La bechamel es una salsa que se hace en principio con mantequilla, harina, leche, sal, pimienta blanca y nuez moscada recién molidas.
Se puede sustituir la mantequilla por aceite de oliva, pero si no tenéis verdaderamente un problema de salud, hacerla con mantequilla porque el sabor es más fino. Ya sabéis que yo soy una enamorada del aceite de oliva, pero en algunos casos la mantequilla es casi insustituible por su suave sabor.
Y es preferible en este caso que la leche sea entera porque proporcionará más cremosidad.
La proporción de estos ingredientes variará con arreglo al tipo de bechamel que queramos conseguir; si la queremos espesa pondremos menos leche, y si la queremos clarita, más.
Una bechamel clarita, para cubrir una coliflor o mezclar con unas espinacas llevaría → 30 g de mantequilla o de aceite de oliva virgen extra de suave sabor, 60 g de harina y 1/2 litro de leche entera, y una más espesa como para unas conchas, la misma cantidad de grasa y de harina → y solo 400 g de leche en lugar de 1/2 litro.
Mi consejo es que, en la bechamel y en la pasta de croquetas, no añadáis nunca al principio toda la leche de la receta.
Reservar siempre 4 o 5 cucharadas para el final.
Si la bechamel está espesa se le añaden al final estas cucharadas, e incluso alguna más si hiciera falta, y siempre tiene arreglo.
Pero si queda demasiado clara, como no se puede añadir harina porque ésta ahora ya no se puede sofreír, sabría a crudo y el arreglo sería malo.
Para elaborar la bechamel en el microondas, dónde no se forman grumos, los pasos a seguir son los siguientes:
1. Calentar en una jarrita de vidrio resistente la leche hasta que casi hierva, en potencia máxima para ir más deprisa.
Si hierve → se saldrá como en el fuego.
2. En un bol o ensaladera grandes para poder remover con facilidad, fundir la mantequilla sin freírla durante 15 o 20 segundos nada más, dependiendo como siempre de su cantidad y de su temperatura inicial.
¡Quedaros siempre cortos con los tiempos… que siempre se pueden prolongar si no se ha fundido del todo!
Si es una pequeña cantidad, hasta que os familiaricéis con vuestro aparato, fundirla a 500 o 600 vatios de potencia… aunque tardaréis un poquito más.
¡Cuidado! La mantequilla es mucho menos estable que el aceite, es decir se “quema” o se empieza a desdoblar antes en subproductos nada deseables. Por ello cuando está ella sola, no debe nunca alcanzar temperaturas elevadas.
Los franceses no se han querido enterar todavía de que lo que ellos llaman “beurre noisette” → “mantequilla color avellana”, y que siguen utilizando para múltiples preparaciones, es un gran error desde el punto de vista nutricional.
3. Añadir la harina encima de la mantequilla fundida y mezclarla bien ayudándose con un tenedor. Tiene que quedar como una pomada uniforme.
Si la harina queda en forma de «bolitas sueltas» es que falta grasa o sobra harina.
4. Meter en el microondas de nuevo, a potencia máxima, 1 o 2 minutos o hasta que la harina se sofría.
Abrir y remover de vez en cuando con el tenedor y, si no se ha sofrito bien, cocinar algún minuto más siempre removiendo. Si tenéis una pequeña cantidad remover cada 30 o 40 segundos.
Se ve que la harina se está sofriendo porque “burbujea, hace pompitas.”
5. Añadir ahora la leche que habíamos calentado al principio, poco a poco, y remover al mismo tiempo con un batidor de alambre.
6. Agregar la sal, la pimienta y la nuez moscada molidas en el momento.
En España, aunque ahora empezamos, no hay mucha costumbre de añadir especias y una bechamel o una pasta de croquetas sin éstas dos, está pobre, «viuda», sin gracia, insípida…
No se trata ni mucho menos de que la preparación pique, como os he explicado en mi ebook, se trata solamente de potenciar mucho más el sabor del resto de los ingredientes.
Además todas las especias tienen propiedades muy interesantes sabiéndolas combinar entre y usándolas en pequeña cantidad porque → estimulan el apetito, → facilitan la digestión, → ayudan a añadir menos sal y → son ligeramente antisépticas…
Y si no habéis probado nunca la nuez moscada, probarla poniendo poquita al principio, ya veréis como os gusta. ¡Le da un toque especial a la bechamel!
7. Volver a introducir en el microondas, a la misma potencia, unos 3 o 4 minutos pero removiendo a cada minuto con el batidor.
8. Cocer hasta que espese y tengamos la consistencia de bechamel deseada.
Los tiempos utilizados para confeccionar la bechamel dependerán siempre de la cantidad que queramos obtener.
Si es pequeña la elaboraremos en muy pocos minutos, y si es más grande, lógicamente tardaremos más.
En el microondas, la bechamel hecha así nunca forma grumos.
¿Y sabéis la gran maravilla? Que no se pega como sucede en un cazo o en algunos robots… y que la ensaladera va directamente → al lavaplatos!
restaurantes en toledo dice
Maravilloso, me encantan las recetas de microondas por su facilidad, rapidez y limpieza.
Muchas gracias por compartir recetas.
Maru dice
jamas se me habria ocurrido hacer la bechamel en el microondas, yo lo hago en el robot alemán (je, je) probaré un dia. Mil gracias, me has aclarado mucho en todo.
Cristina Galiano dice
Pues hay ciertas personas que tienen un robot en el que la bechamel se pega… ¡y se han pasado al microondas! 🙂
Elena(Barcelona) dice
Digo lo mismo de Maru, nunca jamás se me hubiera ocurrido hacer la bechamel en el micro. El domingl ensayaré con unas berenjenas con bechamel.
Gracias , eres única investigando
Cristina Galiano dice
Porque la idea del microondas que tiene, por lo menos toda la población española, es de calentar nada más. ¡Qué pena!
¿Qué tal una salsa holandesa al «baño María» o un postel de chocolate en 7′ nada más? 🙂
Ana dice
Hola Cristina,
muchas gracias por tus recetas y tus consejos de nutrición. !Me encanta! Sobre todo el bizcocho genovés… que cada dia me sale mejor… !es que me pirran los bizcochos! Je,je.
Solo una pequeña aprecición: «noisette» es, para los franceses, una medida, no un color. Medida noix=nuez; medida noisette=avellana. Por eso el café cortado es el café noisette= con una medida «avellana» de leche, no por el color. Efectivamente es muy fácil de confundir la medida con el color pero, en general, están hablando siempre de medidas o de como cortar la mantequilla para mezclarla con galletas picadas para la base de una tarta, por ejemplo. No sé, siempre que lees «beurre noisette» en una receta francesa ¿hay que tostar la mantequilla? A mí me parece que no, quizá solo sea una mala traducción.
Un saludo, Ana
Cristina Galiano dice
Te puedo asegurar Ana, que cuando en una preparación ponen elaborar o utilizar «un beurre noisette» –> se trata siempre de mantequilla de ese color. No necesito traducciones, lo he vivido en carne y hueso 🙂
María Sola dice
¡Qué rica, qué fácil y qué limpia!. Yo la hago parecida porque antes sofrío una juliana de cebolla, zanahoria, la parte verde del puerro… y al final le incorporo un pelín de queso si es que voy a gratinarla.
Cristina Galiano dice
¡Fantástico María, todavía más sofisticada! 🙂
CONSUELO dice
Lo voy a intentar hacer así. Yo la hago siempre en un cazo, para las espinacas o los canelones, y me sale bien, pero mi gran asignatura pendiente es conseguir una bechamel para que me salgan por fin las croquetas en condiciones, pues siempre me sale «blandengue». ¿Algún truco o consejo, Cristina? Saludos 🙂
Cristina Galiano dice
No he hecho nunca Consuelo la pasta de croquetas, y no sé si te quedarán buenas al ser la pasta mucho más compacta. La bechamel que os he puesto ¡fantástica! 🙂
Antonio dice
No se me había ocurrido hacer nunca una bechamel en el microondas hasta que lo hice cuando me compré tu libro amarillo (el más reciente de los dos). La principal ventaja es que no hace grumos y el recipiente de cristal, después de pasarle la espátula de silicona para rebañarlo bien, va directamente al lavavajillas. Muy buen resultado, que confieso, no esperaba (perdona Cristina por mi incredulidad ;))
Como siempre, muchas gracias por tus buenos consejos.
Un saludo,
Antonio
Cristina Galiano dice
¡Hombres de poca fe! Ya sabes Antonio, porque me conoces hace tiempo, que todo lo que os cuento lo he experimentado yo primero. Todavía tengo un restito del alioli auténtico que os expliqué hace días… y que me ha costado conseguir 🙂
Ana | jamones y embutidos ibéricos dice
Que pinta tiene este blog, date por seguro que seguiré viniendo por aquí.
jose | diseño web dice
Me encanta tu trabajo, sigue asi que no dejare de visitarte.
Cristina Galiano dice
🙂 🙂
margarita dice
Con leche a temperatura ambiente que tambien perfecta.
Carmen dice
Muchísimas gracias.
La he probado y sale estupenda.
Antes me cargaba todos los cazos/cacerolas… pues no se cuál es la razón, pero la leche se pegaba. Luego tenía que pasarla por la batidora por los grumos… Un horror.
Ahora ya no me da pereza hacer esta salsa.
Eva dice
Hola Cristina,
Me parece muy interesante tu forma de hacer bechamel en el microondas. Yo querría probar a hacer croquetas, pero el problema que tengo es que no sé cuándo añadir el «relleno». Por ejemplo, quiero probar a hacer unas croquetas de queso (azul, quesito y parmesano) pero claro, en la receta de origen los quesos se van añadiendo conforme se va añadiendo la leche, y no sé muy bien cómo introducirlos en tu explicación de bechamel para hacer la pasta de croquetas.
Tal vez haga un experimento con muy poquita cantidad y si sale bien pues pruebo a hacer más la próxima vez.
¿Alguna sugerencia?
Gracias.
Cristina Galiano dice
Así como la bechamel me parece fantástica en el microondas, la pasta de croquetas no me gusta, no queda ni mucho menos tan fina.
Pero siempre puedes probar!
Eva dice
Gracias, entonces haré las croquetas de la forma tradicional y dejaré esta forma de hacerla para la bechamel sin más.
Maria José dice
Una pregunta tonta pero, ¿todo el proceso se hace destapado? supongo que si porque no lo dices pero por si acaso…
Cristina Galiano dice
Por tu pregunta veo que no sabes muy bien cómo funciona un microondas, así que te aconsejo mi libro digital
https://www.bubok.es/libros/227813/SOLO-RECETAS-QUE-SALEN-BIEN-EN-EL-MICROONDAS
que solo vale 2,50€.
En el caso de la bechamel, como en otros muchos «cuajados» hay que evaporar, y por ello hay que trabajar destapado.