Vamos a imaginar que se trata de una primera compra y de una pareja joven, aunque solo existen pequeñas diferencias según la edad. Como en el caso del presupuesto, habrá que empezar por hacer una lista de todo lo que puede hacer falta en una casa, sea en el sistema que sea, papel y lápiz, ordenador, pda, grabadora…
Voy a incluiros una lista de alimentos que a muchos puede parecer enorme de lo que podríamos llamar una despensa cardiosaludable básica que considero, en líneas generales, casi indispensable y que me pidió hace unos años la Fundación Española del Corazón.
Los alimentos que no deberían faltar serían:
• El aceite de oliva virgen extra que se vaya a gastar durante un mes, es decir 1 litro por persona como recomienda la OMS. Si el aceite está de oferta, se puede aprovechar y comprar varios litros dependiendo del sitio que se tenga y del dinero disponible. Aprovechar ciertas ofertas, sobre todo si se trata de marcas reconocidas, resulta rentabilísimo y os puedo asegurar que es una regla para poder ahorrar bastante dinero al cabo del año. Esta vez gastaréis más en aceite, pero luego durante cierto tiempo no necesitaréis comprar ninguno.
• Arroz, azúcar, harina, varios briks de leche, semi o totalmente desnatada si no se quiere tomar nada de grasa saturada. Si utilizáis edulcorantes artificiales, que solo recomendaría en casos extremos, comprarlos en una gran superficie en la que realmente sabéis que tienen precios ajustados. Os resultarán mucho más baratos que en la farmacia o en el herbolario.
• Legumbres de la temporada, lentejas, garbanzos, judías blancas, rojas, pintas… Si tenéis una buena olla superrápida no tardaréis más de 2, 7 o 10 minutos en cocinarlas.
• Pasta de varias clases y formas, espaguetis, fusilis, tallarines, macarrones… maicena, sémola, tapioca o fideos de cabello para elaborar sopas, o más gorditos para elaborar fideuás.
• Sal siempre yodada, como también recomienda la OMS.
• Hierbas aromáticas para cocinar, las que os gusten como albahaca, eneldo, estragón, laurel, orégano, romero, salvia, tomillo… que pueden ser secas, o mejor aún frescas. Si las picáis y las congeláis no perderán nada. Son muy saludables, pues además de sus múltiples propiedades antisépticas y digestivas nos ayudan a usar menor cantidad de sal al proporcionar un aroma intenso.
• Condimentos y especias como azafrán auténtico, y en lugar del colorante amarillo químico que se encuentra en todas partes bajo ese nombre, cúrcuma que es un colorante amarillo natural derivado del jengibre.
• Cominos, guindillas y cayenas, pimentón dulce y picante a ser posible de La Vera, ligeramente ahumados y con un aroma y sabor extraordinarios, únicos.
• Granos de pimienta blanca y de pimienta negra con su ralladorcito ya incorporado para usarlas recién molidas, con más aroma y sabor y nuez moscada entera para rallarla también en el momento.
• Si os gusta una cocina un poco sabrosa yo añadiría mostaza francesa de Dijon para todas las mayonesas, vinagretas y carnes, y para usar solo de vez en cuando, salsa inglesa también llamada salsa Perrins o Worcerstershire, ketchup y tabasco, muy o poco picante para elaborar salsa rosa casera.
• Canela en rama y molida, vainilla en forma de vaina, o en polvo como azúcar avainillada.
• Hierbas aromáticas para infusiones, en bolsitas, muy cómodas, aunque tienen menos sabor que las hojas sueltas, manzanillas de muchos tipos con menta, regaliz, anís…, poleo menta, té, tila… Para las personas que no puedan tomar cafeína hay una gran variedad de tés sin teína.
• Café molido en muy pequeña cantidad y mejor en grano, para moler en el momento y que conserva más aroma, café soluble con y sin cafeína y miel si la usáis.
• Cereales para el desayuno, mejor integrales, y en los que os especifiquen el tipo de grasa que llevan, caso de que la lleven.
• Si os pirriáis por él, chocolate puro que es el que solo lleva su grasa, la manteca de cacao, sin ninguna otra grasa añadida. Y el más sano es el más negro, con una proporción de cacao entre el 60 y el 80%.
• Latas de pescados y mariscos, envasados en aceite de oliva o virgen extra o en escabeche, de bonito o atún blanco, caballa, sardinas o sardinillas, mejillones, navajas, berberechos… que siguen conservando sus buenos ácidos omega 3. Son muy sanas y socorridas para preparar ensaladas variadas en un momento, o tostas que se pueden untar previamente con tomate.
• Latas de tomate natural triturado clase extra o de salsa de tomate pero escogiendo siempre las elaboradas sólo con verduras y aceite de oliva, sin féculas ni almidones añadidos, ni grasas y aditivos extraños…
• Si os gusta tener latas de comida ya preparada, mucho más caras que si cocináis vosotros un día para varios días, fijaros en las calorías que tienen y en si están elaboradas con aceite de girasol o de oliva. Si solamente declaran “aceite vegetal”, directamente yo no las compraría.
• También alguna lata de melocotón, de piña o de macedonia, al natural, para hacer postres sencillos.
• Algún frasco de confitura o mermelada, si las consumís, a ser posible que solo lleven como aditivo pectina, que es un espesante natural. Buscadlas ya que existen.
• En cuanto a verduras en conserva, prefiero adquirirlas congeladas puesto que conservan mejor todas sus vitaminas, ya que en la esterilización de los frascos se pierden las termolábiles como la C. Pero si os gustan, para una emergencia podéis tener frascos de espárragos mejor que latas, alguna de pimiento morrón, de pimientos del piquillo, de maíz y de palmitos que no se pueden conseguir de otra manera. ¡Y estaréis de acuerdo conmigo en que los champiñones, las alcachofas o los ajetes frescos envasados no saben ni remotamente como los frescos cocinados en casa! Y todos estos se hacen en un momento en el microondas.
• Aceitunas, si os gustan, en frascos o latas, que son una buena fuente de vitamina E y con bastante calcio. Recordad que las negras tienen el doble de calorías que las verdes.
• Pepinillos y cebollitas en vinagre, si os gustan, pues sirven para picar entre horas y tienen muy pocas calorías.
• Vinagre que, como en el caso de los aceites, puede ser de varias clases, de vino blanco, vino tinto, jerez, sidra, manzana…, o el balsámico que está tan de moda.
• También algún vino blanco y tinto, algún tipo de jerez seco y de brandy, todos ellos de calidad, y que emplearemos para guisar. El alcohol durante la elaboración se evaporará y los niños podrán también tomar estos platos. Los vinos «especiales» que venden para cocinar no suelen ser nada buenos.
• No pueden faltar nuestros maravillosos frutos secos, como pasas, higos secos, orejones… o nueces, las que más ácidos grasos omega tres tienen, almendras, las más ricas en calcio, avellanas, piñones…., siempre tomados con moderación porque tienen muchas calorías. Si tomáis todos los días 20 g de nueces o almendras, algo muy recomendable, comprarlos en bolsas grandes pues salen muchísimo más baratas. Para una conservación larga y con garantías es preferible guardarlos en la nevera o el congelador dónde permanecen intactos, sin ablandarse, como a veces se dice, y sin enranciarse, siempre que estén envasados herméticamente.
• Ajos, cebollas y patatas.
• Todo lo que tengáis de más será porque os guste, pero creo que no es realmente indispensable.
• Veréis que no aparecen las chucherías, por muy ricas que sean al paladar, pero que deberían tomarse muy de vez en cuando, ya que tienen demasiadas calorías, demasiada sal y demasiada grasa que suele ser “vegetal” sin especificar.
Y tampoco los zumos y refrescos de los que hablaremos en el post «fondo» de nevera.