Una vez más, después de las vacaciones y cara a la «operación bikini» muchos están ya dispuestos, por enésima vez, a ponerse a «régimen» o a hacer una de las múltiples «dietas» que pululan en todos los medios de información, sean escritos, visuales, auditivos, digitales… y no digamos nada de los múltiples escaparates anunciando el tratamiento definitivo para la pérdida de kilos.
De hecho algunos centros dedicados a esta pérdida de peso y a otras muchas cosas, ya se anuncian como Centros de Recuperación del Estado Saludable.
¡Pero qué listos son los directores de marketing!
Los que ganan y pierden peso intermitentemente deben saber que su cuerpo se va acostumbrando a estas oscilaciones y va quedando como “vacunado” contra esta pérdida, de manera que cada vez les costará más esfuerzo recuperar su peso normal.
Los kilos de más no son solo un problema estético, de lo que muchos están convencidos, sino un problema gravísimo de salud y la puerta de entrada de numerosísimas enfermedades no solo de la diabetes de tipo 2, cuyas cifras se han multiplicado por 2 en estos últimos años, sino de lo que se llama síndrome metabólico que reúne varias patologías juntas.
Influyen también, aunque muchos ni se lo plantean, en la aparición de múltiples cánceres, como el de mama, el de colón, el de próstata…
El sobrepeso y la obesidad ya causan el 75% de los infartos en España, pero demasiados todavía no se han querido enterar, y ya se consideran como la epidemia del siglo XXI.
Y son hoy tan solo la punta de un inmenso iceberg que nos acecha cada día más.
Pero como el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, muchos volverán a hacer lo mismo que han hecho otros años, y que no les ha funcionado más que momentáneamente puesto que han vuelto a coger los kilos que en su día perdieron.
Los que me seguís o me conocéis ya sabéis que las «dietas» no me gustan en absoluto, ni siquiera la palabra dieta en sí misma.
Solo funcionan al principio, hasta que os cansáis, y como las que os mandan suelen ser aburridas y a veces demasiado estrictas, pasáis hambre, tenéis mucha ansiedad, y al final os lanzáis a comer lo que sea y a recuperar todo lo que habíais perdido.
Lo único que funciona es aprender a comer y hacerlo de una manera diferente a la que se ha hecho hasta ahora puesto que ésta, al final, ha resultado no ser buena puesto que nos ha hecho engordar.
¿Quién nos ha enseñado a alimentarnos?
Nadie en absoluto, y en la actualidad debería enseñarse en el colegio, desde los primeros años, hasta que los niños entendieran que comer chucherías a todas horas, o muy a menudo, sean saladas o dulces, aunque estén muy ricas y les gusten mucho, no es bueno para crecer con salud.
Y claro que lo entienden si ven el ejemplo en casa y si se les repite muy a menudo.
¿Queréis perder algunos kilitos vosotros solos sin hacer dieta, y luego no recuperarlos?
Pasos a seguir.
1. Si nunca un profesional os ha dicho cuántas calorías deberíais consumir a diario para manteneros en forma y no engordar, podéis calcularlas vosotros mismos aunque sea groso modo, con la formulita allí puesta.
2. Ya sabéis que para perder peso hay que atenerse a dos factores imprescindibles:
a) comer menos de lo que se quema, es decir reducir por lo menos en un 10% las calorías que os corresponden y que y habéis ya calculado
y
b) realizar algún tipo de ejercicio a diario para quemar más y ayudar al mismo tiempo a la quema que se va a producir simplemente ingiriendo menos.
Este ejercicio debe realizarse a diario, o por lo menos 5 días a la semana.
3. A no ser que seáis muy pequeñitos de talla, nunca deberían ser menos de 1.500 calorías porque, con una ingestión menor, podríais tener déficit de vitaminas y minerales e incluso padecer anemia.
4. Como ya sabéis las calorías diarias que debéis consumir, por ejemplo 1.800 diarias, hay que distribuirlas de manera que toméis entre el desayuno y el tentempié de la mañana unas 600, y otras 300 para el tentempié de la tarde.
Ya llevamos 900, y nos quedan otras 900 que deberían distribuirse en 600 para la comida y 300 para la cena que debe tomarse por lo menos 3 horas antes de acostarse y ser siempre menor que la comida.
5. Si no os gustan las hortalizas, dentro de las cuales están no solo las verduras, que son las de color verde, sino el resto de todos los colores, olvidaros de adelgazar para siempre y de ir cumpliendo años con salud, así de crudo y así de veraz.
Sin ellas no se puede vivir saludablemente y para siempre, porque tienen antioxidantes y vitaminas que no encontraréis en ningún otro grupo de alimento, y los suplementos farmacéuticos que podríais tomar no se asimilan de la misma manera y no son efectivos… aunque os aseguren lo contrario.
6. Comer muy despacio, masticando varias veces cada bocado también ayuda, aunque muchos crean que es una “chorrada”.
Hay que empezar por tardar por lo menos el doble de lo que se tardaba antes.
Ha quedado demostrado científicamente que solo con esta medida se puede consumir un 10% menos de calorías.
7. Cuando se quieren perder kilos para siempre, no solo hay que vivir de ensaladas y alimentos a la plancha, algo muy aburrido y hasta poco saludable.
Las ensaladas poco aliñadas no suelen gustar, y si se aliñan bien ya no adelgazan, y la mayoría de las veces producen hinchazón de estómago y flatulencia.
Además, como no sacian, al poco tiempo se puede sentir hambre.
8. Tenéis en mi blog 9 platos únicos variados y saludables, guisos fáciles y rápidos de hacer, con menos de 500 calorías cada uno, así que no hay excusas.
9. Si no se hace simultáneamente ejercicio, con cualquier dieta, os la mande quién sea, perderéis al principio algún kilo, que rápidamente recuperaréis en cuanto empecéis a comer como antes y, además perderéis masa muscular, que consume también calorías, y que solo se vuelve a recuperar mediante el ejercicio.
10. Recordar que aunque os sepan igual de buenos, es preferible tomarse, por ejemplo, un trozo pequeño de un chorizo de clase extra, que el doble de otro de inferior calidad, ya que este último puede tener el doble de grasa y la mitad de proteína, es decir de carne de cerdo.
11. En una sola comida de fiesta, en una boda o en un buen cóctel… podéis ganar de 1 día para otro 1 kilo o más. ¡Pesaros para comprobarlo!
12. Los productos industriales y los precocinados están pensados y procesados para enganchar precisamente a nuestras papilas gustativas, que tienen debilidad por determinados ingredientes que ellos usan en abundancia como sal, azúcares, grasas saturadas y grasas trans, colorantes, potenciadores del sabor…
Así que los alimentos naturales deben ser la base de nuestra alimentación…
Los muchos que me escribís diciéndome que no disponéis de tiempo ni para organizar unos menús, comprar y mucho menos cocinar…, debéis saber que lo más importante en esta vida es la salud y «somos lo que comemos».
Y una vez que se pierde del todo… puede no recuperarse nunca.
La comida casera contiene más nutrientes por ración y menos calorías y siempre sabremos, con exactitud matemática, lo que estamos ingiriendo.
Y si queréis reíros un poco, lo último de lo último que acaba de salir es «Una pasta de dientes que ayuda a delgazar» y «Pantalones vaqueros que reducen la celulitis».
No os estoy tomando el pelo, palabra, y más de un@… lo probará… por si acaso.
¡¡Hasta dónde vamos a llegar!!