MyPlate o “Healthy Eating Plate”
Ya vimos varias de las Pirámides Alimenticias que muchos todavía recomiendan y que, como ya os comenté, no me gustan en absoluto.
No sé si serán muchos o pocos los que las siguen, pero la obesidad en nuestro país sigue aumentando vertiginosamente, no solo en las personas de más de 40 años, sino en los menores y hasta en los niños de los que, tristemente, podemos “presumir” de ser los más gordos de Europa y los que más colesterol tienen.
Estoy mucho más de acuerdo con lo que se llama MyPlate, creado en 2011, también por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos y avalado por la Primera Dama americana, Michelle Obama que está muy concienciada del grave problema de obesidad que azota a su país, aunque es un proyecto que puede ser aplicado a cualquier tipo de población en vista de que la obesidad se ha convertido en un problema de salud pública a nivel mundial.
El proyecto es tan simple de comprender que el 2 de Junio de 2011 este Departamento de Agricultura lo adoptó en sustitución a la tradicional pirámide de los alimentos para poder realizar el material didáctico que viene distribuyendo en las escuelas, oficinas públicas, comedores, y supermercados, además del que cuelga para su uso en Internet.
Consiste en representar un plato dividido en 4 partes que representan los grupos de alimentos que debemos consumir y en qué porcentaje, sustituyendo así a las Pirámides Alimentarias anteriores
El plato, naturalmente redondo, se divide, perpendicularmente en 2 mitades, derecha e izquierda, y éstas a su vez en otras 2, iguales en la mitad derecha, y ligeramente desiguales en la otra mitad, la de la izquierda.
Es decir que tenemos 4 partes o porciones de diferente color para que sea más didáctico y claro.
El verde para los vegetales en general, el ocre anaranjado para las proteínas, el marrón con los granos o carbohidratos y el burdeos para las frutas.
También aparecen, fuera del plato, otras “cosas coloreadas” que ya iremos desgranando
La parte más grande, la verde, que se encuentra en la mitad superior izquierda, en la que se incluyen los vegetales, es decir todas las hortalizas y no solo las verduras, especificando que cuanto más variadas sean mejor, es decir que sean de todos los colores, como siempre os aconsejo.
Pero excluyen de aquí las patatas fritas, también de acuerdo, aunque descartan también las patatas en general, que yo no suprimiría porque ya hemos visto que cocidas con su piel, al vapor, en el horno o en el microondas tienen muy pocas calorías, tan solo 70 por cada 100 gramos de patata ya comestible y muy buenas propiedades, que también os desgranaba en ese post.
Puede que en Estados Unidos no las tomen nunca así, aunque podrían cocinarlas en las múltiples barbacoas que organizan por doquier.
Naturalmente, están más ricas fritas, pero son mucho más sanas de esta otra manera.
Debajo de esta parte colocan la porción más pequeña de las cuatro, la de color burdeos, que incluye solo frutas, que también deben ser de todos los colores.
Pero en la mitad inferior derecha, tenemos la de color ocre anaranjado, que ellos denominan Healthy Proteins, es decir “Proteínas saludables”, en la que yo introduciría unas pequeñas modificaciones, aunque sé que much@s se echarán las manos a la cabeza, porque no es «políticamente correcto» y nadie lo ha dicho hasta ahora.
Luego os lo explicaré.
Esta porción ocre anaranjado de Proteínas, yo la aumentaría un “pelín más», robándole protagonismo a la porción de encima, la marrón que ellos llaman Whole Grains, y que se traduciría por “granos integrales”, es decir los hidratos de carbono integrales que, aunque sanísimos, tienen demasiadas calorías para las necesidades energéticas actuales, y no dejan de ser “proteínas incompletas”, como el pan, la pasta y el arroz, siempre integrales, aunque limitan sin embargo el consumo de pan y de arroz blancos.
Incluyen también aquí, entre las proteínas saludables, las alubias, con demasiadas calorías, alrededor de las 300 por cada 100 gramos, y las nueces con muy buena proteína también, fibra y grasa pero también muy calóricas, 602, por lo que, ambas, se deben consumir en pequeña cantidad.
Entre las proteínas saludables, ellos empiezan con el pescado, que puede ser perfectamente congelado si es más complicado conseguirlo fresco, y estoy plenamente de acuerdo con ellos, siguen con el pollo, del cual yo aclararía que escogiendo “únicamente la pechuga”, porque el resto, hasta los muslos y contra muslos ya llevan grasa por todas partes ya que hoy estos animales se alimentan exclusivamente para que engorden rápidamente y se puedan sacrificar y vender.
Entre las proteínas saludables, no están ni mucho menos las carnes rojas, como nos acaba de alertar la Organización Mundial de la Salud(OMS), como son los chuletones, ni siquiera los filetes de ternera, como ya os expliqué en el post mencionado anteriormente, ya que en nuestro país tenemos otras carnes más saludables como los solomillos y cintas de lomo de cerdo, (solo estas 2 piezas), a las que previamente les quitamos toda la grasa, siempre exterior, que llevan, dejándoles como muy “peladitos”, el conejo, la perdiz, la codorniz…
Limitan por tanto las carnes rojas y los quesos, y yo especificaría “únicamente si son muy grasos”, e incluiría sin embargo los yogures naturales desnatados, es decir sin azúcar ni edulcorantes y sin sabores que se deben, casi siempre a aromas añadidos, porque ambos son una buena fuente de calcio.
Recomiendan olvidarse para siempre del beicon y de todas las carnes procesadas, ¡de las que yo ya hablé hace 2 años!, y de lo que ellos llaman “cold cuts”, que son precisamente estos fiambres muy procesados, todos los envasados en sobrecitos, con una pinta estupenda de “sanísimos” pero que, por su composición distan mucho de serlo, incluso si los compráis al “corte”, como el jamón de York o el lacón, hoy imposibles de comer.
!Son un verdadero peligro para la salud!
¿Por qué yo aumentaría las proteínas siempre que sean «saludables», no os olvidéis de este adjetivo?
Porque son los “ladrillos” de nuestro cuerpo, porque son las más saciantes y por tanto las que más quitan el hambre, porque tienen pocas calorías, solo 4 por cada gramo, las mismas que los hidratos, pero a diferencia de éstos, y es la parte quizás más importante, porque en su asimilación o digestión hay un 30% de pérdida o gasto previo, así que 1 gramo de proteína en lugar de proporcionarnos 4 calorías, solo nos proporciona 2,8
Fuera ya del plato, arriba a la derecha aparece un vaso con agua, aclarando que “puede ser té o café sin azúcar o con muy poca, leche en cantidad limitada, no más de 2 raciones diarias y un vasito pequeño diario de zumo natural.
Y evitar los refrescos azucarados”, y yo añadiría, “también los light«.
También fuera del plato, a la izquierda, aparecen en un dosificador amarillo las Healthy oils, o grasas saludables, en las que ellos incluyen, por su cultura, no solo el aceite de oliva, sino el de canola, que aunque no es igual, es muy parecido al de colza.
Ni qué decir tiene que nosotros emplearemos siempre y para todo nuestro maravilloso aceite de oliva virgen extra, pero en la cantidad que aconseja la Organización Mundial de la Salud, OMS, 3 o 4 cucharadas diarias contando aquí las de aliñar y cocinar.
Limitan el uso de la mantequilla, que yo suprimiría casi de un plumazo, y eliminan las grasas trans que ya en Estados Unidos hasta los restaurantes están obligados a declarar, además desde hace años.
En cuanto Europa adapte esta medida todos los fabricantes de bollería, snacks, chucherías dulces… se tendrán que «poner las pilas» para eliminarlas de todos sus productos.
Y para finalizar, abajo a la izquierda aparece una imagen pequeñita de alguien corriendo, con letras bien grandes en mayúsculas que pone ¡Stay active!, es decir ¡haz ejercicio, muévete!, que es y será la filosofía general de este blog mío y de mi próximo ebook.
¡Ya sabéis que «solo engorda lo que no se «quema» con ejercicio físico»!
Los que quieran ampliar esta información pueden acudir a:
www.hsph.harvard.edu/nutritionsource
Y como este post ya estaba escrito cuando ha surgido el último estudio de la semana pasada de la OMS, en el que se alertaba sobre las carnes rojas y carnes procesadas, y en mi opinión se ha cargado más sobre las primeras que sobre las segundas, que yo considero más peligrosas porque se consumen mucho más a menudo, sobre todo por los niños a la hora de cenar, quiero aclararos lo siguiente.
La pechuga de pavo o pollo loncheadas, suministradas en sobrecitos, y que muchos niños toman, como las salchichas…, 2 o 3 veces a la semana tienen:
Pechuga de pavo tan solo un 60%, y el resto, es decir casi la mitad, exactamente un 40%, es agua, antioxidantes, almidón, estabilizantes, sal, dextrosa, azúcar, aroma, potenciador del sabor, conservador… ¡como veréis todo natural!
Las salchichas tipo Frankfurt son productos cárnicos picados, fabricados con carne, mucha grasa y mucha sal, embutidos en tripa natural o artificial y cocidos, y está permitida la adición de aditivos como nitratos y o nitritos, que son conservantes, estabilizantes como fosfatos y goma guar, antioxidantes, potenciadores del sabor, colorantes y aromas...
Algunas marcas emplean incluso carne con mucho tejido conjuntivo, como tendones, cartílagos, nervios, piel…), que es una proteína de escaso valor biológico, más barata y de inferior calidad nutricional.
Se han analizado los aditivos más relevantes, los nitritos y los nitratos, que retrasan o previenen el crecimiento de microorganismos resistentes al leve tratamiento térmico al que se someten estas salchichas, pero que pueden degradar el alimento y resultar perjudiciales para el ser humano.
Estas salchichas pueden contener hasta 200 partes por millón de nitratos y hasta 125 partes por millón de nitritos.
Y como algunas contienen leche en polvo o proteínas lácteas, quienes sufren alergia a la proteína de la leche de vaca deben abstenerse de su consumo.
Del mismo modo, si en el etiquetado figura el almidón, quienes padecen de intolerancia al gluten deben excluirlas de su dieta, aunque ahora dicho gluten está siendo eliminado «misteriosamente» de productos que nunca deberían llevarlo ni haberlo llevado, pero que facilita mucho su fabricación.
Entre las múltiples variedades de salchichas que tiene una marca muy conocida en España, unas llevan:
♦ Carne y grasa de cerdo y carne separada mecánicamente de pollo, corteza de cerdo, agua, almidón, sal, proteína de soja, especias, aromas, estabilizantes (E-450, E-452), azúcar, antioxidante (E-316) y conservador (E-250)
♦ Carne y grasa de cerdo, agua, sal, almidón, azúcar, estabilizante (E-451), aromas y especias
♦ Carne separada mecánicamente de pollo y pavo, más grasa y corteza de cerdo, agua, almidón, sal, azúcar, estabilizantes (E-412, E-415, E-451), antioxidante (E-316), especias, aroma de humo y conservador (E-250)
♦ Carne separada mecánicamente de pavo (80%), agua, aceite de girasol, fécula, sal, dextrosa, estabilizante (E-452), aromas, especias, antioxidante (E-316), aroma de humo y conservador (E-250)
En el caso de las «salchichas de pollo», que muchos consideran mejores porque piensan que tienen menos grasa, constan de carne separada mecánicamente de pollo, grasa de pollo, agua, proteína de soja, fécula, sal, dextrosa, estabilizador (E-451), aromas, especias, antioxidante (E-316), conservante (E-250) y leche en polvo.
Por si esto fuera poco, la Organización de Consumidores Europeos, (BEUC), sobre unas pruebas que hicieron entre abril de 2014 y agosto de 2015 afirma «Todos los productos a base de carne vendidos en la Unión Europea no son etiquetados correctamente o no contienen los buenos ingredientes que se esperan».
La BEUC denuncia que 7 países de la UE, entre ellos España, faltan a la honestidad en el etiquetado de estos productos realizando prácticas engañosas.
Y hasta aquí hemos llegado.