■ Ateniéndonos a la ley solo se pueden llamar productos ligeros o Light aquellos cuyo aporte energético es al menos un 30% más bajo que el mismo alimento “entero” o completo en el que no pone nada, y se denominan así porque se les ha reducido parte de sus grasas o de sus hidratos de carbono…
También los que contienen menos cafeína, alcohol o nicotina… se pueden denominar así.
■ Pero son infinidad los que piensan todavía que cualquier producto por el mero hecho de denominarse Light no va a engordar porque no tiene calorías, y nada más lejos de la realidad.
Estos productos bajos en calorías solo tienen unas cuantas calorías menos y sin embargo son más caros, tienen normalmente menos sabor, y para evitar que éste se altere, lo mismo que su color o textura se les añade cantidad de aditivos, entre ellos muchos conservantes ya que al tener más agua se estropean más de prisa…
Comprobarlo vosotros mismos leyéndoos simplemente las etiquetas.
■ Otras personas creen que los productos Light adelgazan de por sí, cosa que tampoco es cierta en absoluto, y por ello se consumen abundantemente, aunque se ha comprobado que son totalmente inútiles para combatir el sobrepeso y la obesidad ya que lo importante es “aprender a comer” y realizar regularmente ejercicio, algo tan sencillo como andar un poquito deprisa unos 3 kilómetros diarios.
■ Antes que utilizar estos productos «bajos en calorías» es preferible, y además muy recomendable, «comer de todo» pero con inteligencia, como decía nuestro ilustre profesor Grande Cobián, disfrutando de una dieta tan equilibrada y variada como la nuestra, la mediterránea.
Lo demás supone gastar dinero, poner en peligro muchas veces nuestra salud, y obtener pocos resultados, en resumen ¡una tomadura de pelo!
■ Las alergias que están creciendo vertiginosamente en todo el mundo, y no solo en nuestro país, se están achacando en parte a este abuso de productos alimenticios industrializados cargados de saborizantes, espesantes, antioxidantes, emulgentes, colorantes, modificadores del ph… todos ellos autorizados por la UE, pero que no dejan de ser sustancias extrañas para nuestro organismo.
■ En mi opinión es preferible, por ejemplo, servirse una pequeña cantidad de mayonesa casera, paladeándola y disfrutándola, que una mayor “Light” que puede llegar a tener tantas o más calorías que la natural, dependiendo de la ración que cada uno se sirva.
La mayoría de las mayonesas Light llevan aceite vegetal sin especificar y espesantes para contrarrestar la menor presencia de grasa y su sabor es totalmente diferente, aunque el que esté acostumbrado no lo notará y hasta le gustará.
En casa también se puede elaborar una mayonesa con una textura menos espesa, utilizando un aceite de oliva virgen extra con mucho sabor, aclarándola con un poco de agua y añadiéndole la clara batida a punto de nieve. Todo esto la aligerará ya que ¡las «burbujitas» de aire de las claras… no tienen calorías… pero abultan!
■ El chocolate que se anuncia apto para diabéticos, en el que se ha sustituido la sacarosa por fructosa, tiene casi el mismo número de calorías que el chocolate normal y sin embargo mucha más grasa, pasa de unos 34 g por cada 100 g a 55 g por lo que no es nada recomendable pues estos enfermos no solo deben controlar su ingesta de azúcar sino también la de grasa.
■ Etiquetar un alimento como Light, bio, enriquecido, bajo en sal, sin colesterol… no deja de ser una estrategia comercial… porque están de moda y “venden” muchísimo, pero algunas veces es cierto y otras no, por eso hay que leerse siempre la información nutricional.
En cuanto a los refrescos Light merecen un post para ellos solitos.
Que verdad mas grande! Y siguen convenciendo con su marketing!
Por eso hay que estar bien informados y entonces convencen… a los que se quieren convencer, nada más 🙂
Yo estoy muy indignada, estamos en manos de empresas de marketing, te crees que estas comprando una buena leche y realmente no sabemos lo que nos estamos tragando y todo para vender mas. Como en España abunda la gente con sobrepeso, colesterol, tension alta, etc… se creen que con estos productos te van a solucionar tus problemas, pagas mas y no consigues nada. De quien nos fiamos de las marcas, de la ocu, de quien….
Gracias Cristina has dicho muchas verdades
Pues lo primero que debes hacer Maru es leerte las etiquetas de todo lo que compras, aunque eso relamente lleva bastante tiempo, y luego con la información que ya tienes y tu sentido común… decidir 🙂
¡Si no hay información suficiente, y muchas veces no nos la dan…, no puede haber decisión!