Si usáis a menudo almendras, las que más calcio tienen entre todos los frutos secos, y tenéis la posibilidad de comprarlas por kilos en alguna buena tienda de frutos secos, serán más frescas, os saldrán más baratas y siempre las tendréis en casa y a mano.
Si tardáis en consumirlas, para que no se enrancien, guardarlas en el congelador en una buena bolsa o dentro de un tupper, o en la nevera si os van a durar menos tiempo.
Las almendras se pueden «freír» en el microondas si las necesitamos como aperitivo, o para acompañar un plato salado.
Las que nos venden envasadas al vacío muchas veces están rancias.
Esparcir unas cuantas en un plato, sin amontonarlas, colocándolas en los bordes y dejando el centro vacío ya que esta zona central del aparato es la que recibe menos ondas.
Añadir unas gotitas de aceite de oliva virgen extra, un poquito de sal y removerlas bien con una brocha de silicona para que todas ellas queden uniformemente “manchadas” de esta mezcla.
También se puede pulverizar el aceite con un spray pues la cantidad necesaria es mínima.
El plato casi no se queda manchado y, desde luego, no se ve ni una gota de aceite, solo las almendras brillan.
Programar 3 o 4 minutos… dependiendo de la cantidad puesta, siempre a potencia máxima, pero en cuanto notemos que ya empiezan a oler, removerlas con la mano cada ½ minuto porque la distribución de las microondas no es siempre uniforme en todo el interior del aparato, y siempre hay lo que se llama «puntos calientes» que reciben una mayor cantidad de microondas, y «puntos fríos» que reciben menos.
Si nos pasamos de tiempo se pueden quemar.
Se oyen unos pequeños “chasquidos” que nos indican que la grasa abundante de las almendras se está “movilizando» con las microondas.
Ir sacando las que van cogiendo el clásico color dorado, porque no todas se hacen al mismo tiempo.
También se pueden tostar en el microondas si en un momento determinado nos hacen falta para decorar una tarta o un helado, y es comodísimo ya que mientras estamos terminando nuestro plato, ellas se van haciendo solitas en casi un instante.
¡ Y naturalmente siempre estarán peladas!
En este caso pulverizarlas con 2 o 3 gotas de agua, removerlas como anteriormente para que todas se queden ligeramente humedecidas, colocarlas en los bordes del plato y tostarlas a potencia máxima repitiendo los mismos cuidados de antes.
En ambos casos cocinarlas siempre destapadas para que no se ablanden ni se mojen, e ir retirando las que van tomando color.
Las almendras se tuestan y se fríen estupendamente en el microondas a potencia máxima, y en un momento puesto que son muy ricas en materia grasa, 53,5 gramos por cada 100 g, sin tener que esperar a que el horno o la sartén se calienten previamente, como cuando las elaboramos por el método tradicional.
Y, como es natural, en el caso de las almendras fritas nos ahorramos el fregar la sartén, algo importante para ser muy productivos y multiplicar nuestro tiempo, y el aceite que absorben y que aumenta sus calorías.
Las fritas que se compran ya envasadas, o tenéis mucha suerte, o estarán resecas, duras, viejas y hasta rancias.
De la misma manera se pueden tostar los cacahuetes crudos ya pelados.
Las ventajas que conseguimos son las siguientes:
♦ Estarán recién hechas, hasta calentitas si se preparan en el momento de comerlas.
♦ No se mancha ninguna sartén.
♦ No se enciende el horno con el calor que éste produce en verano.
♦ Si eran frescas y se han conservado bien, en la nevera o en el congelador, no estarán rancias, algo que sucede muy a menudo si se compran ya fritas, por muy de marca que sean.
Y si se compran simplemente tostadas, muchas veces están duras y como «viejas».
♦ Como se han frito con poquísimo aceite, prácticamente tienen las mismas calorías que al natural, 575 por cada 100 g, y son la mejor fuente de calcio entre todos los frutos secos.
♦ Tomarlas con moderación, lo mismo que las nueces que son los que más cantidad de ácidos grasos Omega-3 tienen y alguna caloría más, 602.