No he visto nunca el interior de una nevera en la que todos los alimentos estén correctamente colocados, ni siquiera en la revista de la OCU, Organización de Consumidores y Usuarios, con la que, desgraciadamente, no estoy casi nunca de acuerdo.
Es lo que suele pasar cuando se quiere saber de todo, sin tener verdaderos especialistas de cada tema.
Según el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en España se tiran a la basura anualmente 7,7 millones de toneladas de alimentos aptos para el consumo.
Los hogares son los que más desperdician, un 42%, y dentro de ellos los unipersonales tiran más comida que los formados por parejas con hijos.
Esto quiere decir que en nuestro país no se sabe conservar ni congelar nuestros alimentos ni frescos, ni ya cocinados. ¡Y lo más grave es que a muchos no les interesa ni aprender a hacerlo!
Cuando yo escribí en el año 2001 mi primer libro sobre esta conservación, estuve hojeando en la Biblioteca Nacional, después de que me proporcionaran el Carnet de Investigador, todo lo que había publicado sobre este tema y, a nivel de hogar, no había absolutamente nada, solo a nivel industrial.
Ese libro hoy sigue existiendo, renovado y actualizado en ebook (formatos pdf+epub) y también en Amazon en formato Kindle, pero muchos todavía siguen pensando que conservar o congelar es simplemente abrir los correspondientes electrodomésticos y meter los alimentos de cualquier manera, sin tomar más precauciones y ni siquiera saber a qué temperaturas se deben realizar estas técnicas de manipulación de alimentos.
Los muchos aficionados que hablan sobre el tema son meros aficionados, remunerados muchas veces por marcas de electrodomésticos que únicamente pretenden vender sus aparatos, atribuyéndolas «características mágicas» que no tienen.
Así, todo lo que aparece en YouTube, incluso en los medios de comunicación, hasta en televisión es totalmente inexacto, y por ello los alimentos se estropean.
Inexactitudes que se pueden ver, escuchar, o las dos cosas juntas.
1. Lo primero que debemos saber es que hay una diferencia entre lo que es una nevera y un combi. Si queréis recordar los requisitos de estos combis pinchad aquí.
Las neveras, solo neveras, o la parte refrigeradora de un combi solo sirven para conservar, durante más o menos tiempo, alimentos frescos o cocinados caseros, ambos bien envasados, y su temperatura debe estar siempre entre 2 y 4ºC.
2. Los congeladores solo congeladores, que pueden ser «armarios» o «arcones», normalmente sirven para guardar alimentos ya congelados durante varios meses y para congelar alimentos frescos o platos caseros ya cocinados, únicamente si reúnen los requisitos siguientes.
♦ Para que se pueda realizar correctamente esta congelación de alimentos frescos los congeladores deben bajar su temperatura por lo menos hasta 24ºC bajo cero, lo que hasta hace poco se llamaba «tener 4 estrellas» y de lo que ya ni se habla porque no les debe interesar a los fabricantes de este tipo de electrodomésticos dedicados al frío.
♦ Si vuestro congelador, en un aparato único o formando parte de un combi, no baja hasta esta temperatura de 24 ºC = 4 estrellas = 6 x 4, sino que se queda en 18ºC bajo cero el aparato, aunque os lo vendan como verdadero congelador no lo es.
Es lo que se llama un conservador, y son los encontráis en ambos formatos, armario o arcón, en los supermercados. Solo sirven, como su nombre indica, para conservar durante varios meses alimentos que se introducen ya congelados.
Por supuesto que si se mete en ellos cualquier alimento fresco, ¡claro que lo congelará!, pero tardando demasiado tiempo…, el resultado no gustará y se hablarán pestes sobre la congelación… simplemente porque se ha hecho incorrectamente.
3. Es muy importante también diferenciar entre un aparato convencional y uno no frost.
Estos últimos no frost, ya sean combis, o aparatos completamente separados, es decir solo neveras o solo congeladores que es lo que se llama «side by side», no forman nunca escarcha y por tanto no necesitan nunca un «desescarchado».
Tienen además en todo su interior una temperatura constante, tanto en la parte superior, como en el centro o en la inferior del aparato, puesto que poseen un ventilador interior que distribuye el frío de una manera uniforme.
Para comprobarla podéis adquirir un termómetro nevera-congelador que no son nada costosos.
Pero si la nevera es un aparato convencional, como el de la foto que es solo nevera, su temperatura variará en los distintos estantes o pisos y también usaríamos estos termómetros para saber con seguridad qué zonas son las más frías y en las que se deben poner los alimentos más perecederos.
Normalmente es en la parte superior.
Por ello podréis observar que los tuppers de varios colores que tienen alimentos más perecederos, como nata líquida, salsa de tomate casera, algún resto sacado de una lata o de un frasco ya abiertos, cantidades pequeñas de platos ya cocinados como espárragos o ajetes listos para cuajar con ellos tortillas o revueltos… están colocados en la parte superior, dónde la temperatura es más baja.
4. Todos los alimentos frescos o cocinados deben guardarse siempre en la nevera, aunque muchos estén convencidos de lo contrario.
Esto es lo que nunca debe existir, ¡hace daño a la vista!
5. Hay ciertas frutas de invierno, como las naranjas o las manzanas… que permanecen en algunas casas en un frutero encima de la mesa de la cocina. Si se guardan también en la nevera conservarán durante más tiempo su frescor y sus propiedades.
A los que no les guste degustarlas frías de la nevera solo tienen que sacarlas un rato antes, cuando se vaya a comer.
Por esta razón cada día más las frutas, hortalizas y verduras vienen envasadas en bandejitas de porespan enfundadas en lámina de plástico transparente ya que se han dado cuenta de que duran mucho más y en perfecto estado.
6. En el cajón de las verduras, estas no se pueden nunca «volcar» tal cual, sin ninguna protección, ya sean lechugas, acelgas, espinacas…, porque con el frío directo se pondrían lacias y el cajón, además se ensuciaría.
Tampoco deben guardarse en este cajón ni las frutas o verduras que se han comprado a granel, es decir sin envasar, y que solo están dentro de una bolsa fina de plástico. Esta, aunque la pinchemos para agujerearla, sudará y las frutas o verduras que se encuentren en su interior se mojarán y acabarán por estropearse.
Recordad que las verduras que son las hortalizas de color verde deben cocinarse lo antes posible para que conserven todas sus propiedades.
7. También se afirma que los quesos curados deben permanecer fuera de la nevera, algo totalmente falso. Hay que degustarlos a temperatura ambiente pero conservarlos siempre en la nevera para evitar que se pongan grasientos, que se endurezcan y hasta se enrancien si hace calor.
8. El film transparente que tanto se usa no es del todo impermeable frente a lo que se cree porque no tiene el espesor suficiente, lo que se llama»micraje».
Comprobarlo vosotros mismos. Tapar por ejemplo una ensaladera en la que ya solo quede algo de vinagreta con este film y tenerla unos días en la nevera. Veréis que toda ella se ha evaporado y la ensaladera está seca.
9. Aunque también se afirma lo contrario, si no se tiene una despensa fresquita, algo difícil hoy día en las grandes ciudades, se deben guardar también en la nevera los ajos secos, las patatas y las cebollas secas.
Para que las patatas se conserven bien y no críen tallos, si hace mucho calor en el exterior, hay unas bolsitas especiales para guardarlas. Podéis verlas pinchando aquí .
Para las cebollas tenemos estas, y para los ajos estas otras.
Estas bolsas tienen la ventaja, por el tejido con el que están fabricadas, de que disminuyen el frío que les llega a estos alimentos, que es lo que interesa.
«Funcionan» de verdad, y antes solo existían en Estados Unidos, ahora, con Internet es muy fácil conseguirlas.
Antiguamente los ajos se guardaban en cacharros de cerámica como éste pero se se estropeaban, se resecaban y toda la cocina olía a ajos.
10. La gran ventaja, además, de tener todo el interior de la nevera y el congelador bien organizados, es que no habrá que limpiarlos casi nunca puesto que todo lo que se ha introducido en ellos está limpio y bien envasado.
Ni se ensucian, ni huelen mal, aunque en Internet encontraréis múltiples enlaces en los que os explican cómo hacerlo.
Es mucho más rápido y productivo no ensuciarlos para luego no tener que limpiarlos.
Como se trata de armarios fríos o super fríos, que solo van a contener alimentos, su interior debe estar siempre inmaculadamente limpio, como la cocina en general y todas sus herramientas.
Hay más de 10 posts ya publicados en mi blog sobre la conservación de hortalizas, frutas, ajos pelados, perejil, quesos y queso rallado, mermeladas, platos cocinados… que podréis releer tecleando simplemente en el Buscador de mi blog, la palabra conservar.