Esta receta especial para diábéticos también sirve para personas que no quieren, por el motivo que sea, tomar azúcar o que no quieren consumir muchas calorías. 100 g de mermelada de fresa casera elaborada con azúcar tiene 203 calorías y una mermelada como ésta tiene solamente 34.
Como el microondas es el sistema más revolucionario de cocción desde que se inventó la olla express, aunque muchos no lo sepan, nos va a resultar utilísimo en la elaboración de cualquier mermelada, incluso de las elaboradas sin azúcar como en este caso.
Su gran ventaja es que para cocer la fruta, la que sea, nunca se necesita añadir agua, porque se va a cocer en su propio jugo, es decir con su agua de constitución.
Si la hiciéramos por el método tradicional en una cacerola, por muy buena que ésta fuera, tendríamos que añadir algo de agua para que no se nos pegara, salpicaría al cocer y tendríamos que estar removiendo continuamente con una cuchara de madera. En el microondas el único recipiente que vamos a ensuciar es una sopera de vidrio que se lava maravillosamente bien en el lavaplatos.
El ahorro pues de tiempo, de energía y, sobre todo de trabajo y limpieza es enorme.
Todas las mermeladas que se os ocurran se elaboran en el microondas de la misma manera, incluso la de tomate que sale riquísima y que veremos en otra ocasión.
■ ½ kilo de fresas o fresones
■ la puntita de 1 cucharadita de café de pectina en polvo
■ unas 40 o 50 gotas del edulcorante artificial líquido Dulzol
1. Lavar las fresas debajo del grifo y nunca sumergidas en agua y retirarles después el rabito. Secarlas ahora muy bien con papel absorbente de cocina y volcarlas en un recipiente muy hondo porque al cocer van a subir como la leche y se podrían derramar.
No olvidar que las fresas tienen un 90% de agua que tendremos que eliminar desde el principio si queremos obtener al final una mermelada espesita.
2. Cocerlas durante 5 minutos a potencia máxima. Aunque ya sabéis que no me gusta usar la tapa de agujeros que nos suministran con el microondas, tapar aquí con ella para evitar que se salgan si tapamos con una tapa que encaje mejor y no tenga orificios.
3. Si veis que están poco cocidas, programar otros 5 minutos más de la misma manera, pero nunca pongáis de primeras 10 minutos de golpe… porque se os podría salir.
4. Al cabo de ese tiempo estarán casi deshechas. Machacarlas algo más con un tenedor o con la minipímer si lo preferís.
5. Añadir ahora la pectina mezclándola por igual con toda la pulpa, y cocer 5 minutos más o hasta que veáis que tiene la consistencia deseada, ahora destapadas y siempre a potencia máxima.
6. Esperar a que se enfríe un poco y añadirle el edulcorante artificial mezclándolo uniformemente.
7. Volcarla inmediatamente en un tupper o frasco de mermelada muy limpio procurando llenarlo hasta arriba para que no quede nada de aire en su interior. Taparlo ahora mismo, casi hirviendo, y en cuanto esté a temperatura ambiente, guardarlo en la nevera dónde siempre tendrá que estar hasta su total consumición.
No la conservéis muchos días pues al no llevar azúcar ni ningún conservante artificial se puede estropear.
Mermelada de fresas sin añadir pectina
1. También se puede elaborar esta mermelada sin añadir pectina si os incordia el encontrarla.
2. En este caso, después de que las frutas estén ya cocidas y machacadas ligeramente proceder a cocerlas, siempre destapadas para que haya una gran evaporación, siempre a potencia máxima, siempre en periodos de 5 minutos, no más para evitar disgustos, y removiendo con una cuchara de madera cada vez que el aparato se para unificar, e ir viendo la consistencia que va adquiriendo. Vais a conseguir como un puré espeso de fruta.
3. Cuando veáis que está a vuestro gusto, contando con que al enfriarse espesará un poco más, dejarlo enfriar unos minutos y añadir el edulcorante líquido, poco a poco, removiendo también con la cuchara, hasta que os guste el dulzor conseguido.
Consejos de cocina y nutrición
■ La pectina es un espesante natural soluble en agua y presente en mayor o menor cantidad en muchas frutas siendo la pera y la manzana de las que más tienen. La que encontraréis normalmente será la pectina de manzana, en vuestra farmacia o en tiendas de productos químicos y farmacéuticos como Riesgo, mriesgo@tsc.es. Dependiendo de su clase, debéis añadirla en muy pequeña cantidad porque su poder gelificante suele ser grande y con la punta de una cucharadita de café, menos de la mitad, puede ser suficiente. Y si queréis que vuestra mermelada sea más espesa, siempre podéis añadirle un poco más.
■ Aunque las mermeladas caseras siempre se han hecho utilizando frutas ya muy maduras, cuando están más baratas, deberían elaborarse con frutas más enteras, porque contrariamente a lo que se piensa, las frutas maduras contienen menos pectina y son menos apropiadas para elaborar mermeladas.
Las frutas verdes al madurar pierden acidez y aumentan su cantidad de azúcar a partir del almidón y, por la acción de las enzimas que todas ellas poseen, la pectina se desdobla en sustancias más sencillas con lo que su cantidad disminuye.
■ El edulcorante líquido artificial Dulzol es una mezcla de sacarina y ciclamato provisto de cuenta gotas, que encuentro mucho más cómodo de usar que los edulcorantes en polvo porque a medida que vais echándolo podéis comprobar el dulzor que va proporcionando e ir añadiendo hasta que os guste. Por ello cada uno echará más o menos dependiendo de lo goloso que sea.
■ De esta misma forma se puede hacer mermelada de frambuesas o de moras, contando que como son frutas que tienen más pectina espesarán antes.
■ Esta misma receta se puede hacer también con fresas, frambuesas o moras frescas o congeladas, y ya os explicaré en otros posts cómo congelar todas estas frutas para que os duren, si os interesa, de una temporada para otra, y cómo elaborar una mermelada con azúcar.