Los alimentos frescos, limpios, pelados, troceados y envasados listos para consumir se denominan productos de cuarta gama y pueden ser una solución para personas que disponen de poco tiempo y sin embargo quieren alimentarse bien y tomar vegetales sin necesidad de perder tiempo en manipularlos.
Los productos que más se ven en la actualidad son las hojas de lechugas de una sola variedad, iceberg, romana, trocadero, escarola, berros, canónigos, rúcula…, o de varias mezcladas que muchos llaman “ensalada cuatro estaciones”, de espinaca y de acelga… y hasta perejil y tiras de cebolla.
Pero también podemos encontrar frutas ya peladas, cortadas, envasadas y listas para tomar, más frecuentemente en el extranjero.
Suelen venir dentro de una bolsa de papel celofán especial y en atmósfera protegida para que se conserven mejor. Esta atmósfera modificada, cuya composición varía según los fabricantes, puede ser una mezcla de nitrógeno, anhídrido carbónico, argón… desplaza suficientemente la cantidad de oxígeno del interior para ir reduciendo de forma progresiva la velocidad de respiración de los productos que se encuentran en su interior y la consiguiente oxidación. Posteriormente se disminuye la temperatura del envasado para aumentar la vida del producto fresco procesado.
Se alcanza así un equilibrio en la atmósfera interna que reduce no solo esta velocidad de respiración, sino la pérdida de humedad por transpiración, y el desarrollo microbiano.
El envasado en bolsas flexibles es muy utilizado debido a su uso práctico como a su bajo coste. Las condiciones que debe reunir este tipo de envase son las siguientes:
– Debe resistir una temperatura de 120º como mínimo.
– Debe tener cierre aséptico.
– Debe ser impermeable al oxigeno, humedad y microorganismos
– Debe presentar buenas características para el termosellado.
Como no se han sometido a ningún tratamiento térmico, deben mantenerse siempre en refrigeración, algo que no recomiendan sino que exigen, y su período de caducidad es corto, de 7 a 10 días. Pasada esta fecha de caducidad no es recomendable su consumo, ya que habrán perdido una gran parte sino todas sus buenas propiedades, por mucho que todavía se recomiende dejarlas en agua fría para que se “rejuvenezcan”, algo totalmente desaconsejable.
Antes de adquirirlas, las 3 exigencias o precauciones importantes a tener en cuenta son:
1. La más importante, adquirirlas, como en el mismo envase indica, en un sitio en el que se encuentren entre los 3º y 4º de temperatura, algo que en muchas ocasiones no se cumple… ni de lejos. Yo paso todos los días por una tienda de barrio pequeñita, de las que antes se llamaban de ultramarinos, que tienen un poco de todo, y estas bolsas las tienen en la calle, durante todo el día, en invierno ¡y en verano! para que el transeúnte sepa que las puede comprar allí, algo que evidentemente se puede denunciar.
Y en fruterías pequeñas, también de barrio, o en mercados municipales… no tienen cámaras y también están a la temperatura de la atmósfera, sin refrigerar.
2. Comprobar con nuestros propios ojos el estado de los vegetales, si están frescos, tiesecitos, con su color natural y sin manchas.
3. Verificar la fecha de caducidad, y cuanto más lejos esté mejor ya que nos indicará que el producto está recién envasado. De todas maneras esta fecha nos puede equivocar porque si se han conservado en malas condiciones desde que salieron de fábrica, es decir si se ha roto la cadena del frío en algún momento, a lo mejor faltan todavía 5 o 6 días para que caduquen… pero ya no sirven prácticamente para nada.
Es importante, una vez que se han adquirido, consumirlas lo antes posible, en pleno esplendor, si son para tomar crudas, o cocinarlas también lo más rápidamente posible para congelarlas a continuación si de momento no se van a tomar.
La materia prima de la que parten estas industrias suele ser de buena calidad y como es lógico, cuestan algo más que si se compran “en bruto” puesto que el ahorro de tiempo es considerable.
Ya os explicaré en posts sucesivos como hacer en 5 minutos unas deliciosas espinacas con pasas y piñones, o unas acelgas con taquitos de jamón…
Cristina, yo tuve una época de comprar espinacas y hojas de lechuga todas las semanas. Ahora he regresado a comprarlo todo fresco para manipularlo yo. El motivo: me encontraba la verdura en condiciones lamentables. Las bolsas llenas de humedad dentro de la cámara de frío, todas sin excepción, y por lo tanto muchas de las hojas ya no estaban frescas, sino echadas a perder.
Al principio pensé que era cosa de un único hipermercado, pero me ha pasado en más sitios. Le he dado más oportunidades, pero no me ha merecido la pena…. 🙁
Antonia, lo que yo os he puesto en el post es verdad y tú misma lo has comprobado. Pero hay que comprarlas en grandes superficies, siempre refrigeradas y comprobar su estado. Yo uso mucho las acelgas y espinacas y te puedo asegurar que están como recién cogidas. Si las que tú adquirías estaban llenas de humedad por dentro, quiere decir que habían estado mucho tiempo sin refrigerar, y luego, con el frío habían sudado un montón. Pero soy consciente de que hay mucha gente que compra todas las lechugas de esta manera, y pensando en ellas he escrito este post, para que sepan lo más importante y en lo que se tienen que fijar. Gracias por tu comentario 🙂
Yo, las pocas veces que compro estas bolsas, ando loca detrás de las fechas de caducidad y de si se ven las hojas «babosas» dentro… buf, es que pra eso prefiero no comer!
Gracias por recordarnos en lo que hay que fijarse!
Hola Cristina:
Te sigo hace mucho tiempo, tengo varios de tus libros y con ellos, y tu blog, he aprendido un montón. Muchas gracias por todo tu esfuerzo, te aseguro que merece la pena. Es la primera vez que te dejo un comentario. Estoy embarazada reciente, y me surge la duda de si las ensaladas de las que hablas en este post es conveniente también lavarlas (como las frescas) o no es necesario, pues ya vienen lavadas, especialmente en mis circunstancias, por lo del toxoplasma.
Muchas gracias por tu atención y tus enseñanzas.
Sí, tienes que lavarlas porque a veces se han encontrado Escherichia Coli.
Yo solo compro espinacas y acelgas, y ahora últimamente tampoco porque como no les han subido el precio… les han bajado la calidad, así que cuando las veo frescas y buenas me doy un atracón y guiso varios kilos.
Tú, además, con más motivos por estar embarazada 🙂
Mil gracias por responder tan rápido
Un beso, Gloria
Buenos días Cristina:
Compré una bolsa de espinaca en una frutería muy buena del Mercado de la paz de Madrid y descubrí que además no estar refrigerada no tenía fecha de caducidad. Vi que no estaba refrigerada pero como ellos envasan a diario cosas pensé en un primer momento que la envasarían ellos. Gran error. Al llegar a casa y darme cuenta escribí a la marca y me han respondido que al ser un producto no manipulado ni lavado ni troceado en ningún proceso, la ley no obliga a ello. ¿¿¿¿??????
Una bolsa de verdura, cortada, lavada y secada es un producto de 4ª gama y ya os hablé del tema.
Y si solo está en una bolsa, como te explican, no creo que tengan razón.
Hace unos meses compré también yo una bolsa así, pero debían de haberla sacado hacía muy poco y estaba fresca (de nevera).
Pero, lo que sí me extrañó, al llegar a casa es que no había fecha por ningún sitio.
Hablé con la empresa productora, debían estar en Andalucía, y me dijeron, palabras textuales» que, como otros fabricantes no lo ponían, ellos para simplificar tampoco, que sabían de sobra que no se debía hacer.
Y me costó lo mismo que las de 4ªgama auténticas.
Pero te contaré Mariángel que paso todos los días por una tienda de ultramarinos de las «antiguas», y tiene hasta las bolsas de lechugas en la calle, dándoles el sol!!! Y en ellas pone bien clarito que hay que conservarlas en frío.
Le he dicho que está incumpliendo la ley, pero como la gente las sigue comprando… pues tan fresco! 🙂
Gracias por los consejos cristina, debemos ser siempre exigente con lo que comemos, es por esta razón que tu articulo es de gran utilidad para muchas de nosotras
Buenos días a todas.
El otro dia fui a las tiendas fruterías de extranjeros, ahorramas, quería comprar judías verdes, vi malísimo, ya no se como comprar las judías verdes, al final tuve que comprar congeladas, en el mercado de mi barrio, una frutería vi buenas judías verdes , y vale 9 euros el kilo, me parece una exageración de precio brutal. para eso voy a sanchez romero.
aparte de eso, un dia mi madre partio una judía verde, la dependienta le contesto no se puede hacer.
no se si es época ahora de comprar judías verdes , que me aconsejas. ?
muchas gracias a ti y a todas.
No compro demasiadas judías verdes y, además, prefiero las estrechitas llamadas francesas, y las compro congeladas. Son de buena calidad. Mientras no seamos miles y miles los que protestemos, la industria alimentaria seguirá engañándonos. Lo que hoy es bueno, o por lo menos aceptable, mañana no lo es! Me ha pasado hasta con el yogur!!
Muchas gracias.
por favor mándame la chuleta lo que compras congeladas.
he leído grasas saturadas que pone 0 , de alipende y findus.
No tengo tantas chuletas, y compro pocos congelados, prefiero comprar verduras frescas, cuando realmente lo están, o productos de cuarta gama. Volviendo a los congelados, todos sueltan mucha más agua de la autorizada, que es sólo de un 10%, y quién lo denuncia? Yo lo he hecho en alguna ocasión, pero yo no soy nadie!! Por eso recomiendan que se cuezan en agua hirviendo, algo que nunca se debe hacer. Pero así no sabes el agua que sueltan. Las menos malas Findus
1º, se que suelta 10% de agua. por el pescado.
2º, estoy leyendo que es IV gama, http://www.ainia.es/noticias/seguridad-alimentaria/las-10-cosas-que-debes-saber-de-la-iv-gama/
3º, la bonduelle?.
4º, se siempre mejor las frescas.
muchas gracias y por ser pesada. tengo mucho interés hacia a ti persona. también estoy empezando a tener conocimiento.
Si hubieras buscado en mi blog hubieras sabido lo que son productos de cuarta gama y como comprarlos! Por eso no te lo he explicado antes.
Bonduelle era muy buena marca. Visité la fábrica hace años en Navarra y trabajaban de maravilla. Ahora sin embargo no la veo nunca.
He explicado también en mi blog, búscalo porque yo, al estar fuera de Madrid no puedo, la diferencia entre frescas y congeladas. Te puedes llevar una sorpresa… siempre que se hayan congelado como hacían en Bonduelle.
Me alegro un montón de que vayas teniendo «conocimiento». Conocer es saber, y el saber no ocupa lugar
😁
Hola Cristina, he descubierto recientemente tu blog, y estoy impresionada pues por fin encuentro alguien que da pautas para seguir una alimentación sana de forma muy práctica. El caso es que estoy tratando de leer y absorber todo lo que puedo, pero tengo muchas dudas y en relación con este tema no me queda clara una cosa: cuál es la forma correcta de lavar las verduras ? Por lo que he leído de tus post son agua por corto periodo de tiempo y un estropajo, no? Pero por ejemplo el brócoli, también se frota con el estropajo? Y luego otra pregunta, si se cocinan al vapor ( en mi caso de forma eléctrica) se supone que las bacterias y pesticidas por el calor se eliminan también? Muchas gracias y siento si son preguntas tontas pero no tengo ni idea y tampoco suelo cocinar.
Las verduras, que son las hortalizas de color verde, si son de hoja, espinacas, acelgas, lechugas…, se deben lavar en agua abundante lo menos cortadas posibles y permanecer en ella muy poco tiempo para que no pierdan sus sustancias solubles en dicha agua. Ya sé que se dice lo contrario, pero sé que tengo razón!
Con estropajo solo froto las remolachas enteras y las patatas, y ahora ni siquiera éstas porque las compro ya siempre lavadas.
Bróculi, coliflor, pimientos, berenjenas… solo pasadas debajo del grifo.
Hay mejores métodos para cocer al vapor que las vaporeras, eléctricas o no. Creo que el post del próximo lunes que está ya programado habla de todo esto.
Si no sueles cocinar, te animo a hacerlo. Si usas las técnicas culinarias modernas hasta te llegará a gustar, y desde luego tendrás una mejor salud.