1. ¿Por qué es el bizcocho más sano?
Porque lleva únicamente ingredientes naturales, ni siquiera levadura química aunque ésta no sea mala.
2. ¿Por qué es el que tiene menos calorías?
Porque no lleva nada de grasa, ni aceite ni mantequilla, nada.
3. Además es el más sencillo pues solo consta de 3 ingredientes, se elabora y se hornea de maravilla en muy poco tiempo, y si se quiere aprovechar el calor del horno y rentabilizar la energía gastada, se pueden hornear al mismo tiempo 2 moldes ya que congela estupendamente.
Se denomina “bizcocho genovés” y es la base de todas las tartas que llevan bizcocho. Yo desde luego lo uso para todas salvo naturalmente las que se confeccionan encima de una pasta sableé.
Como las cremas que lo van a acompañar, ya sean de mantequilla, moka, nata, chocolate, trufa, limón, queso… llevan ya grasa, no hay ninguna razón para añadirla también al bizcocho haciéndolo más pesado y, sobre todo, más calórico.
Como se tarda tan poco en prepararlo y hornearlo, puede valer para desayunar en lugar de galletas, magdalenas o bollería industrial…
Para un molde redondo de 24 centímetros de diámetro, antiadherente o de silicona, lo que prefiráis los ingredientes serían:
■ 4 huevos gordos de 62-72 g
■ 100 g de harina de trigo normal
■ 100 g de azúcar
Se puede hacer más o menos grande, guardando siempre la proporción entre los huevos y el azúcar y la harina que deben ir a partes iguales, por ejemplo 6 huevos → 150 g de harina → 150 g de azúcar.
1. Empezar por precalentar el horno en función turbo = ventilador = aire caliente envolvente, a 160º para que esté ya caliente cuando tengamos la masa del bizcocho ya preparada.
2. Pesar la harina y el azúcar.
3. Volcar los huevos enteros y el azúcar en un bol o ensaladera grandes pues esta mezcla va a triplicar su volumen y tenemos que tener mucho espacio libre.
4. Introducirlo en la pila de la cocina en la que hayáis almacenado agua muy caliente de vuestro calentador.
5. Con unas varillas preferentemente eléctricas, como las de montar claras, empezar a batir a la velocidad máxima sin parar en ningún momento. Pueden valer las que algunas minipímers modernas, buenas y potentes llevan.
6. Veréis, como por arte de magia, que esta mezcla va creciendo y creciendo hasta triplicar su volumen.
7. Sacar entonces este recipiente del agua y seguir batiendo de la misma manera hasta que se enfríe un poco.
8. Añadir poco a poco la harina en “forma de lluvia” incorporándola suavemente con un tenedor, nunca con las varillas, aunque podéis seguir usándolas puesto que están manchadas pero desenchufadas, como si se tratara de un batidor manual.
9. Cuando esta mezcla esté homogénea y no haya ningún grumito, y si lo hacéis como os indico es imposible que lo haya, volcarla en el molde escogido.
10. Introducirlo en el horno que ya estará caliente y hornearlo durante 6 o 7 minutos nada más.
11. Pincharlo en el centro con una aguja finita, o un palillo largo, no con un “sable”. Debe estar morenito por fuera y la aguja tiene que salir limpia.
12. Sacarlo del horno poniéndoos unas manoplas de horno, y en cuanto no queme desmoldarlo sobre una rejilla especial, o la del horno si os sirve. Si se deja enfriar en el molde con su calor residual se puede resecar.
13. Cuando esté totalmente frío, abrirlo por la mitad, emborracharlo si así lo indica la receta, rellenarlo, cubrirlo…o congelarlo si habéis hecho 2.
Consejos de cocina y nutrición
■ Aunque este bizcocho se puede preparar en ese robot que muchos tenéis, “montando” los huevos enteros con la mariposa → 6 minutos → velocidad 4 → y sin calor, esta mezcla no crece tanto porque, aunque retiréis el cubilete como yo os aconsejo en mis libros, seguimos trabajando en un recipiente prácticamente cerrado, un vaso tapado, y las burbujitas de aire que se deben crear no son tan abundantes. Los huevos «blanquean» aunque no quedan tan aireados, pero para muchos pueden valer.
Lo mismo sucede al montar claras de huevo, se montan, pero no quedan tan esponjosas.
■ Si usáis el horno con relativa frecuencia, adquirír unas manoplas especiales. Los profesionales siguen usando “trapajos” porque ya se han acostumbrado a trabajar de esta manera y tienen después todo un séquito de “ayudantes” que limpian todo lo que ellos manchan, por no pensar ni en la productividad ni en la organización, pero imagino que vosotros no tenéis «súbditos» y os interesa trabajar lo más cómoda y rápidamente posible manchando lo mínimo.
■ En mis recetas, mientras no os diga lo contrario, usar harina de trigo normal, sin «triquiñuelas» añadidas… para cobrar más.
■ Para echar la harina en forma de lluvia volcarla en un colador grande de malla finita e ir dándole golpecitos. A medida que la harina va cayendo vosotros la vais incorporando con el tenedor.
■ Si queréis congelarlo, → esperar a que esté totalmente frío, → espolvorearlo ligeramente por las 2 caras con azúcar glas para que no se pegue a la bolsa, → introducirlo en una buena bolsa de congelación, → expulsar bien el aire del interior → y congelarlo al máximo de frío.