Olla superrápida, ¿Sí o no?
Como las «nuevas técnicas culinarias modernas» aconsejan ahora cocciones muy largas a baja temperatura, porque la industria «cocineril» tiene que renovarse para seguir vendiendo utensilios, os recuerdo que hace más de 30 años ya existían baterías completas de cocción lenta, no solo extranjeras sino españolas, o sea que no se ha descubierto «nada nuevo bajo el sol».
Sin embargo siguen estando vigentes las propiedades tan fantásticas que tienen estas ollas superrápidas, no solo desde el punto de vista gastronómico sino nutricional, sobre todo las de gran calidad.
Una buena olla superrápida es hoy día el mejor utensilio para cocinar… aunque a muchos no les «interese» hablar de ellas.
♦ No tienen nada que ver con las ollas exprés que empezaron a comercializarse hace ya muchos años y que, desgraciadamente, se siguen usando todavía demasiado.
♦ Si se usan mal, se desperdician sus buenas propiedades.
♦ En muchos casos se sigue hablando de ollas superrápidas cuando son vulgares ollas exprés.
Una olla superrápida es aquella que cocina con muy poquita agua, con poco aceite si se quiere, y en tiempos récord y, si es de buena calidad, durante el proceso no debe perder nada de líquido.
Las de primera fila son alemanas y suizas, aunque las primeras, en un momento determinado, al subir la válvula de presión para alcanzar la presión adecuada sí que pierden algo.
Hoy se sabe que cuanto menor es el tiempo de cocción de los alimentos, y menor la cantidad de líquido añadida, menos vitaminas se pierden, y que es preferible una temperatura un pelín más alta durante muy poco tiempo, que otra inferior durante más tiempo.
Esto es precisamente lo que hacen estas ollas superrápidas siempre que sean de calidad y se usen correctamente.
Las doctoras Clotilde Vázquez, Jefa del Departamento de Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz y Ana Isabel De Cos, en su Manual Teórico Práctico de Alimentación y Nutrición afirmaban: “Se sabe que las vitaminas se pierden menos con temperaturas elevadas durante poco tiempo que con temperaturas más bajas durante un tiempo más largo.
La cocción a presión es pues el mejor método de cocción cuando se realiza correctamente, pero puede ser el peor si se prolonga más de lo necesario”.
Y yo añadiría, “o se sobrepasa la temperatura al dispararse los anillos de la válvula de presión”.
♦ Necesitan muy poquito aceite para dorar, freír, asar..., algo muy importante cara al aumento del sobrepeso y la obesidad que se está produciendo en gran parte de los países occidentales.
♦ Ahorran muchísima energía.
La mayoría de las verduras se van a cocer al vapor en 2 minutos, sin que el agua las toque nunca, y un arroz también en 2 minutos puesto que mientras baja la válvula de presión, el arroz se sigue cociendo pero con el fuego ya apagado.
♦ Dada la calidad de su fondo difusor “tipo sándwich”, en 5 capas bien diferenciadas,
– la 1ª de acero-cromo-níquel,
– la 2ª de una aleación de aluminio y silicio,
– la 3ª de aluminio, un magnífico conductor del calor,
– la 4ª de otra aleación de aluminio y silicio y
– la 5ª de acero cromado, se puede freír en ellas tapándolas con una tapa de vidrio que encaje bien. Esto, con un fondo difusor sencillo, no se conseguiría nunca, ya que coceríamos sin freír.
♦ No salpican ni manchan si se saben usar correctamente.
♦ Se friegan muy bien.
Para usarlas correctamente, con y sin presión, disponéis de un lote de 4 ebooks que está actualmente de oferta.
Y para los que todavía prefieren el papel éste.
Es una pena que muchos las utilicen incorrectamente, perdiendo sus buenas propiedades y no les saquen todo «el jugo»que tienen. Se habla incluso de que puede haber «muerte de las vitaminas» en la olla por un mal uso de las mismas.
En un futuro post os explicaré cómo limpiar casi milagrosamente el fondo difusor exterior de una olla o cacerola de acero inoxidable que se ha dejado atrasar y no está todo lo limpio y reluciente que debería.
¡¡Rotundamente, ollas superrápidas sí!!