Al puré casero de verduras que ya sabéis hacer ha llegado el momento de añadirle cada día una proteína diferente.
Se deben seguir 6 pasos:
1. Cuando incorporéis al puré de verduras carne, pollo o pescado…, si no lo tenéis ya elaborado, no se los añadáis nunca al mismo tiempo que las verduras porque sus tiempos de cocción son muchísimo más cortos, y si los cocéis en exceso también pierden valor nutritivo.
Además, al ser muy pequeña cantidad, dónde mejor se cocinan estas proteínas, sin añadirles nada de nada, sin necesidad de freírlos y en un abrir y cerrar de ojos es en el microondas.
2. Colocar la cantidad de pollo, carne o pescado… recomendada por el pediatra cortada en trozos en un plato, taparlo con otro plato del mismo diámetro pero invertido y cocerlos a potencia máxima 1 o 2 minutos nada más sin añadirles absolutamente nada. La carne, pollo o pescado se cocerán en su propio jugo, con el agua que tienen en su interior, la llamada “agua de constitución”.
Si no os pasáis de tiempo en esta cocción, la carne o el pescado soltarán algo de líquido, que no es agua, sino su propio jugo que no debéis tirar nunca.
3. Sin embargo es importantísimo retirar antes y en crudo todas las partes grasas que pueden llevar, tanto la carne de ternera, como la de cerdo, cordero, conejo… , hasta la de las aves, aunque se trate de pechugas de pollo sin piel. Éstas pueden conservar cúmulos blanquecinos de grasa animal saturada, nada beneficiosa para el organismo humano, y mucho menos para el bebé del que hay que cuidar su alimentación con verdadero esmero desde que nace.
4. Si estáis bien organizados ya estaréis elaborando el puré de verduras para toda la semana por lo menos, y tendréis cada porción congelada. Descongelarla a temperatura ambiente si vais a estar en casa en el momento en que se haya descongelado del todo, o en la nevera, y cocinar la carne o el pescado como os acabo de explicar, añadiendo el poco de jugo que hayan soltado. Triturarlo con una buena trituradora junto con el puré aunque esté ya triturado.
5. Cuando le vayáis a introducir un trozo de yema, primero la ¼ parte, luego la ½ y al final toda ella, cocer el huevo entero, es decir con la clara, en el microondas. Ahora ya podéis separar con mucha facilidad la parte de yema que le corresponde dejando toda la clara ya dura.
6. De esta manera, al tener la base del puré de verduras ya hecha, cada día le añadís la proteína diferente y el bebé toma un puré variado.
Si el puré ya está elaborado, calentarlo en el microondas, en un plato tapado con otro de sopa del mismo tamaño invertido, a media potencia siempre, 300 o 350 vatios y en 1 o 2 minutos hasta que comprobéis, removiéndolo previamente para unificar la temperatura, que está bueno para tomar. Probarlo siempre vosotros antes.
A partir de los 13 o 14 meses, cuando le hayáis introducido ya todos los alimentos, el niño debe comer de todo, como lo hacen las personas mayores de su entorno, siempre que éstas sigan un régimen alimenticio correcto y equilibrado, como nuestra primitiva dieta mediterránea, con toda clase de verduras, frutas, legumbres, pasta, cereales, carnes, pescados, huevos…
Y es muy importante que ya no se lo deis en puré, aunque comprendo que resulta mucho más cómodo. Pero tiene que acostumbrarse a masticar, aunque tenga muy poquitos dientes, con las encías, para que su mandíbula se desarrolle completamente.
Cortarle todo en trocitos pequeños que él pueda coger con una cucharita o un tenedor o ayudándose de las dos cosas.
Aunque algunos pueden pensar que es muy pronto y que el niño no sabe, claro que no sabe pero es el momento de enseñarle porque se entera de todo y está, hasta los 6 años, en su etapa más receptiva, es una verdadera «esponja».
Enseñarle a coger tanto el tenedor como la cuchara como la cogen los mayores, aunque se lo tendréis que repetir varias veces en cada comida, pues como es lógico se le olvida y tiende a cogerlos como un “puñal” ya que le resulta mucho más fácil.
Es la manera de educarle desde muy chiquito para que aprenda. En cuanto coja estas buenas costumbres, os aseguro que ya no las olvidará jamás, aunque vea justo lo contrario a su alrededor.