Hace unos días estuve en Córdoba participando, una vez más, en la semana de Alimentación sana y Ejercicio Físico que todos los años organiza el Ayuntamiento a través de su Comisión Técnica Municipal de Estilos de Vida Saludables.
¡Hay que ver la cantidad de actividades para la salud que se pueden hacer con presupuestos cada vez más exiguos!
Pero ya sabéis que para poder, antes hay que querer.
Durante mi charla, alguien preguntó qué era una bicicleta elíptica, y como puede que alguno de vosotros tampoco sepa en qué consiste, y los buenos resultados que se pueden conseguir con ella, os lo voy a explicar.
Lo ideal sería poder montar en bici al aire libre, como en Córdoba, en la que hay largos carriles para ellas y hasta una preciosa avenida llamada Paseo del colesterol, para andar y correr y combatir el sedentarismo que, cada día más, nos está asfixiando.
Y puedo dar fe de que se usa a todas horas y todos los días, salvo en verano en las horas insoportables de calor.
Si no habéis hecho nunca antes algo de ejercicio, a menos que seáis muy jóvenes, consultad con vuestro médico de cabecera antes de empezar a usarla.
Los fabricantes recomiendan un examen físico completo.
Lo mejor, al iniciarse con una elíptica, es que evitamos el impacto fuerte que se produce al pisar el suelo, o la cinta de correr, que puede repercutir sobre las partes sensibles del cuerpo, como son las rodillas, tobillos y pies.
Al ser de bajo impacto el movimiento de piernas y cadera es circular y suave, guiado por la máquina, y las articulaciones no sufren como si estuviéramos corriendo o saltando.
Esto es especialmente aconsejable para todos aquellos que han tenido alguna lesión o intervención osteoarticular, y para los usuarios de mayor edad.
Aunque a ratos os duela alguna zona de vuestro cuerpo, si el médico os autoriza, usarlas, ya veréis como poco a poco los dolores van desapareciendo.
Hace años, en casos de reuma o de dolores localizados, se recomendaba el reposo absoluto, y hoy se ha comprobado que eso es totalmente nefasto.
El órgano que no se ejercita se atrofia, por eso después de alguna operación importante la rehabilitación mediante ejercicios es imprescindible y se inicia inmediatamente después, ya en el mismo hospital,para paliar el inmovilismo que, por fuerza ha habido.
Las bicicletas estáticas, fijas o ciclostatic son las que había en muchos hogares hace años y en ellas el usuario estaba sentado y por tanto se cansaba menos y podía utilizarla durante más tiempo.
Podían ayudar a desarrollar los cuádriceps y los músculos de la pantorrilla al ir incrementando la resistencia de la bicicleta, aunque esto también se consigue, como veremos, en una elíptica.
Ocupan algo menos de espacio, aunque no mucho menos, son algo menos costosas, pero el ejercicio en las bicicletas elípticas es mucho más completo.
Aunque el estar sentado puede ser positivo para algunos, otros pueden encontrar inconvenientes en esta posición reclinada.
Sin embargo para realizar algo de ejercicio en casa, en lugar de ser sedentarios durante todo el día, pueden valer.
Las bicicletas estáticas no soportan peso, y por tanto no se consigue con ellas los beneficios de fortalecimiento de huesos que proporcionan las máquinas elípticas, totalmente necesario para prevenir la osteoporosis, o evitar que aumente.
Pero si alguien ha tenido una de éstas y nunca la usó, o solo 2 o 3 veces, que no adquiera una elíptica porque tampoco la usará.
Hay que estar muy motivado y organizado para “sacar” tiempo y utilizarla a diario o casi.
Nuestra mente intentará convencernos a toda costa de que es aburrida, de que “perdemos” un tiempo precioso, de que todavía podemos esperar, de que ya tenemos muchos dolores, y de cien mil cosas más…, en definitiva “pretextos” para seguir en la «zona de confort» en la que nos hemos instalado y que no queremos abandonar.
La bicicleta elíptica es un aparato fantástico para mantenerse en forma si no se tiene “tiempo” o posibilidad de hacer ejercicio al aire libre que es lo ideal pero no siempre factible, aunque ya sabéis que lo del tiempo es muy relativo porque todos tenemos el mismo, y cada uno lo distribuye según sus prioridades.
Tienen tantas ventajas que aconsejan su uso diario.
Sin embargo muchos no ven su excesiva utilidad, pensando que son un trasto más, y seguramente también por no saber dónde ubicarla en su entreno.
Una cosa es correr, otra pedalear, otra nadar…, pero la elíptica les resulta como algo “extraño”, es una gran desconocida.
Lo cierto es que la elíptica es una máquina bastante completa y reúne algunas de las características de las otras máquinas que existen en los gimnasios, ya que recrea movimientos de la carrera, movimientos de la bici, movimientos de una máquina escaladora…
A nivel cardíaco dependerá de la intensidad que nosotros le queramos dar a la máquina.
Si vamos rápidos el corazón trabajará más, no hay secreto en ello.
Tanto las piernas como los brazos trabajan, permitiendo que el ritmo cardiaco se acelere más rápidamente y que, por tanto, el entrenamiento sea más eficiente.
Además, al poder utilizar también los brazos implicamos más musculatura, no solo en las piernas como cuando corremos o vamos en bici, con lo cual la necesidad de oxígeno es mayor y por tanto trabajamos más.
¡Y reforzar la musculatura en general siempre es muy bueno!
Nos permite trabajar de diferentes maneras, con o sin brazos, variando la cadencia, variando la resistencia, variando la posición del cuerpo y variando el sentido de la marcha ya que permite ir hacia atrás, si se quiere más sofisticación.
Otra ventaja importante de estas máquinas es que utilizan todo el cuerpo en el desarrollo del ejercicio.
Si cualquiera de estas máquinas se utiliza regularmente, con determinación, pronto se empezarán a ver los resultados que se consiguen y desean.
Combinan el cardio training con la tonificación, haciendo trabajar las partes superior e inferior del cuerpo, y se puede utilizar en casa todos los días, haga frío o calor, llueva o relampaguee, sin horario fijo y a la hora que mejor os convenga, o sea que no hay ningún pretexto para no usarla a diario.
Y con unos buenos cascos puestos se puede oír lo que se quiera, radio, televisión, música, idiomas…, todo es cuestión de echarle imaginación y ganas.
Y el que quiera un lujo asiático, si su bolsillo se lo permite, aunque no hace ninguna falta, puede adquirir una elíptica con televisión incorporada que, seguro, se estropea antes con tanta sofisticación.
Unos la usan por la mañana, en cuanto se levantan, y otros a media tarde, según sus posibilidades y horarios.
Por la mañana tiene la ventaja de que casi todo el cuerpo se desentumece y empieza a estar en forma para la jornada que se avecina…
Usar correctamente la bicicleta elíptica implica adoptar, como siempre, la posición adecuada para practicar de forma duradera.
La espalda recta permite trabajar eficazmente la cintura, los hombros lejos de las orejas y toda la zona abdominal succionada, hasta el recto, como ya os he explicado en otros posts.
De esta manera implicamos los brazos, las piernas y hasta los abdominales que deben permanecer contraídos para mantener la postura correcta.
Empezar con poquito tiempo, dependiendo de la edad y del estado de flexibilidad que se tenga, hasta que empecéis a estar cansados.
Para unos solo serán 5 minutos, y para otros probablemente más.
También hay que empezar con “poca tensión” que la marca una ruedecita colocada debajo del ordenador de a bordo que lleva, e ir aumentándola a medida que el cuerpo os lo vaya permitiendo, hasta llegar a la tensión máxima, que en algunas elípticas es el 6.
Los músculos y articulaciones se irán adaptando a la carrera poco a poco, mientras trabajamos todas las partes del cuerpo.
Lo ideal, una vez llegada a esta tensión máxima, y cuando el organismo ya esté acostumbrado, es montarse de 20 a 30 minutos diarios, sin forzar nunca nuestro organismo.
Para las mujeres que ya están en la menopausia, o que se están acercando, puede ser la solución ideal para activar su organismo.
Y si ya habéis empezado con ciertos achaques, dolores de piernas, de rodillas, de espalda…, siempre que el médico no lo prohíba, subiros en la bici, será vuestra aliada perfecta.
Muchos la consideran como la máquina de cardio más completa y también es una de las más recomendadas para adelgazar.
En sesiones de 30 minutos se pueden quemar unas 300 calorías.
Para las mujeres que ya están en la menopausia, o sintiendo sus primeros efectos negativos, ayuda a combatir 2 de los síntomas más molestos de esta etapa,
♦ los sofocos, y
♦ el aumento de peso
¡Poneros ropa cómoda, más o menos ligera si os gusta sudar o no, y aunque os duelan los pies calzaros unas buenas zapatillas de deporte, y ¡a trabajar!
Siempre es mucho mejor adoptar soluciones activas, que cada uno individualmente puede tomar, que atiborrarse de píldoras, muchas veces de dudosa eficacia que, como fármacos que son, tienen siempre efectos secundarios.