Si os gustan los alimentos a la plancha os recomiendo una plancha eléctrica, grande, redonda y con tapa.
Es uno de los utensilios aconsejables en una cocina moderna, organizada y bien equipada.
Los requisitos que deben tener son:
1. Que sea eléctrica y transportable, no empotrada, para poderla usar en la terraza, en el jardín… siempre que haya un enchufe a mano.
2. Que sea grande, ¿por qué?
Sencillamente porque como es lógico os cabrá una mayor cantidad de alimentos.
Aunque se trate de 1 sola persona, si le gusta mucho “la plancha”, muchos días podrá cocinar al mismo tiempo el primer y el segundo plato, por ejemplo en un lado las verduras que quiera, y en otro la carne o el pescado.
Y también porque “dónde cabe lo mucho cabe lo poco” y a medida que la vayáis usando os acostumbraréis a hacer más cosas en ella y a la larga se quedará pequeña.
Si se trata de 2 o más personas, si la plancha es grande se podrá hacer en una sola vez el pescado o la carne para todos los comensales. Si hay que poner 2 o 3 tandas, o empiezan a comer los que ya están servidos, o las primeras porciones se enfriarán.
Estas planchas, como las antiguas que se ponían encima del fuego, no son instantáneas y aunque se calienten al máximo al principio, como debe ser, necesitan cierto tiempo para que los alimentos, aunque tostados por fuera, no estén crudos por dentro.
El gasto entre los diferentes tamaños no debe ser muy grande y el consumo tampoco.
3. Que sea redonda, ¿por qué?
Porque hasta donde yo sé son las únicas que tienen tapa y bordes bastantes altos, mientras que las rectangulares no la tienen y son demasiado bajitas.
4. Que tenga tapa, ¿por qué?
Porque hay ciertos alimentos que aunque se troceen tardan demasiado en ponerse suficientemente blandos en una plancha abierta, acaban casi por quemarse, por ejemplo las cebolletas, los espárragos verdes, las alcachofas…
Cuando estos alimentos están ya dorados pero todavía duros, si la plancha se tapa con su tapa, se acelerará como siempre su cocinado, y se ablandarán en su interior manteniéndose sin embargo tostados.
El orificio pequeño que estas tapas siempre llevan permite la salida del vapor y las verduras ya tostadas se ablandan pero no se cuecen.
5. Con bordes altos, ¿por qué?
Porque ciertos pescados y carnes salpican un poco durante el proceso y si los bordes son altos, lo mismo que en el caso de las sartenes, nada saltará al exterior y casi no se manchará.
Aunque en ellas se puede cocinar sin nada de grasa, todos los alimentos quedan mucho mejor si previamente se barnizan por ambos lados con aceite de oliva y una brocha de silicona, otro pequeño utensilio muy útil y barato. Se lavan muy bien en el lavavajillas e incluso a mano con un buen detergente.
Aunque todos los aceites tienen muchas calorías, la cantidad que se necesita para este barnizado es realmente pequeña.
Añadirles como siempre la sal por los dos lado después de que todo esté tostado.
Para dar la vuelta a los alimentos y que se doren por ambos lados, utilizar exclusivamente espátulas grandes de madera, que suelen suministrar con la plancha, o de un material sintético que no arañe y que aguante el calor sin estropearse. Aquí os va la “vida” de vuestra plancha.
Y a la hora de servir estos alimentos, sean los que sean, utilizar también siempre herramientas, cucharones, espátulas, espumaderas… no abrasivas.
Aunque estas planchas no se pueden meter en el lavavajillas, solamente la tapa, si tenéis la precaución de echarles inmediatamente después de usadas un vasito de agua y rascar unos segundos con la herramienta que habéis utilizado para sacar estos alimentos, lo poquísimo que se ha quedado pegado se disolverá y cuando las vayáis a fregar, después de comer, no os costará casi nada lavarlas con un estropajo suave, detergente y agua caliente.
Como el fondo de todas ellas debe ser de un material antiadherente de muy buena calidad si no las arañáis con ningún elemento metálico os durarán impecables durante mucho tiempo.
Las planchas manuales que se ponen encima de la placa de calor suelen ser pequeñas, salpican y manchan muchísimo, y las que aparecieron después, de vitrocerámica o de inducción y transportables para poder usarlas en cualquier sitio, en mi opinión eran difíciles de utilizar, antipáticas de limpiar y nada efectivas. Casi todo se pegaba y los alimentos más que a la plancha resultaban cocidos.
¿Por qué no deben estar demasiado tostados los alimentos a la plancha o cocinados en las barbacoas?
Porque se sabe que en estas “partes quemadas” se crean unos hidrocarburos aromáticos policíclicos, los benzopirenos que a la larga y tomados en exceso pueden resultar cancerígenos.
Por eso se aconseja que en verano, en las múltiples barbacoas que se organizan por todas partes, se sirva también una ensalada, un gazpacho, un salmorejo… ricos todos ellos en antioxidantes que “palian” de alguna manera los efectos nocivos de estos hidrocarburos.
Si sois de los que os cuidáis y no queréis ingerir “calorías escondidas” tener cuidado con las verduras a la plancha que pueden serviros fuera de casa, ya que por muy a la plancha que las hayan elaborado pueden estar empapadas en aceite.
Al cocinarse al descubierto y para que no se peguen las rocían frecuentemente con aceite que se masca más que la propia verdura, no siendo necesario en absoluto.