Como os comentaba en el post de ayer, voy a ir contestando y aclarando a medida que leo el mail recibido, lo mismo que hago cuando respondo a todas vuestras preguntas en los correos particulares que me enviáis.
Hola Cristina,
se agradecen las correcciones.
Hay un tema en tu cocina que no logro entender y es que sigas usando tanto el microondas con lo perjudicial que es.
¿Quién dice que es perjudicial y sobre qué estudios científicos reales se apoyan?
Los cientos o miles de “cosas”, por llamarlas de alguna manera, que circulan por Internet y que os mandáis intensamente unos a otros sin preocuparos de su procedencia, ¿Quién las avala, y a qué intereses obedecen?
¡Porque apostaría algo a que hay intereses de algún tipo detrás….!
Ya sabéis que en Internet está todo lo bueno, pero también todo lo malo, y hay que tener una cierta formación para saber lo que es cierto y lo que no.
Muchas de estas afirmaciones ya se están mandando hasta por WhatsApp para que corran, circulen, alarmen… todavía más deprisa, y no solamente no tienen ningún fundamento, sino que en muchos casos pueden crear graves daños ya que a veces ponen en boca de personas de carne y hueso cosas que ellas nunca han dicho.
Y he hablado directamente con 2 personas «físicas» atacadas en las redes sin ningún fundamento ya que nunca dijeron lo que se les atribuye.
Un estudio publicado en Inglaterra en 1990 alertó ya a los servicios médicos al comprobar que los casos de infecciones a alimentarias entre los usuarios del microondas superaban en más del 300% la media estadística.
Efectivamente esto sucedió, y yo lo he explicado en todos mis libros de microondas, hasta en el que escribí en 1998.
Muchas personas que no sabían conservar, y por eso se tiran al año toneladas de comida en todo el mundo, calentaron en el microondas comida cocinada que no estaba en buenas condiciones, es decir, para que todos me entendáis, comida “pocha”.
Y como el microondas no es un autoclave, la comida simplemente calentada seguía estando en malas condiciones, seguía “pocha”, y los que la comieron sufrieron intoxicaciones alimentarias, pero no causadas por el microondas, sino por su ignorancia.
Posiblemente si estos platos se hubieran calentado en el microondas durante bastante más tiempo y a potencia máxima, las bacterias se habrían muerto, pero los platos, indudablemente, hubieran perdido totalmente su valor nutritivo.
El microondas calienta toda la masa del alimento haciendo vibrar sus moléculas acuosas,
No solo las moléculas de agua, sino también las de grasa y de azúcar,
por ello, al no transmitirse calor a la superficie, podemos calentarlo sin llegar a la temperatura de esterilización de 70ºC, lo cual hace que proliferen bacterias y gérmenes.
La temperatura de esterilización no es nunca la de 70º, sino bastante más elevada, pasados los 100º, y mejor si se realiza a presión.
Otra cosa bien distinta es la pasteurización.
Si queremos, claro que se consiguen los 100º en un microondas, y algo más si la preparación lleva aceite o azúcar.
En un microondas sencillito se puede hacer caramelo sólido para un flan, y hasta caramelo líquido para guardar, que tienen una temperatura mucho más elevada.
Por no hablar de los campos electromagnéticos que genera
El microondas no genera campos electromagnéticos.
En su interior, el magnetrón, que es como su “corazón”, transforma la energía eléctrica que le llega por la red en energía electromagnética y se producen ondas electromagnéticas, como las de la radio, que se transforman en sonido, o como las de la televisión que se transforman en imagen.
Las que se producen en estos pequeños electrodomésticos domésticos generan, por la vibración que se realiza en las moléculas, un calor, como si nos frotáramos fuertemente las manos entre sí, y este “frotamiento” o calor cuece ciertos alimentos, nada más.
Por su gran frecuencia, 2.450 megaherzios y su pequeña longitud de onda, unos 12 centímetros, estas ondas no son radiaciones ionizantes, como los rayos X o los rayos gamma.
Precisamente la vibración o cambio de polaridad de las moléculas de los alimentos se realiza a una velocidad de 2.450 millones de veces por segundo, igual a la de su frecuencia.
Y de las fugas que puede presentar un aparato viejo aunque así no lo consideremos…los profesionales de la hosteleria como tu siempre alrededor de ellos funcionando tienen un riesgo muy alto.
Efectivamente si un microondas presenta fugas, por haber recibido un golpe, o por un maltrato, habrá escape de microondas al exterior, pero éstas tampoco matarán a nadie, simplemente podrán elevar ligeramente su temperatura corporal.
Por ello se debe trabajar con ellos cuando están en perfecto estado, y todos deben contar con un triple sistema de seguridad conforme a las normas dictadas por la Convención Internacional de Ginebra de 1.979.
Una estufa de gas, o simplemente una caldera o un calentador de gas con mala combustión, producen la muerte por intoxicación de anhídrido carbónico, y no por ello se deben proscribir.
la info que te transmito la leí hace ya unos años en un libro del Doctor Mariano Bueno.
Pues le acabas de dar la puntilla a tu simpático correo, querido seguidor.
Este señor, al que además conozco, no es médico, es tan solo un divulgador de muchos temas… , aunque también escribe libros, ¡pero nada más!
Ahora bien, como el diablo siempre enreda, hay también otra persona, con ese mismo nombre, que sí es médico de verdad.
Deberías de replantearte su uso para no tener que recular más adelante…
con cariño
No os fiéis de toda la «chatarrería barata» que pulula por Internet, hasta contrastarla, y sobre todo no la propaguéis que, en definitiva, es lo que se pretende.