Si se quiere estar en forma y mantener una buena salud las verduras son imprescindibles porque una alimentación no es equilibrada sin ellas y deberían estar siempre en la comida y en la cena, en forma cruda o cocinada, en una cantidad de 200 g cada vez por lo menos, es decir 400 g en total al día, incluso más si se quiere.
Me podréis decir, “muchos no las han probado en su vida” y yo os preguntaré ¿”Están en forma o están cogiendo paulatinamente peso a medida que pasan los años?
Hay numerosos estudios científicos que demuestran todo lo que os voy a decir.
1. Tomar regularmente verduras reduce los riesgos de varios tipos de cáncer, mama, próstata, colon…, de enfermedades cardiovasculares y probablemente del Alzheimer aunque no está totalmente demostrado pues hay otros muchos factores importantes que influyen.
¿Por qué?
Por su gran contenido en micronutrientes importantes para nuestra salud como vitaminas, minerales, antioxidantes, polifenoles… que refuerzan las defensas de nuestro organismo, protegen nuestras células y retrasan el envejecimiento. Tienen lo que se podría llamar una alta densidad nutricional.
2. Como casi todas ellas tienen muy pocas calorías, tienen lo que se llama una baja densidad calórica, y se deben tomar en cantidad porque sacian, calman nuestro apetito y ayudan a no coger kilos.
Habrá que saberlas preparar y cocinar para que sean apetecibles sin transformarlas en alimentos muy calóricos.
Deberían acompañar siempre nuestros platos de pescado y sobre todo de carne, ya que si dichos platos son muy calóricos y tienen a su alrededor verduras abundantes, éstas harán bajar considerablemente las calorías totales de dicho plato.
En estos dos casos se consiguen 2 efectos positivos:
♦ El plato en su conjunto tendrá menos calorías y sin embargo su tamaño habrá aumentado. A la vista se ve un gran plato de comida y al comerlo se queda uno plenamente satisfecho y durante más tiempo.
♦ La sensación de hambre se retrasará, no se sentirá la tentación de picar y se comerá menos en la comida siguiente.
Si una carne por ejemplo muy grasa, un chuletón, se acompaña de un montón de patatas fritas, que se van a absorber muy deprisa y son además muy calóricas, engordará mucho más que si ese mismo chuletón se acompaña de un surtido importante de varias verduras cocinadas con gracia y que ocupen más espacio en el plato que el propio chuletón, judías verdes, setas o champiñones, ramitos de bróculi y/o coliflor, pimientos verdes, rojos …
En conjunto se comerá menos puesto que las verduras, que deben tomarse crudas o «al dente», necesitan más masticación que las patatas que están riquísimas pero que se comen rápidamente, casi se engullen, y aunque parece que sacian, esta saciedad dura bastante menos que la producida por las verduras.
Lo malo es que si este chuletón se sirve en un restaurante con varias verduras y algunas patatas para que nadie se enfade, lo “normal” es que la gente se coma las patatas… y dejen intactas las verduras, a no ser que estén ya concienciados de sus beneficios y de lo importantes que son para nuestra salud y para no coger peso.
3. Como todas ellas tienen fibra ralentizan la digestión de los hidratos de carbono, también llamados glúcidos, que tomemos junto con ellas en las comidas disminuyendo su índice glucémico si lo tuvieran alto por ser hidratos o glúcidos de aborción rápida.
4. Como además de fibra contienen mucha cantidad de agua, ¡ entre un 70 y un 90% !, parece ser que aumentan la evacuación de los nutrientes más calóricos, principalmente de las grasas, que se absorben menos.
Como aumentan además el volumen de nuestras heces, de paso se evita el estreñimiento.
Además aumenta muchisimo la vitalidad, sientes que de alguna manera tu cuerpo se esta depurando de toxinas y la energia aumenta. Yo que siempre fui reacia y en casa no me «educaron» para comerlas, a día de hoy NO PUEDO pensar que vaya a comer sin ellas y se ha notado en todos los aspectos. La pena, es la gran cantidad de químicos y pesticidas con que se cultivan a día de hoy…habrá que volver al huerto, aunque sea en terrazas!. Buen día a tod@s.
Durante su cultivo les echan de todo… pero luego, yo que he vivido durante 10 años a pie de campo, en una gran finca de la provincia de Murcia te puedo asegurar, y de esto hace ya muchos años que hay una legislación muy estricta en no echarles nada durante x días antes de su recolección. Y se cumple 🙂
Por cierto, el sábado probé las palomitas en el microondas y salen ¡riquísimas!. Además yo las consigo de agricultura ecológica y no hay comparación. Gracias por tus consejos.
¡Me encantan las verduras, sobre todo a la plancha! Gracias.
Cuidado no las vayas a «quemar» demasiado. 🙂
Una pregunta Cristina, los 200 gr se cuentan en crudo o cocinadas?
Muchas gracias.
Teresa.
Los puedes pesar como quieras porque lo importante es tomar verduras y si te pasas no sucede nada. Como merman mucho mejor ya cocidas 🙂
Lo imaginaba. Muchas gracias.
tengo casi 29 años y es hora de dejarme la comida basura y empezar a comer todas estas cosas
¡Adelante! será una de las mejores decisiones de tu vida:)
hola cristina
siguiendo tus consejos me he pasado a las ensaladas para cenar acompañadas de una lata en aceite de oliva en lugar de fruta y yogur. mi pregunta es: que cantidad en gramos hay que tomar de ensalada o en su lugar de verdura cocida para cenar.
por cierto cristina, sufro de reflujo sobre todo por las noches, me acuesto pasadas dos horas desde la cena, pero ni aun asi, hay alguna verdura que me ayude por la noche, no se si la ensalada me sienta del todo bien para cenar.
mil gracias otra vez por tus consejos.
De ensalada o de verdura una cantidad que no podrás con ella, hasta 400 g siempre que estén cocinadas con poquito aceite y que no sean ni habas ni guisantes.
Puede que la ensalada no te siente bien de noche, es muy flatulenta… aunque no lo parezca. En este caso vete probando a ver la que te sienta bien, berenjena cocida en el micro con un poquito de salsa de tomate casera y un poco de queso por encima, calabacín con cebolla cortados a rajitas finas, también en el micro y cuando estén blandos le echas un huevo y lo haces revuelto también en el micro removiendo continuamente. En estos dos casos eliminarías la lata. Hay mil combinaciones, véte probando. La que mejor conoce su organismo eres tú 🙂
Tengo el problema de que mi marido come mal y no va a cambiar sus hábitos. Toma muchas salchichas fritas, hamburguesas, y «comida americana» en la cena. Los niños ya han crecido ( 10 y 12 años) y han empezado a imitar a su papi, que come más atractivo que lo que mamá les da. Él no está gordo ni muchísimo menos, pero, aunque temo que sus arterias estarán más que bloqueadas ( así le pasó a mi suegro), lo que de verdad me importa es mantener las sanas costumbres que tanto me he esforzado en conseguir. ¿cómo podría llevármelos a mi terreno, sin oposición directa? ( no me aconsejes que el padre modifique porque no está dispuesto). Gracias mil, conozco más gente en mis circunstancias.
Pues lo tienes dificilísimo, tendrías que conseguir comvencerles de que ese tipo de comida es muy malo para su salud, y aun así creo que el ejemplo del padre dominaría.
Yo he mandado a veces cosas sobre esta comida basura, pero ahora no tengo nada a mano. Si te sabes mover busca cosas en Google y en Youtube 🙂