlo, de una manera ligeramente diferente a la que estamos acostumbrados, pero sin restricciones de alimentos en ningún momento.
Han estado de moda intermitentemente y siguen estándolo cada vez con más pruebas científicas que las avalan.
Entre las muchas que ha habido, por citaros solo una, estaría la de la «zona» pero, en mi opinión, la restricción calórica era exagerada ya que aconsejaba bajar las calorías en un 30%.
Para personas que por su complexión y estatura solo necesitan 1.800 calorías diarias, bajarlas un 30% significaría consumir solamente 1.260 calorías y esto nos llevaría a un estado de desnutrición y anemia.
Sin embargo hoy hay un número creciente de personas que sigue una dieta conocida como dieta CRON, por sus siglas en inglés, “restricción calórica con nutrición óptima” en la que se disfrutaría de una alimentación muy rica en nutrientes, pero baja en calorías, un 20 o un 30 % menos de lo habitual, como la anterior.
Con estas dietas CRON, aptas solamente para personas que toman muchas calorías diarias, se conseguiría una nutrición óptima, se alejarían las enfermedades cardiovasculares y la diabetes y se prolongaría la vida, por lo que a los que la practican se les llama “cronies”.
Sin llegar a estos extremos, Francisco Mora, este prestigioso neurocientífico nos explica que si comemos más de lo que nuestro cuerpo necesita, es decir si nos levantamos de la mesa totalmente saciados o incluso atiborrados, aumentamos innecesariamente el estrés oxidativo de nuestro organismo, y ello, a largo plazo, hasta perjudica a nuestro cerebro.
También recomienda, desde tiempo inmemorial, hacer ejercicio moderado de manera regular, ya que, además de la evidente sensación de bienestar que éste produce, porque se liberan endorfinas, las llamadas hormonas de la felicidad, la realización de deporte aeróbico genera una serie de sustancias que directa o indirectamente acaban también potenciando la plasticidad del cerebro y las conexiones neuronales, que se van perdiendo con la edad, pero que de esta manera se pueden ir regenerando.
Comer menos y de modo saludable y hacer ejercicio moderado puede no solo alargar la vida, sino mantener el cerebro activo y productivo.
“Hacer ejercicio mental, viajar, intentar adaptarse a los cambios sociales, no vivir solo, no fumar, beber con moderación y no entrar en la dinámica de un estrés sin control, dormir bien, mantener vibrantes nuestras emociones, dar sentido a nuestra vida y ser agradecido, no sólo pueden retrasar los procesos del envejecimiento que deterioran nuestro cerebro, sino que ello se logre sin enfermedades”.
Desde la antigüedad sabemos que “mens sana in corpore sana”, aunque muchos crean que “eso” ya ha pasado a la historia.
Así que el ejercicio es bueno para el corazón, como siempre se ha dicho, y bueno para el cerebro, algo que no se había dicho tanto.
La manera en que envejecemos, yo diría mejor la manera de cumplir años con salud, está dictada en una cierta medida por los genes, aunque ya también nuestro prestigioso cardiólogo Valentín Fuster anunció en su día que se podía luchar incluso contra ellos: “Nadie está condenado genéticamente a sufrir una enfermedad cardiovascular si apuesta por hábitos saludables de vida”, y ya sabéis cuáles son los pilares de estos hábitos, una buena alimentación, cuanto más variada mejor, y ejercicio.
Estudios recientes revelan que la esperanza de vida depende sólo en un 25% de la genética, mientras que el 75% restante se atribuye a factores ambientales.
Para los investigadores ILchi Lee y Jessie Jones, el individuo tiene el poder de controlar al menos el 70% de su proceso de envejecimiento, dependiendo de las decisiones que tome a lo largo de su vida en lo que se refiere a dieta, ejercicio, salud mental, aprendizaje y relaciones.
En su guía de Educación cerebral para un envejecimiento exitoso, Lee y Jones señalan que “el bienestar físico, el estilo de vida, el peso, la dieta y el ejercicio son factores mucho más importantes para la salud cerebral que la genética o la edad”.
Reducir tan solo 100 calorías diarias en el 90% de los adultos puede prevenir los índices de obesidad de la población, según ha mostrado el estudio ‘Energy balance and obesity’, realizado por la Universidad de Colorado (Estados Unidos) y publicado en la revista Circulation.
En él se destaca la necesidad de fomentar la práctica de ejercicio físico por ser un requisito «indispensable» para combatir esta epidemia del siglo XXI, como son el sobrepeso y la obesidad.
Y estas 100 calorías equivalen tan solo a usar, por ejemplo, 1 cucharada menos de aceite de oliva al día, crudo en ensaladas, o en un guiso (en realidad es un pelín menos, 90 calorías).
¿Por qué el ejercicio es hoy totalmente indispensable y a todas las edades?
Aunque todos lo sabemos y estamos de acuerdo en ello, los expertos han demostrado que el gasto energético ha disminuido de forma «importante» en el último siglo debido a una menor actividad física diaria, y han recordado que existen numerosos estudios que indican cómo niveles superiores de actividad física están asociados a un menor aumento de peso.
Tal y como afirma el profesor de Pediatría y Medicina del Campus de Medicina de la Universidad de Colorado James O. Hill, “si no aumentamos la actividad física de la población, nos estaremos limitando a fomentar unos niveles insostenibles de restricción alimentaria», es decir tendremos que aconsejar que se coma mucho menos, y esta estrategia que no ha funcionado nunca, lo hará bastante menos ahora y en el futuro.
Concluye que hay que cambiar el mensaje, de «comer menos y moverse más», por «moverse más y comer mejor».
Para todos los que quieran tenerlo en cuenta, «comer menos puede aumentar sus expectativas de vida saludable».
Las estadísticas actuales ya anuncian que los españoles vamos a ser los más longevos de toda Europa, pero los más «jodidos», y perdonad la expresión, es decir vulgarmente que vamos a estar hechos un «asquito» durante muchos años si no tomamos ciertas medidas ya.
Ana dice
Totalmente de acuerdo!!
Fíjate si será importante el ejercicio, que el equipo de Super Train Me (en contestación al famoso documental Super Size Me) pretende demostrar que una alimentación catastrófica para el organismo se puede contrarrestar con ejercicio físico intenso.
Por si no lo conocéis, os dejo enlaces, ¡es muy interesante! y un gran proyecto español:
https://www.facebook.com/supertrainme
http://supertrainme.blogspot.com.es/p/colaboradores.html
«¿Qué ocurriría si una persona comiera durante 30 días comida rápida y duplicase sus calorías?
Esto fue lo que vimos en 2004 con Super Size Me, documental estadounidense, que terminó con el protagonista engordando 11 Kg, sufriendo serios problemas de salud y con daños irreversibles en su organismo.
¿Sucedería lo mismo si incluyésemos ejercicio físico en los 30 días de comida rápida?
Super Train Me muestra la evolución de David Moronta durante un mes, obligado a alimentarse 5 veces al día de productos de una famosa cadena de comida rápida llegando a duplicar las calorías. Con el fin de contrarrestar toda la comida ingerida deberá someterse a un entrenamiento sólo apto para deportistas de élite.
David tendrá que realizar duras pruebas físicas, metabólicas y psicológicas al principio y final del mes para observar los beneficios del ejercicio. De esta forma conoceremos los efectos de un intenso entrenamiento combinado con una dieta catastrófica para su salud.
¿Podrá finalizar el mes? ¿Cuánto engordará? ¿Tendrá problemas de salud? ¿El ejercicio lo neutralizará todo?
¡No te pierdas los resultados de Super Train Me!»
Cristina Galiano dice
Muchas gracias por tu aportación Ana, 🙂 , ojalá mucha gente vea los dos.
Yo ya conocía el primero y ahora veré el segundo.
Pero mucha gente, demasiada, no se quiere enterar, como decía Punset, pone pretextos o excusas para no pensar y cambiar.
El domingo pasado estuve en una comunión, y salí horrorizada de todo lo que se comió y bebió… como si no lo hubieran hecho en su vida!
María - Gijón dice
Muy bueno el post Cristina.
Me quedo sobretodo con «Estudios recientes revelan que la esperanza de vida depende sólo en un 25% de la genética, mientras que el 75% restante se atribuye a factores ambientales». En mi familia hay bastantes casos de cancer y algunos se empeñan en rendirse un poquito a lo que diga «genética»(porque es lo más fácil, también). Yo insisto en que el estilo de vida es muy muy importante, pero aquí tengo un poco más de «refrendo científico».
Besos
María - Gijón dice
Aclaro que los que se rinden no son familiares sino amigos…
Yol dice
Me ha encantado el post,parece que cada vez se valora mas a nivel cientifico los beneficios del ayuno no solo de reducir el número de calorias y te queria preguntar que piensas sobre hacer ayuno un dia a la semana, es decir pasar un dia solo a base de agua y pan.Los casos que conozco lo hacen por motivos religiosos, pero parece que esa práctica tiene beneficios no solo espirituales.
Cristina Galiano dice
Yo no lo recomiendo.
marielena dice
Magnifico post, cristina cambiando ahora de tema, para que sirven los dos botones azules que llevan las buenas ollas de 5l y 28cm en las tapas?me compre mi olla
hace unos dias y por esos botones la goma no se acopla porque tienen unos muelles que la separan es normal? Gracias anticipadas por la respuesta!
Cristina Galiano dice
La goma tiene que pasar por encima de esos botones azules para estar bien colocada. Parece que va a sobrar… pero no.
Olvídate de los muelles… que no he tocado nunca!
Consuelo dice
Estupendo artículo. Lo único que no entiendo es por qué no se recomienda vivir solo…
Cristina Galiano dice
Porque, se supone, que la persona que vive sola no tiene ni vida social ni intelectual, y eso es totalmente falso.
Se puede estar muy a gusto solo, y más vale «solo que mal acompañado»!
Mariu dice
Evidentemente, como decía Grande Covián, no hay dietas ni alimentos milagro. Sus frases eran: «el único alimento que adelgaza es el que queda en el plato» y «poco plato y mucho zapato». Evidentemente, hace 50 o 60 años, por fuerza la vida era mucho menos sedentaria y era necesario consumir platos calóricos para poder hacer frente a bastante esfuerzo físico diario. Hoy día eso no es necesario, en cambio, la mayoría de los alimentos que encontramos contienen gran cantidad de grasas, azúcares y sal. Al contrario de lo que nos vende la publicidad, los fabricantes no nos ofrecen la nutrición que necesitamos sino la que resulta más rentable.
En nuestra mano está decidir «perder» más tiempo pensando las comidas, cocinando y comprando.
Fernando Plaza dice
Me ha encantado este artículo que me han enviado mis suegros por e-mail ( ya me he subscrito yo para el futuro).
Últimamente pienso mucho en este tema, incluso hoy escribía sobre ello en mi blog. Para mi el ejercicio no es suficiente… las calles ahora están plagadas de gente que se ha apuntado a la moda del running, muchos de ellos sólo para perder peso, son personas que están dispuestas a «quemar más calorías» a base de kilómetros… pero que no están dispuestas a plantearse el «ingerir menos calorías».
El problema es que no hay nada peor que correr con sobrepeso (hablo por experiencia), sumado a la edad puede acarrear lesiones: vuelta a la vida sedentaria, recuperando el peso perdido… otra versión del famoso efecto yo-yo.
El deporte se debe practicar por decenas de buenas razones… pero perder peso no debería ser la principal motivación
Cristina Galiano dice
Fernando, las dos cosas deben ir unidas siempre, porque cualquiera de ellas, aisladamente se queda coja 🙂
procestoc dice
Leo habitualmente su blog y siempre aprendo y disfuto mucho con él. Sin embargo creo que en esta entrada aparecen muchas afirmaciones que, a pesar de que siempre se hacen con buena intención, no se corresponden con la realidad o, al menos, deberían ser matizadas.
“Nadie está condenado genéticamente a sufrir una enfermedad cardiovascular si apuesta por hábitos saludables de vida” es una de ellas. Equivale a afirmar que unos hábitos saludables de vida acabarían con las enfermedades cardiovasculares por un lado y que sabemos cuales son esos hábitos por otro, algo difícil de creer, aunque lo afirme un prestigioso cardiólogo.
«Estudios recientes revelan que la esperanza de vida depende sólo en un 25% de la genética, mientras que el 75% restante se atribuye a factores ambientales.» Al ser una estadística habría que conocer como se valoran los datos antes de extraer ninguna conclusión de ella.
«Las estadísticas actuales ya anuncian que los españoles vamos a ser los más longevos de toda Europa…» de nuevo una estadística que mencionada así parece lógica, cuantos más años, más problemas.
En definitiva creo que sería interesante transmitir la necesidad de nutrirse correctamente como una actitud para favorecer una vida mejor en todos los sentidos, cuidándonos y respetándonos a nosotros mismos y no como un intento de llegar a una especie de inmortalidad en la que cualquier contratiempo de salud es debido a una negligencia o la dejadez nutricional.
Gracias por su ayuda y sus consejos y enhorabuena por este blog cuya lectura debería ser «obligatoria».
Pilar dice
¡Qué curioso! Yo había leído que la obesidad moderada (IMC 30-34,9) no se asocia con mayor mortalidad, y que el sobrepeso (IMC 25-29,9) se asocia de hecho con la menor mortalidad por cualquier causa. http://www.aahs.org/medstaff/wp-content/uploads/ObesityMortalityNEJM20131.pdf
Cristina Galiano dice
Pilar, hoy más que el IMC, se ha llegado a la conclusión de que es más peligroso el perímetro del abdomen, es decir la obesidad abdominal porque allí se acumula la peor grasa!
maria dice
Enorabuena cristina por el articulo. Un saludo