Cuando se produce la menopausia por cualquiera de las causas que ya vimos, incluso en los años anteriores a esta desaparición, en lo que se llama perimenopausia, algunas mujeres, afortunadamente no todas, empiezan a notar cambios en su organismo aun teniendo la regla, siendo uno de los más significativos el aumento poco a poco de peso, sin prisas pero sin pausa.
En algunas mujeres empieza la “tormenta hormonal” que puede llegar a ser un “verdadero vendaval” aunque muchos hombres todavía quizás no lo entiendan.
La producción de estrógenos es la característica hormonal principal de la mujer, y éstos se fabrican durante su época fértil en los ovarios y se almacenan en su tejido graso.
En la menopausia al ir disminuyendo esta producción y, para compensarla, aumenta el tejido que sirve de depósito de los mismos, es decir la grasa.
Este fenómeno es un mecanismo natural ante la carencia estrogénica y un sistema de adaptación a la supervivencia.
Tener una reserva estrogénica en la grasa corporal de nuestro organismo compensa el déficit de movilidad que se tiende a producir en esta época de la vida, pero aumenta la capacidad de aprovechamiento de los alimentos ingeridos y comiendo lo mismo se puede engordar.
Además de este cambio hormonal, las mujeres menopáusicas, aunque hayan sufrido una menopausia inducida y no estén ni de lejos en la «edad reglamentaria» de su aparición, tienden a tener menos actividad física, razón por la que queman menos calorías y pierden masa muscular.
Y ya hemos visto en muchos posts que el músculo también “quema grasa o calorías” y por tanto incrementa el metabolismo basal, que es el gasto energético diario, es decir, lo que un cuerpo necesita diariamente para seguir funcionando.
Al tener menos músculo necesitamos menos energía y por tanto comer menos, a no ser que lo aumentemos haciendo ejercicio.
Así que sabemos:
1. Que el cambio hormonal nos hace almacenar más grasa.
2. Que con las molestias que suele producir la menopausia, sea cualquiera su causa, se disminuye la actividad física y por tanto se gasta menos energía.
3. Al no hacer ejercicio se va perdiendo masa muscular, nuestro metabolismo basal disminuye y quemamos menos.
4. También puede verse alterada la sensación de hambre que aumenta.
Muchas mujeres en esta época se sienten deprimidas y para combatir ese estado de ánimo tan desagradable «atacan» la nevera, durante el día o por la noche, o «pican» a todas horas.
Por todo ello se engorda.
Lo bueno de saber el mecanismo de por qué se engorda en la menopausia es que así se entiende, o se debería entender, por qué tenemos que hacer ejercicio y cuidar nuestra alimentación, reduciendo un poco la cantidad de alimentos, aumentando los que tienen pocas calorías y disminuyendo los que tienen muchas.
Estos 2 hábitos deben ir siempre juntos y es muy importante que se hagan desde los primeros síntomas.
En cuanto los «michelines» o «flotadores» se instalen alrededor de la cintura, que es dónde se suelen colocar siempre, será mucho más difícil eliminarlos.
Estar físicamente en forma entre los 30 y los 50 años no sólo ayuda a prolongar nuestra vida útil, sino que también incrementa las posibilidades de envejecer con una buena salud, libre de enfermedades crónicas, según investigadores del Centro Médico de la Universidad de Texas Suroeste y del Instituto Cooper, en Dallas, Estados Unidos.
Pero, y siempre hay un «pero», si se tiene que hacer ejercicio porque el médico lo recomienda, cuesta mucho hacerlo.
El ser humano tiene o se inventa múltiples pretextos o excusas para no cambiar, el más común el de “no tengo tiempo”, o no me gusta, o tengo niños pequeños, o me duele la espalda, o estoy muy cansado…
Pero si se entiende de verdad, y se sabe por qué hay que hacerlo, esta necesidad por sí sola debería convencer y se debería practicar con más ganas, ¿no?
En realidad cada uno tiene tiempo suficiente para hacer lo que realmente le gusta o le convence, es cuestión de prioridades.
Además, en cuanto se empieza a hacer algo de ejercicio, y también he explicado en otros posts las múltiples maneras para hacerlo, ¡hasta con la wii si se tiene en casa!, el cuerpo en su totalidad se relaja, él mismo nota a los pocos días las mejorías conseguidas y ya no podrá pasarse sin él y os lo reclamará.
Para todas las mujeres que se dirigen a mí desesperadas, metéroslo bien en vuestra cabecita, no hay desgraciadamente hasta ahora nada milagroso, o empezáis a hacer ejercicio, o lo incrementáis si ya lo estáis haciendo… o el aumento de peso poco a poco será inevitable… aunque se coma menos.
Solo andar, aunque sea durante 1 hora diaria, no va a ser suficiente.
Habrá que hacerlo desde ahora mucho más deprisa.