Aunque ya puse en su día 2 posts al respecto, “Truco para combatir el estreñimiento de manera natural«, que tiene en la actualidad ¡629 comentarios!, y otro, Estreñimiento, 15 factores claves para combatirlo», con bastantes menos, vuelvo a hablar del tema porque la mayoría de la gente no se quiere enterar, y aunque muchos padecen este trastorno desde la infancia, cada vez personas más jóvenes contactan conmigo buscando trucos, o píldoras mágicas que no existen, porque la mayoría de las veces, en el 99% de los casos, se trata de un estilo de vida equivocado.
Piden socorro, muchas veces de una manera angustiada, sin ni siquiera haberse leído estos posts enteros y mucho menos esa cantidad enorme de comentarios.
Pero no quieren cambiar de hábitos, se resisten a ello.
El estreñimiento es el malestar digestivo más común en los Estados Unidos, ya que afecta a 42 millones de personas, precisamente porque sus hábitos alimenticios son totalmente erróneos, todo su estilo de vida es incorrecto.
Como no hay “nada nuevo bajo el sol”, voy a repetir brevemente y por orden de importancia lo que ya expliqué entonces.
1. Si se quiere que nuestro intestino funcione bien, con regularidad, hay que tomar suficientes alimentos con fibra todos los días, un mínimo de 400 o 500 gramos en total de frutas y hortalizas, mejor si son 2 raciones de fruta y 3 de verduras, pero no hay que limitarse a tomar siempre las mismas, sino al revés, hay que diversificar continuamente.
La OMS, Organización Mundial de la Salud, aconseja un mínimo de 30 gramos diarios de fibra, y en nuestro país no se alcanza ni la mitad.
Muchos prefieren acudir a “cosas raras” como el salvado de trigo o de avena… que no deben ser ningún manjar a la hora de ingerirlos disueltos en leche o zumos.
Así que en nuestros platos diarios tiene que haber forzosamente colores, cuantos más mejor, amarillos, rojos, verdes, violetas… y estos solo los proporcionan los vegetales y las frutas.
2. Nuestra alimentación a lo largo de los meses y años debe ser siempre la correcta, es decir equilibrada, variada y nutritiva.
Por ello no solo hay que tomar verduras y frutas, sino todos los grupos de alimentos que tenemos a nuestro alcance, proteínas, hidratos de carbono, preferiblemente de absorción lenta, y grasas con la calidad y en la cantidad adecuada.
No me voy a repetir porque ya tenéis en este ebook todo lo que se debe comer para alimentarse correctamente y disfrutar siempre de una buena salud, no solo para adelgazar.
3. No hay que llevar una vida totalmente sedentaria, sino que hay moverse de alguna forma, hacer algún tipo de ejercicio aunque no se haya hecho nunca antes.
Ya muchos médicos se “atreven” a decir “algo” que hasta ahora no era «políticamente correcto»: “el movimiento es vida”, y que se oirá cada vez más porque el sedentarismo junto con los kilos de más, que van normalmente unidos, son las nuevas epidemias de este siglo nuestro, el XXI.
El sobrepeso influye enormemente pues es la pescadilla que se muerde la cola, cuántos más kilos se “llevan” encima, más cuesta moverse y más y más sedentario se vuelve uno.
4. Hay que beber suficiente agua, aunque el tema de una hidratación suficiente creo que ya está bastante asumido.
Sin pasarse, pues no hay ninguna necesidad de tomar 3 o 4 litros diarios a no ser que nuestro trabajo nos haga sudar mucho. Beber mucha agua no adelgaza como muchos piensan.
Pero agua no quiere decir refrescos, ni bebidas energizantes, ni zumos, ni néctares… que son siempre industriales por muy naturales que los anuncien, algo que no es nunca verdad.
Muchos toman esta clase de refrescos industriales no solo a diario sino a veces más de uno.
Agua es simplemente agua, del grifo si está microbiológicamente testada.
5. Hay que tomar platos o guisos cuanto más sencillos mejor, y en la actualidad cada día se consumen más precocinados, alegando además que no hay tiempo para cocinar.
Lo que no hay son ganas, porque no todos quieren concienciarse, como se repetía ya en la antigüedad, de que «somos lo que comemos», y de que «la salud y la enfermedad entran por la boca«.
6. Hay que evitar al máximo las “chucherías” dulces o saladas llenas de aditivos y de grasas malas o sospechosas.
1 día puede ser 1 día, pero nunca a diario, como ya es costumbre.
Tampoco hay que abusar de los alimentos demasiado refinados como el pan normal o el pan de molde blanco, y acostumbrarse al pan integral, multicereal o de semillas que, si están bien horneados y son de calidad, elaborados siempre con masa madre, son una delicia.
7. Hay que a analizar fríamente lo que se come y se bebe al cabo del día y de las semanas.
Si se toman casi exclusivamente muchas carnes rojas super grasientas, muchos fritos y rebozados, las patatas fritas prácticamente a diario, pastas, pizzas, lasañas, embutidos, arroces, bollería industrial… es casi imposible tener un intestino “educado” y que funcione bien.
8. Evitar comer cantidades demasiado grandes en una sola toma, hasta el doble e incluso el triple de lo que se consume o quema, muchas veces en la cena y a unas horas tardías, mientras que los desayunos son flojos o casi inexistentes.
9. Tomar determinados medicamentos como ansiolíticos, antidepresivos y antihipertensivos pueden contribuir a este estreñimiento, pero no obligatoriamente, y siempre se puede combatir.
10. Comer muy deprisa también influye en el estreñimiento pues los alimentos muchas veces se tragan casi enteros.
Deberíamos masticar cada bocado por lo menos 20 veces antes de deglutirlo para transformarlo así en una papilla fina, pero la ansiedad, la falta de tiempo y el estrés no ayudan.
Comer con tenedor pequeñito, de postre, y soltarlo cada vez que nos lo hemos llevado a la boca puede contribuir a comer más despacio.
De esta manera la digestión empezaría en la boca gracias a la enzima ptialina de la saliva, que es en realidad donde empieza.
Además se ha visto que comer despacio y lo que se debe, no solo ni exclusivamente lo que apetece, previene la aparición de cáncer de colon que está creciendo a una velocidad vertiginosa.
11. Aunque no se han encontrado razones científicas para aconsejarlo, el yogur puede ayudar en muchos casos, por la presencia de sus Lactobacilos, a hacer mejor la digestión y a aliviar la labor del intestino. Pero tiene que ser natural y desnatado.
Paradójicamente, los que más se consumen son los azucarados, edulcorados o con «sabor a…» seguido del nombre de la fruta o producto al que corresponda el agente aromático utilizado.
Todos ellos son ya productos procesados.
12. Los consejos caseros que siempre se han usado como tomar 1 o 2 kiwis en ayunas, acompañados o no de 1 vaso de agua, o las ciruelas pasas remojadas en agua durante toda la noche pueden ayudar.
Modernizaros, y recién levantados macerarlas, cubiertas de agua 2 o 3 minutos en el microondas, a potencia máxima, bebiéndoos también a continuación este agua.
Cuidado con las que tomáis pues tienen muchas calorías.
13. Salir de viaje y por tanto cambiar de costumbres y de alimentación también contribuye al estreñimiento y todos lo hemos comprobado.
Se injieren normalmente muy pocas fibras ya que las frutas se sustituyen por postres muy calóricos y las verduras solo se encuentran como adorno o acompañamiento.
14. Lo último a lo que hay que acudir es a los laxantes, ni siquiera a los “naturales” que se encuentran en las herboristerías o farmacias, salvo que el médico los prescriba.
Con un laxante se elimina el síntoma, es decir el estreñimiento, pero no la causa que es lo fundamental.
Ante un estreñimiento persistente hay que hacer un buen diagnóstico, algo que lleva tiempo pero que es importantísimo para detectar cualquier problema grave.
Y si este estreñimiento aparece de repente, sin ninguna causa justificada, hay que acudir al médico a los muy pocos días pues puede tener graves consecuencias.
15. El consejo de tomarse en ayunas, al levantarse, 1 cucharada de sopa bien llena del mejor aceite de oliva virgen extra, sola sin nada más, puede ser una buena costumbre, pero que no hará milagros si no se acompaña de todas las medidas anteriores.
Después se puede ingerir todo lo que uno quiera, el desayuno acostumbrado.
Este aceite actuará como lubricante de todo nuestro aparato digestivo, desde el estómago hasta el final del intestino.
Es totalmente inofensivo y lo pueden tomar hasta los niños pequeños y las embarazadas.
Si a los 15 días, sin olvidar ninguno, se comprueba que no ha surgido efecto, se suspende su ingesta y habrá que estudiar qué es lo que falla en vuestro estilo de vida, porque indudablemente, algo falla.
Es una medida que se recomienda muy poco, aunque yo se la oí hace años a uno de los mejores cirujanos del aparato digestivo del mundo, y os aseguro que puede funcionar.