Hay veces, o quizás siempre en algunas ollas, que cuando empezamos a calentarlas vemos que por algún punto de la tapa pierde agua, y esto es peligroso porque si la usamos correctamente y hemos añadido poca agua porque así debe ser, si ésta se pierde cuando no debe, podemos quedarnos sin ninguna y los alimentos que estén en su interior pegarse o incluso quemarse.
Hay varias razones por las que esto puede suceder.
1. La más importante es porque las ollas no tienen suficiente calidad en lo más trascendental que es el sistema de su válvula o regulador de presión, aunque la calidad exterior de sus paredes y de su fondo difusor tenga una “pinta” estupenda.
La olla al empezar a calentarse, la poquita agua que tenemos en el fondo va a empezar a hervir, y si esta válvula está bien diseñada y fabricada, lo primero que escapará por ella será el oxígeno del aire que está en el interior de la olla.
A continuación oiremos levemente y prestando atención un pequeño clic, que se corresponde con el «cerrado» de esta válvula dentro de la olla, y desde ese mismo instante empieza a subir la presión en su interior y al mismo tiempo, poco a poco la válvula.
Aparece la primera rayita y acto seguido la segunda y ya sabéis a partir de aquí lo que hay que hacer.
2. Pero si esta válvula no se cierra cuando debe, o no cierra del todo bien, como el agua del interior de la olla está cociendo, se nos va a escapar por alguna zona de la tapa.
Además de peligroso como os acabo de explicar es bastante molesto porque se nos moja toda la placa de calor … ¡y hay que secarla! con lo que perdemos tiempo.
3. Puede suceder que la olla sea de muy buena calidad, funcione normalmente bien, pero en un momento determinado nos pase esto.
♦ Podría deberse a que está mal cerrada aunque aparentemente no veamos nada,
♦ A que la goma de la tapa o la «ranura» en la que se coloca estén sucias,
♦ A que dicha goma esté mal colocada o tenga un “porito” o un pequeño desgarre que a simple vista no se vea,
♦ A que alrededor de la válvula de presión también haya suciedad, por el exterior o por el interior,
♦ A que el “tornillo” de esta válvula esté sucio o poco apretado.
En este último caso si comprobamos que la parte superior de color negro de la válvula que se llama cápsula o cabeza está floja o atascada, por el revés de la tapa, con un destornillador, apretar el tornillo que sujeta dicha válvula.
♦ Hay veces, y no se sabe bien por qué, en que parece como que la válvula quiere empezar a subir pero no lo hace, está como «perezosa».
Podría ser que en el interior de la olla, en el sitio dónde la válvula va a cerrar, se coloque una burbujita de aire que retarda su subida.
En estos casos, y únicamente en éstos, darle un ligerísimo toque con la mano a dicha válvula para «animarla a subir».
Si la olla está bien, inmediatamente os obedecerá y empezará a hacerlo.
4. También podría suceder, aunque es raro, que la olla esté demasiado usada porque ya tiene muchos años y que haya que renovar alguna de las piezas de dicha válvula, o la cápsula citada anteriormente o el “butrón” interior, o el muelle también interior.
Acudir a un servicio técnico oficial en cualquiera de los casos.
Pero antes de hacer nada, si ya os ha soltado agua, yo os recomiendo el siguiente chequeo.
1. Si la olla se puede ya abrir porque no ha empezado a coger presión, abrirla.
2. Si a pesar del agua soltada tiene algo de presión, forzar apretando con el dedo la salida del vapor interior.
Esta operación solo os la recomiendo en este caso, y nunca después de una cocción normal, aunque en el libro de instrucciones ponga lo contrario.
Ninguna de mis recetas os saldrá con éxito si lo hacéis, porque en los tiempos que os indico hay que esperar siempre a que la válvula baje por su propio peso, ya que durante todo ese tiempo los alimentos siguen cocinándose, pero sin ningún gasto de energía.
3. Tampoco os aconsejo, si ya ha empezado a coger presión, que la enfriéis debajo del grifo. Esto no se debe hacer nunca, aunque también lo aconsejen ya que puede resultar ¡hasta peligroso!
Eliminar la presión con el dedo, como os acabo de explicar.
4. Sacar todos los alimentos que hay en la olla y reservarlos.
5. Retirar la goma y comprobar si está limpia y si también lo está la parte interior de la olla en la que se coloca.
6. Comprobar que toda la zona alrededor de la válvula también lo está.
7. Volver a poner la goma comprobando que está bien puesta.
8. Volcar ahora en la olla, tal como esté, aunque esté algo sucia, unas 10 cucharadas de agua, cerrar procurando fijarse para que quede bien cerrada y calentar el fuego al máximo.
Puede que ahora todo funcione bien y puede que se vuelva a repetir la salida de agua, en cuyo caso deberíais llevarla para que os diagnostiquen lo que está pasando.