Mentiras oídas, vistas, leídas o anunciadas
Son tantas y tan variadas que habrá varios posts al respecto.
Os explicaré, como siempre hago, el por qué son mentiras.
1. Lavarse las manos antes de cocinar solamente con agua, como vemos muchas veces, no sirve. Hay que hacerlo siempre con jabón, mejor líquido colocado en un spray para que la manipulación sea más fácil. El jabón es antiséptico y el agua sola no.
2. Y cada vez que estén sucias, porque estamos usándolas continuamente, lavarlas de nuevo en lugar de «limpiarlas» directamente en un paño que, por mucho que se lave cada día, es una porquería.
Si las manos están poco sucias bastará con lavarlas con agua y secarlas con papel absorbente de cocina, pero si hemos manipulado alimentos «peligrosos» como pollo, lavárselas de nuevo con jabón.
3. No abusar en las recetas del aceite que, aunque sea de oliva virgen y virgen extra, nuestro maravilloso «oro líquido», tiene las mismas calorías que cualquier otro de semillas.
La Organización Mundial de la Salud, OMS, recomienda un consumo máximo de 3 o 4 cucharadas diarias por persona, contando el que usamos en crudo y para cocinar, es decir 1 litro per cápita, gasto que todos pueden asumir.
El excesivo consumo de aceite que todavía muchos echan a «chorros» es, en gran parte, el responsable del aumento de peso de la población española junto con el sedentarismo.
4. Este aceite de oliva virgen extra sirve también, siempre que sea de sabor suave como el Arbequina, para elaborar mayonesas y sus derivados como el falso alioli o mayonesa con ajo del otro día, y la salsa tártara o salsa rosa que tenéis aquí
Cuando no había tanta información sobre las diferentes variedades de aceite de oliva virgen y sus múltiples beneficios, se aconsejaba erróneamente elaborar todas las mayonesas con aceite de girasol, con lo que era mucho más fácil que se cortasen. ¿Por qué?
Porque el aceite de girasol tiene menor poder emulsionante que el aceite de oliva, incluso que el aceite de oliva refinado.
Este aceite de oliva virgen extra de suave sabor también nos va a servir para elaborar bizcochos, en lugar del de girasol que es el que se usaba hasta ahora, y mucho mejor que la mantequilla que, aunque muy rica, no deja de ser una grasa saturada.
5. No asar en el horno piezas de carne o de pescado a una temperatura superior a 180ºC para que la grasa del cordero, por ejemplo, no se estropee. Con la función turbo o aire caliente envolvente, estos 180ºC y el grill, sale muy dorado sin necesidad de altas temperaturas.
6. El aceite de girasol solo sirve para realizar una fritura, algo que, evidentemente, no se cumple ni en restaurantes, bares, cafeterías…, ni en muchos hogares.
7. Cuando necesitamos zumo de limón en pequeña cantidad, no es necesario usar un exprimidor. Basta con poner una mano al apretar el limón con la otra, para que se queden en ella las pepitas y no caigan en la preparación.
En todos los casos es preferible escoger un limón de piel fina, que tiene más zumo que uno de piel gorda y meterlo unos segundos en el microondas si estaba en la nevera, donde deben conservarse, porque con esta medida su jugo saldrá con más facilidad.
8. Cuando tenemos que separar varias claras y yemas, en lugar de hacerlo con las manos, como muchos hacen usar este «separador de claras» para manipular el huevo lo mínimo.9. Cuando se necesite queso rallado en casa, que solo sea queso sin ningún añadido, por ejemplo parmesano, no comprarlo en este estado porque nos pueden dar gato por liebre. Rallarlo siempre en casa con un rallador muy útil y cómodo llamado microplane y que aparece en la foto.
10. Cuando necesitemos láminas de queso, por ejemplo para un bocadillo, es preferible comprar el queso que más nos guste en una pieza y cortarlo en casa, con un cuchillo bien afilado o con algún aparatito como el dela foto.
Aunque hay infinidad de láminas de queso que ya se presentan en ese estado en los supermercados, nunca será queso de verdad, sino que llevará posiblemente varios aditivos para que no se estropee.
11. Para montar yemas crudas con azúcar y que dupliquen su volumen siempre se ha aconsejado hacerlo al baño María como se ve en la foto, es decir el recipiente con las yemas introducido en una cacerola con agua que se pone a cocer en el fuego, algo que es un incordio.
Es mucho más cómodo y rápido almacenar agua muy caliente en la pila de la cocina, meter dentro el recipiente con las yemas y utilizar unas varillas eléctricas que «trabajarán» más deprisa y mejor que el batidor manual.
12. Las hamburguesas caseras saludables solo tienen que llevar carne magra de ternera picada de primerísima calidad, sal y pimienta blanca recién molida.
Si se le añade a esta carne, pan rallado o huevo, como se ve tristemente algunas veces, ya no serán verdaderas hamburguesas sino filetes rusos.
Hay infinidad de «artilugios» para formar estas hamburguesas muy rápidamente y con toda comodidad, no solo de 1 en 1, si no de 2 en 2 y hasta de 6 en 6.
13. Hay recetas en las que se necesita añadir nata líquida, pero habría que agregarla cada vez en menor cantidad por la misma razón que os he explicado anteriormente, para evitar el aumento progresivo de peso de la población.
Pero aunque os parezca una equivocación mía, os aconsejo que uséis siempre nata entera del 35% o más de materia grasa, la denominada nata especial para montar. Las que se denominan nata para cocinar tienen efectivamente menos materia grasa pero más aditivos. Así que usar esta nata entera pero en menor cantidad que si fuera nata especial para cocinar.
Hace 20 años por ejemplo, se añadía un poco de nata líquida para elaborar huevos revueltos cremosos cuando no hace ninguna falta. El secreto para conseguirlos así es no cuajarlos demasiado, removiéndolos continuamente con una cuchara de madera y sacarlos de la sartén en cuanto estén ligeramente cuajados. Se terminan de hacer con el calor residual que les queda.
Pero el añadido de nata se sigue viendo hoy, aunque a la persona que los esté haciendo le sobren 10 o 15 kilos de peso.
14. Para finalizar, las últimas «lindezas» que acabo de oír en la boca de una persona con 3 estrellas Michelín y con sobrepeso importante en la zona abdominal, que es el más peligroso: «nunca te fíes de un cocinero delgado porque significa que no prueba las cosas y, si tiene tiempo para hacer deporte, será que no trabaja lo suficiente».
¡Claro que se debe probar la comida antes de degustarla, pero sin estar «picando» todo el tiempo!
¡Y claro que se debe tener tiempo para hacer algún tipo de ejercicio si se está bien organizado como os explicaba en el post anterior!
¡Cómo no va a ir ganando peso una gran cantidad de la población española con estos consejos totalmente equivocados, qué pena!