Si os gustan mucho las alcachofas, simplemente rehogadas con un poquito de aceite virgen extra y taquitos de jamón, el mejor método para hacerlas es el microondas.
Lo siento por los miles y miles que ni lo usan, ni quieren usarlo, cuando es una «herramienta «imprescindible en la cocina de hoy.
Os aclaro una vez más que un microondas:
♦ Es el sistema más revolucionario de cocción desde que se inventó la olla express.
♦ Los alimentos se cocinan al vapor pero sin añadir ni gota de líquido, exclusivamente con el vapor que nos proporciona el agua interior de los propios alimentos, lo que se llama agua de constitución.
♦ La temperatura que se produce normalmente en su interior es de 100ºC, con lo que se conservan más vitaminas y minerales. Hay estudios científicos que así lo avalan.
♦ No se produce ninguna alteración ni física ni química, por eso las verduras, por ejemplo, conservan todo su color y aroma primitivos.
♦ Estas ondas, «microondas», por su frecuencia y su longitud de onda dentro del espectro electromagnético, no son ionizantes.
♦ Todas las patrañas, falacias y mentiras que circulan por Internet, sin ningún aval científico detrás, son puro terrorismo comercial por parte de todos los que han visto disminuir sus ventas con el uso y disfrute de estos pequeños electrodomésticos.
Si, además, tenéis todo preparado y trabajáis ligerito, no hace falta ni ponerlas en remojo con agua y un manojo de perejil, ni mucho menos frotarlas con limón que enmascara totalmente su delicioso sabor.
Para no perder ni un minuto tener preparado, en la mesa de la cocina, todo lo siguiente:
1. Las alcachofas que vais a cocinar, por ejemplo 1 kilo,
2. 1 cuchillo grande bien afilado, el de cortar carne,
3. La punta de jamón que vais a utilizar,
4. Una tabla de cocina,
5. Papel absorbente de cocina,
6. El recipiente apto para microondas con su tapa que vais a usar,
7. Aceite de oliva virgen extra,
8. Una cuchara de madera,
9. Unos guantes de cocina finitos, ver más adelante
El mejor recipiente para cocinar las verduras que salen bien en el microondas es éste que veis en la foto, porque sirven las dos partes, tanto la inferior como la superior.
Era tan bueno y útil que dejaron de fabricarlo.
Buscar lo más parecido a él, aunque sea comprando dos recipientes sueltos, por ejemplo un molde de tarta del máximo diámetro que os quepa en vuestro microondas para la parte inferior, y un bol o sopera para la parte superior que encaje lo mejor posible, invertido, en la de abajo.
También podéis tapar cualquier recipiente que vayáis a usar en el microondas y que no tenga tapa propia, con una de silicona, aunque sea mayor.
Se llaman tapas de succión porque, mientras el microondas está funcionando, se quedan totalmente pegadas a la superficie del recipiente.
Las hay de muchos tamaños.
Los moldes de silicona que pululan por doquier, son pequeños, estrechos, alargados…, y con poca capacidad.
Y un buen recipiente, aunque sea solo uno, es lo más importante para poder trabajar con calidad, eficacia y productividad en un microondas cualquiera para 4 o 5 personas. ¡Es como «las ruedas de un coche»!
Preparación y elaboración
1. Procurar adquirir alcachofas del mismo tamaño y bien apretadas, puede que os entren en 1 kilo 5 o 6, no más.
2. En el recipiente escogido volcar 1 o 2 cucharadas de aceite de oliva virgen.
3. Colocaros unos guantes de goma para que las manos no se os pongan negras, y cortar encima de la tabla de cocina, y con el cuchillo de cortar carne, el taco de jamón en cubitos pequeños pero no diminutos, la cantidad que cada uno desee.
4. Añadirlos sobre el aceite y remover bien con una cuchara de madera para que todos queden como «pintados» de aceite.
5. Volcar en la pila de la cocina bien seca todas las alcachofas, tal como las habéis comprado.
6. Encima de la tabla de cocina anterior y con el mismo cuchillo ir cortando 1 por 1 el tallo o rabo de cada alcachofa, con sus hojas si las tiene, y la punta de cada una en un solo tajo.
7. Para manchar lo mínimo, ir echando estos desperdicios en una parte de la pila, y las que todavía no habéis tocado apartarlas en otra para que no se junten.
8. Cuando todas las alcachofas estén ya sin tallo y sin las puntas duras, tirar todos estos desperdicios a la basura.
8. Ir quitando ahora a cada alcachofa, con las manos y tirando para arrancarlas, todas las hojas duras, hasta que aparezcan las más claritas, las que deducís o comprendéis que van a ser comestibles y de las que no habrá que escupir nada.
9. Volcarlas de nuevo en la pila que está otra vez vacía.
10. Cuando ya todas estén, frotarlas de 1 en 1 con papel absorbente de cocina y cortarlas en 4 en la misma tabla de cocina y con el mismo cuchillo anterior.
11. Volcarlas encima del aceite y de los taquitos de jamón, remover muy bien como anteriormente, tapar el recipiente y cocinarlas en el microondas a potencia máxima, a 700-800 vatios durante unos 7 minutos.
12. Pincharlas al terminar para ver si están en su punto. En nuestro país existe la mala costumbre de tomar todas las verduras demasiado blandas, cuando deben estar siempre al dente.
Aunque se pueden cocinar más, yo no os lo recomendaría.
Conseguimos así unas alcachofas deliciosas.
Comprobareis que no se han frotado con limón, como siempre se ha hecho, ni se han metido en agua con un buen manojo de perejil para que su gran cantidad de vitamina C evite que se oxiden.
Si se cocinan de esta manera y se trabaja un poquito rápido no hace ninguna falta porque no tienen tiempo de oxidarse y se van a cocinar también muy rápidamente, al amparo del aire, puesto que en el microondas los recipientes siempre deben estar tapados, mientras que con las técnicas antiguas se tardaba mucho, se cocinaban en un “tanque” de agua… y además ¡¡destapadas!!
Se trata de aligerar al máximo todas las operaciones que realizamos en la cocina, sobre todo las que ya no sirven para nada, pero que se siguen haciendo “porque siempre se ha hecho así” y nadie las ha desmentido.
Hay que modernizar toda nuestra cocina para que el tiempo, hoy escaso, cunda mucho y se puedan hacer muchas más cosas.
¡Por eso la manera de trabajar y de organizarse en la cocina es fundamental para ser productivos!
Consejos de cocina y nutrición
■ No hay que retirar nunca la pelusilla interior, que no se notará si las alcachofas son tempranas, de buena calidad y están bien cocinadas.
■ Tampoco hay que retirar todas las hojas con el fin de dejar solo los corazones repelados como hacen muchos profesionales.
Es un verdadero estropicio ya que desperdician casi lo más importante de estas verduras, que es la fibra natural de la que poseen una cantidad importante.
La alimentación española consume en la actualidad menos de la mitad de fibra de la que recomienda la OMS, Organización Mundial de la Salud, que son 6 gramos.
Esta es una de las causas, no solo la única, de que hayan aumentado vertiginosamente en nuestro país los cánceres colorrectales o de colon, hasta situarse en los que más se producen.
■ Los guantes flocados de los que os hablé en este post, se encuentran ahora en los grandes bazares, a 1 euro, son fantásticos y duran un montón.
■ Como hemos arrancado todas las hojas exteriores de las alcachofas, que estaban muy prietas, no hace falta lavarlas. Con frotarlas con papel absorbente de cocina antes de cortarlas en cuartos es más que suficiente.
■ Hay tacos de jamón que no llevan ningún conservante porque no son trozos prensados de jamón sino trozos enteros de jamón jamón. Tienen una fecha de caducidad muy larga y congelan estupendamente en la misma bolsa al vacío en la que os los envían. Este plástico tiene un micraje o espesor lo suficientemente grande como para que no penetre nada de aire que es el principal causante de que los alimentos envasados se estropeen.
■ Al trabajar un poco rápidamente estas alcachofas apenas se oscurecerán, sabrán solo a alcachofa y no a limón como sucede con las congeladas o las envasadas en frascos de cristal.
■ «Comemos demasiado con los ojos», pero nuestro organismo debe aprovechar todo, aunque no sea tan estético.
■ Durante muchos años, los únicos europeos que teñían los guisantes de lata de color verde verde eramos los españoles, hasta que la Unión Europea lo prohibió.
Ahora son todos ligeramente pardos, porque es el color que resulta al cocerlos, y ya nos hemos acostumbrado.