Hornos tradicionales y limpieza más práctica.
■ Los hornos tradicionales se pueden limpiar apretando el botón de limpieza catalítica, si son autolimpiables, o con un producto especial de horno, siguiendo las instrucciones del fabricante.
■ En un horno catalítico, las paredes están diseñadas con una superficie porosa y rugosa, que absorben las grasas, lo que hace más fácil su limpieza. Si os fijáis en la foto, en la pared, donde están sujetas las rejillas laterales, la superficie es más rugosa que en la parte que rodea el horno (justo por encima).
■ Lo mismo ocurre en la base, cuya superficie es más lisa:
■ Es preferible realizar esta limpieza en un horno un poquito caliente, aunque siempre apagado, puesto que la suciedad se eliminará con mayor facilidad pero teniendo precaución por los gases que pueda soltar.
■ Para evitar cualquier percance, es recomendable que leáis bien las instrucciones de uso, donde os indicarán las zonas que no deben pulverizarse y el tiempo de actuación del producto antes de su limpieza.
■ Si las bandejas y rejillas de este horno tradicional están también sucias, pulverizarlas abundantemente con este mismo producto, cerrar el horno y dejarlo durante treinta minutos, que suele ser el tiempo máximo que indican. Como este producto lleva sosa, todo lo quemado y manchado que estaba pegado se deshace, y luego se retira con la gamuza mojada en agua bien caliente pero muy escurrida. Si está muy sucia, utilizad primero papel absorbente de cocina que recogerá lo más “gordo”.
■ Si se ha manchado mucho es posible que tengamos que repetir el procedimiento anterior o frotar con un buen estropajo, aun después de haber empleado este producto, para evitar que se vaya acumulando la suciedad. Tened cuidado en ese caso para evitar que se arañe la bandeja o, incluso, las zonas del horno en las que lo utilicemos.