No hay nada más cómodo y rentable que tener los cuchillos al uso bien afilados, y por muy buenos que sean, al utilizarlos, se van desafilando y ya no cortan.
Y os puedo asegurar que es mucho más fácil cortarse con un cuchillo que no corta y al que presionamos para conseguirlo, que con otro que ya sabemos que corta bien a la primera.
Como en el caso de los aparatitos para conservar el vino o el cava ya abiertos, os voy a recomendar un afila cuchillos que yo considero indispensable en una cocina organizada y productiva, siempre claro está que en ella se cocine.
Aunque los hay muy sofisticados y hasta eléctricos, desde la chaira que usan los profesionales y las diferentes “piedras de afilar” con las que nunca he obtenido buenos resultados, quizás por no saber usarlas bien, pasando por los afiladores de ranuras de acero inoxidable que todavía existen, os recomiendo en este caso los llamados de cerámica.
Fijaros en el sistema como el de la foto, pues no son caros y sin embargo son buenos, cómodos, rapidísimos y muy fáciles de usar.
Para que os dure todo el tiempo necesario, hasta que la “cerámica” del interior se gaste de tanto uso, y al cabo del tiempo se gasta como todo, hay que usarlo correctamente llevando la parte final de la hoja del cuchillo, al lado del mango, a las ranuras del afilador y pasar toda la hoja desde su final hasta su principio, siempre en la dirección de las flechas como indica el aparato, o si no lleva flechas, trayendo el cuchillo siempre hacia nosotros, en ese único sentido.
Lo que nunca hay que hacer es mover la hoja del cuchillo de atrás hacia adelante y de adelante hacia atrás porque nos cargaríamos el cuchillo con toda seguridad y quizás también la cerámica del afilador.
Un fabricante bueno de cuchillos de Albacete me aconsejó hace un tiempo que no lavara nunca los cuchillos buenos y grandes en el lavavajillas, incluso el específico del jamón que no lo lavara nunca. En cuanto terminéis de usarlo, frotarlo con papel absorbente de cocina, incluso el mango si está grasiento y guardarlo. Queda estupendo puesto que solo se usa para eso.
Y cuando uséis los grandes de cortar carne, pescado, verduras…, lo que sea, en cuanto terminéis de usarlos, fregarlos en un instante a mano secándolos a continuación pues en este momento no hay nada reseco y no cuesta nada.
Sin embargo los cuchillos pequeños para pelar ajos, cebollas… llamados también puntillas que se usan a cada instante, si tenéis varios pues no son muy caros, podéis soltarlos en el lavavajillas a medida que los vais manchando.
Muy interesante, no sabia lo de los afila cuchillos de ceramica. A mi me gustan los cuchillos buenos, los cuchillos y sartenes, menuda diferencia partir y pelar con un buen o mal cuchillo y los que tengo entesorados nunca los meto en el lavavajillas y menos si el mango es de madera o tiene remaches. Muchas gracias por la informacion.
Que curioso lo del lavavajillas. La verdad que me gustaría un post sobre esto, porque una loza sí y otra no. O mejor dicho, que es lo que perjudica realmente, si el jabón tan fuerte que lleva o la sal. Gracias y un saludo.
Pues fundamentalmente Margarida por lo que comenta encima de tí Maru, mango de madera y remaches.
Puntillas tengo un montón al uso, todas iguales, tienen años, muchos, pero la hoja está «incrustada» en el mango, que además debe ser plastificado…, sin remaches ni nada, pero a pesar de los miles de veces que han ido al lavaplatos… están impertérritos 🙂
Hola Cristina
Como siempre aprediendo de tus consejos. Me encanta el aparatito asi que me lo compro ya, porque soy de las que me gustan los cuchillos que corten.
Tienes razon con lo del lavavajillas, yo lo he comprobado, si los meto a la maquina se quita el corte, osea ya no corta igual.
Los membrillos en la olla genial, se tarda mucho menos.
Gracias
Besos
Me alegro de que te salieran bien los membrillos. Mis recetas, ya lo habrás comprobado, salen siempre… porque todas las he hecho yo antes 🙂
Tengo una duda, diferente a esta entrada, anterirmente le pregunté por el yogur que consideraba mejor, mi pregunta ahora seria, con la yogurtera hacer yogur probiotico, como necesito partir de uno comprado, cual me aconseja?. Muchisimas gracias
Utiliza el yogur que más te guste puesto que es el que vas a «sembrar» 🙂
Yo utilizaba una chaira que venía en un juego de cuchillos que me regalaron (calidad media tirando a baja). El afilado era evidente, aunque no duraba casi nada. Tenía que usarla con mucha frecuencia. Un día ví en unos grandes almacenes este afilador de cerámica que estaba en oferta, y no dudé en comprarlo (me da mucha garantía lo fabricado en Alemania). Decir que me va fenomenal. Los cuchillos se afilan fácil y estupendamente y, de momento, no noto que se estén desgastando las piezas cerámicas (eso sí, haciendo el movimiento en el sentido indicado y no al revés)
Cristina, agradezco mucho todo lo que recomiendas, en especial los utensilios de cocina. Hay tantos en el comercio que es difícil elegir, por lo que se agradecen tus consejos basados en tu dilatada experiencia ‘de campo’ como gastrónoma.
Un saludo,
Antonio
Pues eres un «suertudo» Antonio, porque yo no he conseguido nunca buenos resultados ni con la chaira ni con las piedras.
¡Sin embargo ya he «agotado» uno de estos afiladores de cerámica, claro que yo lo uso… ni te cuento! Bueno tú ya lo sabes.
Gracias por tus comentarios 🙂
A los afiladores con cilindritos de ceramica, alguien abilidoso los puede girar y asi tener una vida MUY prolongada.
Pues… cuéntanos cómo, Julio. En el que yo tengo y que es muy parecido al de la foto, quizás hasta sea el mismo… yo no sabría ni por donde empezar.
Por si acaso, me he comprado otro y desde luego lo he amortizado con creces porque no sé trabajar con cuchillos que no cortan.
Gracias por tu comentario, a ver si alguien se anima 🙂
Otro consejito para los cuchillos es :
Aunque los lavemos a mano, no lavarlos nunca con agua caliente porque se desafilan.
Hola Cristina. Buscando un afilador de cuchillos he llegado a este post en el que no me sale la foto del afilador de cerámica al que haces referencia. Podrías recomendarme uno por favor?
Los cuchillos hoy son malos, y hay que afilarlos continuamente. Los que yo usaba cuando impartía clases eran tan fantásticos que no los tenía que afilar nunca, pero ahora, los de la misma marca, ya no valen nada! Prueba si quieres éste, pero no creas que es maravilloso porque NO LO ES.
Muchas gracias Cristina, lo probaré