Tortilla de patata, pasos a seguir para conseguirla muy rica
Muchos os preguntaréis:»¿Es que hay que hacer un máster para conseguir una rica tortilla de patata?
Pues no, pero sí que hay una manera correcta de elaborarla y otra incorrecta o poco saludable.
Unos dicen que tiene que llevar, además de patatas, cebolla y otros que no, pero eso no es importante.
A mí personalmente me gusta más con cebolla, aunque algunos dicen que le proporciona un sabor dulzaino que yo nunca he notado.
Los pasos a seguir son muy importantes:
1. No hay que lavar nunca las patatas después de pelarlas, y menos sumergirlas en agua durante un rato porque perderíamos, no solo su almidón, sino todas sus vitaminas y minerales solubles.
Solo hay que lavarlas cuando se trata de patatas paja que, la mayoría de vosotros no debe elaborar nunca o casi nunca porque, aunque muy ricas, son entretenidas.
Las patatas que muchos creerán que no tienen nada y que son únicamente «Hidratos de carbono para los cerdos» como las denominó Montignac, tienen calcio, hierro, iodo, magnesio, potasio, niacina o vitamina B 3, ácido fólico, ácido ascórbico o vitamina C…, aunque sea en pequeña cantidad.
2. En la actualidad todas las patatas que he probado, y han sido muchas, son malísimas y ya sueltan de por sí mucha agua al pelarlas, por lo que hay que secarlas con papel absorbente de cocina antes de empezar a cortarlas.
3. Pelarlas siempre con un pelapatatas, más cómodos los de cuchilla transversal que los de cuchilla longitudinal, porque ambos son los que menos piel arrancan, y pegada a la misma se encuentran la mayor cantidad de fibra, vitaminas y minerales.
4. Cortarlas, así como las cebollas si se van a usar, en rodajas finitas.
5. Freír ambas conjuntamente, siempre en abundante aceite de oliva virgen extra que es el más estable de todos y el más saludable. Si las rodajas son finitas se freirán antes.
6. Después de fritas, en sartén o en freidora, da igual si se saben freír, hay que dejarlas escurrir para que conserven la menor cantidad de aceite posible, en el cestillo de la freidora si es ésta la que se ha utilizado, o en un colador de malla finita.
7. Volcarlas a continuación encima de los huevos batidos y salados y tenerlas un rato «en remojo» en estos huevos para que se vayan impregnando bien del mismo, incluso troceándolas o machacándolas un poco con el tenedor con el que hemos batido los huevos. Este es uno de los secretos para que la tortilla salga luego jugosa: que las patatas estén bien remojadas en huevo.
8. Cuando las patatas estén bien empapadas, volcar este conjunto en una sartén antiadherente pintada con una brocha de silicona y unas gotas de aceite de oliva, pintada no inundada.
9. Mientras la estamos cuajando por un lado, mover la sartén y bajar los bordes de la tortilla con una espátula ancha de silicona para que ésta «baile».
10. Cuando calculemos que ya está cuajada por ese lado, darle la vuelta con un vuelca tortillas, más cómodo que un sencillo plato.11. No hay que añadir más aceite a esta sartén, porque con el que le queda a la mezcla de patatas fritas ya es suficiente. Recordar que el aceite, sea el que sea, es el alimento que más calorías tiene, 90 por cada cucharada de 10 gramos.
12. Proceder de la misma manera con esta otra cara, haciendo «bailar» de nuevo la tortilla en la sartén hasta calcular que ya está también cuajada por este lado.
13. Al que le guste más cuajada que le dé más tiempo y al que le guste jugosa que la deje «churretosa» a pesar de lo que dicen de la Salmonella. Recordad que todas las gallinas en nuestro país están hoy vacunadas contra la Salmonella.
Personalmente la prefiero jugosa.
14. Con huevos pasteurizados la tortilla no sale igual, y lo puedo afirmar porque la he probado. Hace años, además, era difícil encontrar estos huevos aunque ahora es ya muy fácil.
He probado una «tortilla famosa en Madrid», que se puede comprar entera para llevársela a casa porque dicen que dura un día entero jugosa, pero tiene tal cantidad de aceite por sus dos caras, por eso dura tanto tiempo, que hay que secarla con papel absorbente de cocina por ambas.
Y ya sabéis que contra gustos no hay nada escrito, pero esta tortilla de la que os hablo puede tener el doble o el triple de calorías que una jugosa normal al estar prácticamente «rebozada en aceite», y a mí no me gustó. ¡Es una tortilla super grasienta y, personalmente, no me gustan nada las comidas grasosas!
Por supuesto que es mucho más rica que las tortillas congeladas que se encuentran con facilidad un poco por todas partes.
INFORMACIÓN IMPORTANTE
Hace unos meses, no sé cuántos, dos seguidoras me sugirieron que por qué no juntaba todas mis recetas publicadas en mis ebooks, con un único índice, algo totalmente imposible porque sería una labor ingente.
Pero la buena noticia HOY es que si buscáis en GOOGLE una receta mía, por ejemplo: «Fideuá de Cristina Galiano», o «Tarta Sacher de Cristina Galiano… !!!!os saldrán mis recetas íntegras «…¡¡¡
Así que una facilidad más a la hora de encontrarlas.