Para cualquier persona saber respirar utilizando todos los recursos del organismo es algo muy importante, especialmente en el caso de personas cuyo problema es precisamente el que “no les llega aire suficiente”, por cualquier causa y sean o no asmáticas.
Todos respiramos, como es natural, pero muy pocos nos oxigenamos al 100 por 100, aunque no es difícil aprender a hacerlo correctamente.
Pero como llevamos toda la vida haciéndolo mal, salvo honrosas excepciones, estamos como «viciados«, y el adaptar nuevas medidas nos va a costar.
Por ello si empezamos a ejercitarnos, acabaremos triunfando, aunque nadie ha dicho que sea fácil.
Habrá que empezar a hacerlo habitualmente como algo que forma parte de nuestra vida, como la higiene personal o lavarse los dientes todos los días.
Por la mañana y por la noche hay que dedicar un momento a respirar correctamente, a ejercitar y mover nuestros pulmones adecuadamente a modo de gimnasia.
Lo importante es saber qué hay 2 tipos diferentes de respiración:
♦ la torácica y
♦ la abdominal o diafragmática.
Cualquiera de ellas si se hace de manera correcta implica que se toma el aire por la nariz y se expulsa por la boca, unas veces llenando el pecho, que es lo que se llama respiración torácica, y otras llenando el abdomen, que es la respiración diafragmática o abdominal.
Para aprender ambas y poder utilizarlas en cada momento en las que nos hagan falta, es mejor aprender sentados, derechos en una silla, o acostados cómodamente en una cama, en el suelo preferiblemente encima de una colchoneta, y con las piernas dobladas.
Personalmente esta última me parece más fácil y didáctica para conseguir una respiración torácica muy efectiva.
Cómo realizar una buena respiración torácica:
1. Tumbados boca arriba colocar las 2 manos sobre la parte alta del estómago.
2. Coger aire por la nariz con profundidad y lentamente tratando de llenar completamente de aire la parte del tórax sobre la que están colocadas nuestras manos, como si fuera un globo.
3. Manteniendo el pecho quieto, expulsar el aire despacio por la boca teniendo los labios cerrados.
El estómago va disminuyendo de tamaño.
4. Repetir este ejercicio despacio, unas 10 veces o hasta que empecemos a hacerlo de una manera natural o habitual.
Para una buena respiración abdominal o diafragmática:
1. En ésta es más cómodo colocarse sentados y poner las manos en el abdomen, en el vientre.
2. Coger profundamente aire por la nariz intentando inflar el abdomen sobre el que están colocadas nuestras manos.
3. Expulsar el aire lentamente, también por la boca, sintiendo como se reduce el tamaño del vientre.
4. Conviene repetir este ejercicio completo 10 veces por la mañana y otras 10 por la noche hasta que formen parte de nuestra vida.
El que repita estos ejercicios con asiduidad, hasta hacerlos mecánicamente durante todo el día, sin pensar en ellos, notará al cabo de unos días que se oxigena mucho mejor, que tiene más capacidad respiratoria.
Ya veremos en otros posts como, aplicando estas correctas respiraciones de forma mecánica, aprendemos a relajarnos y a solventar los múltiples momentos de estrés que nos acompañan a lo largo de los días y de la vida, y cómo combatir también con ellas situaciones de insomnio, tan frecuentes hoy.