¿ Los aditivos de la comida procesada podrían contribuir también a un aumento del cáncer?
Aunque ya os comenté en su día el problema de los aditivos de la comida procesada, a raíz del informe de la OMS de hace unos días alertando del riesgo de cáncer si se consumían demasiadas carnes rojas y procesadas, que fue como un bombazo, quizás a muchos se les pasó por alto que también afirmaron, que «los aditivos de las carnes procesadas son los que aumentan el riesgo de cáncer”, además de su tipo de cocinado, por lo que vuelvo a insistir en el tema.
Os invito, además, al siguiente «experimento».
Durante unos días, no hace falta que sean muchos, apuntad todos los aditivos que estáis injiriendo desde que os levantáis, con el desayuno, hasta que os acostáis después de tomar la cena más o menos pronto.
Incluso si visitáis la nevera también de noche.
No os olvidéis de los refrescos, si es que los consumís frecuentemente.
¡Muchas personas toman refrescos de cola a diario!
Es decir apuntad durante todo el día.
Eso sí, tendréis que pertrecharos de una lupa, (todos los smartphones la llevan), porque, aunque con el nuevo etiquetado se pretendía aumentar el tamaño de todo lo escrito o declarado en cualquier producto, en la práctica no es así, y sigue siendo liliputiense, como si quisieran que no se leyera… ¡que es… lo que se pretende!
Ya os expliqué en su día que la industria alimentaria necesita «a la fuerza» estos aditivos para asegurar la salubridad de sus productos, aumentar su conservación, e impedir como sea que haya intoxicaciones alimentarias, pero la triste realidad es que se está abusando tremendamente de ellos y están, en abundancia y por todas partes.
Además, como la cantidad a añadir permitida es pequeña, para curarse en salud, añaden más de uno, por supuesto que siempre en las cantidades permitidas.
Al final, no consumimos productos naturales sino productos de laboratorio.
♦ Empezad por el derivado del café o del chocolate del desayuno, si es que los tomáis.
♦ Seguid con el «pan industrial«, el que es congelado y se hornea en los puntos de venta, o con el pan de molde, incluso con las tostadas compradas en el súper, y apuntad.
♦ Si en lugar de pan, optáis por cualquier tipo de galletas, bizcochos industriales o cereales del desayuno..., seguid anotando.
♦ Si acompañáis este pan con algo de mermelada, seguid apuntando.
Solo hay una marca que está fabricada con azúcar, como siempre se ha hecho, y que, además, no lleva ningún conservante..., y no es tan fácil de encontrar como las elaboradas con jarabe de glucosa y fructosa.
♦ Si preferís un desayuno que no sea dulce y queréis acompañarlo con esas lonchas “maravillosas” y preciosas de color rosado de jamón de pavo, o de pechuga de pavo…, que están diciendo “comedme”, seguid apuntando.
♦ En el caso del fiambre de pechuga de pavo, nos encontramos con todos estos aditivos:
Antioxidantes (E-325, E-326, E-316),
Estabilizantes (E-420, E-451, E-407, E-412, E-508),
Potenciador del sabor (E-621),
Conservador (E-250),
Recubrimiento decorativo, colorante (E150d)
♦ Y si se trata de este fiambre de pechuga de pavo con contenido reducido de sal, tenemos:
Antioxidantes (E-326, E-316),
Estabilizantes (E-420, E-451, E-407, E-508, E-412),
Conservador (E-250)
♦ Los palitos de surimi, que gustan a muchos «solo» llevan:
E = 45011, E = 4511, E = 4231, E = 170, E = 120 y E = 160c… además de otras muchas «cosas» añadidas.
Ahora su enumeración se está eliminando… , pero siguen estando ahí.
♦ Un inofensivo chicle con sabor a menta, que ya os lo recomiendan sin azúcar lleva, un buen surtido de edulcorantes como el sorbitol, el manitol y el xilitol que son polioles, acesulfamo potásico y aspartamo.
Y como estabilizantes el E = 422 y el E = 472a, más luego aromas, lecitina de soja como emulgente, y como antioxidante el E = 321.
♦ En el caso de los copos de patata, que podrían ser tan socorridos, como con la nueva normativa sobre el etiquetado ya pueden no aparecer las famosas E, ¡ya no se ve ni una sola!, solamente palabrejas que la mayoría de los consumidores no tienen por qué conocer como emulgentes, difosfatos, estabilizadores, correctores de acidez, antioxidantes, metabisulfito sódico…
Solución: elaborad vosotros mismos un puré de patata totalmente natural y en tan solo 10 minutos.
♦ Por si todo esto fuera poco, una bolsa de «chuches especiales para niños», de las que se venden más de 15.000 diariamente llevan:
E = 901, 903, 904,
E = 270, 296, 330, sal, 325, 331, 471 como acidulantes
E = 100, 120, 133, 141, 150c, 153, 160c, 163 y 171
♦ Seguid apuntando a lo largo del día, si no estáis ya cansados, y por la noche, si los sumáis todos ¡os podéis llevar un gran susto!