Macedonia de frutas, muy digestiva.
■ Que estemos todavía en Navidad, no significa que no podamos cuidar un poco la alimentación. Es importante que la fruta esté presente en algunas de las comidas en estas fechas porque supone un aporte de fibra que nos ayudará a la digestión y proporcionará una sensación de saciedad, con lo que tendremos menos tentaciones de tomar otros dulces más calóricos.
■ Preparada de esta manera, no habrá excusas para que nadie la pruebe ¡está riquísima!
■ Si habéis tenido una comida o cena copiosa, os ayudará a digerirla mejor y es también una estupenda opción para tomarla en el desayuno.
■ Es algo entretenida de preparar, en función, claro, de la cantidad que vayáis a tomar pero, si sois varios en casa, podéis repartiros un poco la faena: los niños pueden pelar las mandarinas, plátanos y otras frutas que no requieran utilizar un cuchillo peligroso y, los más mayores, el resto así como cortarlo en trocitos.
■ Quizás, alguno estaréis pensando que para qué hacerla en casa cuando ya se puede encontrar en muchos supermercados. Sin embargo, la fruta cortada, no se sabe desde hace cuánto tiempo, en envases expuestos a la luz en los mostradores, ha perdido una gran cantidad de sus vitaminas. Por supuesto, evitaréis el esfuerzo de pelarla y cortarla pero lo agradeceréis al degustar el sabor, que no tendrá ni punto de comparación. Si no tenéis tiempo de cortar todas las frutas para la macedonia, es preferible que os comáis una pieza entera, la que sea, recién pelada para que contenga todo su valor nutritivo.
■ Respecto a las latas de macedonia, tampoco son la mejor opción puesto que, durante el proceso de esterilización, las frutas han abandonado no sólo gran parte de sus vitaminas, la C por completo, sino que su sabor y su textura serán totalmente diferentes. Además, en algunos casos, aparte de añadir ácido cítrico, por supuesto, pueden incluir antioxidantes.
■ En el caso de las frutas enlatadas, pera, melocotón… ocurre lo mismo que con las macedonias de lata. Al tratarse de frutas cocidas, tanto su textura y sabor como su riqueza vitamínica han cambiado y no tiene nada que ver. Sirven para ocasiones concretas o cuando no está disponible la fruta fresca (como los melocotones en invierno) pero ya sabéis que hay que comer fruta fresca todos los días.
■ En muchos restaurantes, es habitual que os pongan alguna guinda o cereza en almíbar en la macedonia. Las guindas son una fruta proveniente del guindo, similar a las cerezas pero algo más pequeñas y ácidas. Cuando os la sirven en esta preparación suele ser confitada y, por ello, en esta receta no os aconsejo que la añadáis, puesto que supone una fuente de azúcar refinado añadido que no nos aporta nada positivo, máxime si la fruta ya está dulce o echáis zumo de naranja o piña en su jugo para ello.
Ingredientes para la macedonia de frutas
- 2 plátanos
- 2 o 3 kiwis
- varias rodajas de piña natural
- 2 naranjas en trozos
- 4 mandarinas
- 3 peras
- 2 pomelos
- 1 mango
- 2 manzanas
- nueces peladas
- el zumo de medio limón o 2 naranjas, opcional
Preparación de la macedonia
- Coger la piña entera y pelarla por completo. Podéis hacer rodajas y, después, partir las que vayáis a utilizar en trocitos. Si la dejáis ya partida cuando la peléis, podéis conservarla en la nevera y añadirla cuando vayáis a elaborar la macedonia.
- Pelar bien las frutas de un mismo tipo, comenzando por las que se oxidan más lentamente. Es importante que quitéis bien la parte blanca de los cítricos, para evitar que amarguen. Conviene utilizar frutas que estén maduras para que estén dulces pero que no estén demasiado blanduchas o pasadas. En este caso, comenzaremos pelando el kiwi, la naranja, la mandarina, el pomelo, el mango….
- Si hay alguna pepita, en las mandarinas o pomelos, por ejemplo, eliminarlas para evitar encontrarlas después.
- Irlas partiendo en cuadraditos y volcarlas en la ensaladera en la que la vayáis a servir o en el túper o donde queráis conservarla bien guardada si hacéis algo más de cantidad. Os aconsejo que utilicéis un cuchillo que corte bien para facilitaros el trabajo.
- Cuando ya tengáis varias frutas, para evitar que se empiecen a oxidar, añadir el jugo de piña (o el zumo de naranja o limón) y remover bien. Si la piña tiene suficiente jugo, más el propio que van soltando los cítricos, no hará falta que añadáis más cantidad de zumo.
- Continuar pelando y cortando el resto de las frutas que vayáis a utilizar. Si estáis acostumbrados a tomar frutas con piel, también podéis lavar muy bien las manzanas y las peras y partirlas directamente, sin pelarlas. Cuando hayáis añadido todas, volver a remover para que el jugo empape todas las frutas.
- Finalmente, cuando vayáis a servirla, echad las nueces por encima y remover de nuevo.
Consejos de cocina y nutrición
■ Podéis hacer la mitad de cantidad si sois pocos comensales, tenéis poco tiempo o preferís elaborar la cantidad que vayáis a consumir. Con la receta que os indico, se obtienen dos ensaladeras grandes que os darán para bastantes cuencos.
■ Añadiendo abundante zumo de naranja o algo de zumo de limón, en muy pequeña cantidad para que no se note su presencia, retrasaréis un poco la oxidación. Es importante que remováis bien para que las frutas que se queden sin caldito no se oxiden tanto.
■ Si echáis piña de lata en lugar de natural, podéis añadirle bastante cantidad del jugo que trae, que viene sin azúcar añadido y que también contribuirá a evitar la oxidación.
■ Si empleáis melocotón en almíbar, también podéis echar el jugo de éste pero, en este caso, ya estaremos incorporando azúcar y las consiguientes calorías adicionales.
■ Las nueces conviene añadirlas al final del todo, justo cuando la vayáis a consumir para evitar que se reblandezcan. Si hay algún alérgico a ellas, se pueden servir las nueces en cada bol o cuenco individual, para que todos puedan disfrutar de la macedonia.
■ Si os gusta el Kirsch y no hay menores, podéis echar un chorrito de este licor de cerezas que le dará un toque especial.
Consejos de organización y productividad
■ Si os sobra macedonia de un día para otro, guardarla en un túper bien lleno, sin apenas cámara de aire, para que no se oxide demasiado. Si tenéis la precaución de conservarla en la nevera a la temperatura adecuada siguiendo estos consejos puede aguantaros perfectamente dos o tres días.
■ Conforme pasen los días, puede que alguna fruta se ponga algo más fea (sobre todo lo observaréis en el plátano o, quizás, la pera) y puede estar algo más macerado, pero seguirá estando buena. Cuando la toméis, añadirle las nueces en el momento, como ya he explicado antes.
■ Podéis adaptarla según las frutas que tengáis más a mano o que prefiráis, variando según la temporada en la que la elaboréis.
■ Si tenéis invitados y queréis dejarla preparada antes, hacedlo lo más tarde posible y en la misma ensaladera en la que la vayáis a servir. Tapadla muy bien con plastifilm, para que en el interior haya la mínima cantidad de aire posible, y guardadla en la nevera hasta el preciso momento de consumirla.
Era el postre preferido de mi padre en estas fiestas. Y la familia lo hacemos todos los años.
Muchas gracias Marijose y ¡Feliz Año!. 😀😀