Después de haber recibido a lo largo de estos 5 años del blog más de 28.000 comentarios, muchos sobre la olla, puedo decir sin equivocarme que una gran mayoría la compra por rapidez cuando su mayor virtud no es esa precisamente.
Para empezar tengo que volver a repetir que no es lo mismo una buena olla superrápida que una olla rápida o a presión, las de toda la vida, como os expliqué aquí, y que no voy a repetir de nuevo.
El peor inconveniente de estas últimas es que trabajaban a una presión excesiva, y por tanto también a una temperatura demasiado elevada.
Quiero aclarar aquí que aunque aparece el adjetivo de «superrápida», hay que olvidarse de la frase un tanto despectiva de “comida rápida”, porque no tiene nada que ver con ella.
Al revés es una comida sana elaborada de tal manera que se conservan al máximo todos los nutrientes de los alimentos.
Os copio aquí una parte del primer post que puse sobre ellas.
«En su Manual Teórico-Práctico de Alimentación y Nutrición las editoras y doctoras Clotilde Vázquez jefe de Nutrición del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, ahora del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, y Ana Isabel De Cos de la sección de Nutrición del Hospital Puerta de Hierro también de Madrid ponen textualmente:
“Se sabe que las vitaminas se pierden menos con temperaturas elevadas durante poco tiempo que con temperaturas más bajas durante un tiempo más largo. La cocción a presión es pues el mejor método de cocción cuando se realiza correctamente».
Sin embargo mi asombro crece por segundos cuando oigo o veo afirmaciones que meten a ambas en el mismo saco, por parte de «personas cualificadas» que demuestran de esa manera su total y absoluta ignorancia no solo en las Técnicas Modernas de Cocinado, sino ampliando el concepto en las Técnicas de Manipulación de alimentos en general.
Aunque ya os expliqué también en este post alguna de las ventajas de estas ollas superrápidas, os aconsejo que las volváis a leer porque os vendrá bien recordarlas, y muchos no las conocéis.
Pero vayamos al grano y al tema de este post.
¿Por qué se compra hoy una olla superrápida?
La mayoría, como os decía al principio, por rapidez, porque se piensa que van a cocinar en un abrir y cerrar de ojos.
Muchas personas aseguran que “no tienen tiempo o muy poco para cocinar”, y ya empezamos mal.
El verdadero tesoro que tenemos los seres humanos es gozar de una buena salud y para conseguirla, o mantenerla si ya la tenemos necesitamos:
1. Saber alimentarnos, es decir comer de todo pero en la proporción adecuada.
2. Saber cocinar correctamente aunque sean pocas cosas, unas verduras, una pasta, unas legumbres, un arroz…
3. Tener un estilo de vida saludable, y eso implica que «aunque no se tenga tiempo», si se trabaja todo el día sentado y prácticamente uno no se mueve nada, hay que hacer ejercicio, el que sea y en dónde sea, pero hacerlo por lo menos 5 días a la semana.
Y no tiene que ser forzosamente en un gimnasio, muchos no lo han pisado en su vida y siguen ágiles y sanos…
4. Disponer en casa de las “herramientas adecuadas” que muchos tienen prácticamente sin usar, infrautilizadas o incorrectamente empleadas.
Aprender a usarlas correctamente también implica tiempo y estar bien organizado y planificado, lo mismo que saber conservar y congelar.
5. Tiempo para comer y masticar despacio, algo de lo que muchos no hacen ni caso.
Uno de mis posts que más comentarios ha generado y sigue haciéndolo es el del estreñimiento con 585, o el de la aerofagia con 304 enlaces.
Ambos males, por no llamarles “casi enfermedades”, se originan por las prisas a la hora de comer.
Suponiendo que lo que se ingiera sea saludable, que con casi total seguridad no lo será porque no habremos tenido tiempo de programar un menú semanal, desde el desayuno hasta la cena pasando por los tentempiés de media mañana y media tarde, se come en cualquier sitio, cualquier cosa, de cualquier manera, se traga sin paladearla ni siquiera, delante del ordenador mientras se está trabajando, o de cualquier dispositivo electrónico mientras se está buscando alguna información, o mientras se están twitteando o wasapeando tonterías…
¿Por qué razón se debe comprar hoy una olla superrápida si no se tiene?
Fundamentalmente, y como os expliqué en el post anteriormente citado, por la calidad gastronómica y nutricional que se consigue con ellas.
Después de probar unas verduras al vapor, cocidas en tan solo 2 minutos con 10 cucharadas de agua que nunca las tocará, o unas simples patatas en 6 minutos, si se tiene paladar es imposible que gusten luego las sumergidas en agua salada.
Pero tenemos muchos más motivos.
1. Se puede cocinar con muy poca cantidad de aceite, algo importantísimo hoy con casi el 60% de la población con problemas de sobrepeso.
2. Porque el consumo de energía es mínimo ya que la olla trabaja mucho más tiempo sin gasto de energía que con él.
Un arroz, el que sea, tardará más o menos en coger presión dependiendo de las cantidades que haya en su interior, pero una vez que ésta se ha alcanzado, y ya con el fuego al mínimo, éste funcionará tan solo 2 minutos que es el tiempo indicado, haya poco o mucho arroz.
¿Es entonces milagrosa?
No, no lo es, y todo el mundo sabe que para cocer por ejemplo un arroz tipo paella se suele tardar alrededor de 20 minutos.
¿Qué pasa pues?
Pues que la olla mientras baja su válvula de presión sigue cociendo pero ya sin consumo de energía.
¿Y cuánto tarda en bajar dicha válvula?
Pues no lo he comprobado nunca, ya que después de apagada, uno se puede marchar de la cocina porque nuestra presencia ya no es necesaria.
Sí que tendremos que estar siempre presentes, sobre todo si en el interior de la olla hay una pequeña cantidad de alimentos, desde que se enciende el fuego hasta que la válvula alcanza solo y exclusivamente las 2 rayitas, se pone en marcha el minutero y se observa qué está haciendo la válvula durante esos pocos minutos.
¡En la mayoría de los guisos son tan solo 3 o 5 minutos!
¿Sabéis que algunos dejan la olla puesta sobre el fuego y se marchan de la cocina?
¿Y cuánto tarda en subir dicha válvula?
La válvula empieza a subir en el momento en el que la olla empieza a coger presión en su interior y tampoco he cronometrado nunca el tiempo, porque con un «ojo» estoy en la olla y con el otro estoy preparando los ingredientes del segundo plato o cualquier otra cosa de las múltiples que hay que realizar en una cocina.
En una cocina productiva no puede nunca haber espacios muertos, es decir sin hacer nada.
Dicho tiempo depende, como siempre, del tipo de alimentos que contenga en su interior y de su cantidad.
¿Quiere decir que, como es superrápida se puede llegar del trabajo y comer a los 10 minutos?
Pues posiblemente no, porque tendréis que preparar todos los ingredientes, limpiarlos, lavarlos, sofreírlos según el orden que indique la receta y cocinarlos.
Aunque se trate de un guiso o plato único completo, como los que tenéis en el blog, debe haber unos 8, (buscádlos con el Buscador) tardaréis x minutos.
Lo ideal es cocinar cuando se está tranquilo y se “tiene tiempo”, y desde luego “si no hay tiempo”, y todas nuestras jornadas tienen tan solo 24 horas para todos, habrá que organizarse de distinta manera para multiplicar ese tiempo.
Muchos siguen todavía con la falsa creencia de que la comida recién hecha es la mejor, más buena y rica, cuando en la mayoría de los casos no es así.
Salvo los “fritos”, que se deben tomar cada día con menor frecuencia por los problemas de sobrepeso y obesidad que presenta una gran parte de la población, o los asados en el horno, el resto de los platos está mucho más rico y sabroso al día siguiente o pocos días después.
Si se quiere inmediatez y no ha habido una planificación y organización anteriores, habrá que recurrir a unos huevos fritos, al clásico filete también frito, una lata o un plato precocinado en el que realmente nunca sabréis lo que estáis comiendo, cómo se ha elaborado y qué es lo que lleva dentro… a pesar de la nueva legislación en la que todos estos pasos siguen siendo una incógnita aunque se especifiquen las calorías.
Pero aquí topamos con otro problema.
¿Quién sabe manipular nuestros alimentos no solo en crudo sino después de cocinados?
Pues por las barbaridades que me preguntan cada día, me atrevería a decir que muy pocas personas, cuando existe ahora mi ebook, que integra todos los alimentos, desde la A hasta la Z y cuesta menos de 3 euros, aunque vale mucho más.
Cuando escribí la primera versión en papel de Conservación y Congelación de nuestros alimentos en el año 2001, en la Biblioteca Nacional de Madrid no había absolutamente nada sobre este tema a nivel de usuarios, tan solo libros especializados para diversas industrias.
¿Sabéis que más de la mitad de las toxiinfecciones graves alimentarias que se producen cada año en nuestro país se producen en los hogares?
Pues ya sabéis la razón.
Muchos querríais volver del trabajo a las 3 de la tarde y tener la comida no solo hecha sino calentita para poder sentaros a la mesa a continuación.
Así que cuando leéis en Internet que ya existen ollas programables con las que vais a conseguir este «milagro», os ponéis tan contentos.
Podría rellenaros varios posts rebatiendo una a una todas las “supuestas maravillas de este tipo de utensilios”, pero creo que no merece la pena perder el tiempo, ni el vuestro ni el mío.
Solo voy a enumerar muy poquitos inconvenientes, pero los más importantes.
1. No os suelen hablar de la presión que alcanzan la mayoría de ellas, porque ni siquiera el fabricante las conoce de una manera fehaciente.
En el mejor de los casos os pondrán unas cifras aleatorias, nunca contrastadas científicamente, ya que el precio de las mismas, aún en el caso de las más caras, no da para estudios serios y rigurosos.
Si ésta es muy alta, como la presión va unida irremisiblemente a la temperatura, cuanto mayor sea la primera mayor también será la segunda con lo que una gran cantidad de vitaminas desaparecerán.
2. Os vais de casa por la mañana, y como es programable, tenéis que introducir dentro de la cubeta todos los ingredientes de la receta, ya sean verduras, o/y carne, y/o pescado… que van a pasar horas y horas a temperatura ambiente perdiendo no solo pérdida de nutrientes sino frescor.
Por muy naturales que sean estos ingredientes, después de 3 o 4 horas ya no serán lo que eran.
3. Cada ingrediente necesita un tiempo de cocinado diferente, no es lo mismo una verdura, que patatas, pescado, carne…
4. Y por último, lo que más maravilloso os parece es que al llegar a casa la comida está lista para comer y calentita, es decir que terminó de cocinar a la hora en que lo programásteis, y se mantiene caliente hasta vuestra llegada, otro error mayúsculo.
Pero os encontraréis cientos de artículos en Internet hablando de las maravillas de estas ollas, escritas por supuesto por personas que tienen un especial interés en venderlas, y ya sabéis lo que dice nuestro ilustre economista Leopoldo Abadía “Un consumidor inteligente no se deja llevar por el criterio de la persona que le va a vender el producto”.
Otro día hablaremos de por qué se compran microondas que hoy existen en todos los hogares y hasta en los países más pobres.
Y ahora siento comunicaros una noticia para mí muy desagradable y totalmente ajena a mi voluntad, aunque como el blog es mío, al final yo sea la responsable.
Muchos de los que me seguís, haga poco o mucho tiempo, habréis comprobado que el blog desde el día 1 en que cambió de formato no funciona como siempre y como debería hacerlo.
Va lentísimo, no os podéis suscribir a todos los comentarios como os expliqué, porque salen jeroglíficos, en muchos móviles no se puede ver, y hasta en mi tablet no se sincronizan los datos.
¡Y eso que lo encargué antes de navidades!
Así que si veis, estos días, que no os he contestado a algún comentario vuestro, sabed la razón.
Será la primera vez en estos 5 años, pero así se escribe la historia.
Ha sido una empresa de mi total confianza hasta ahora, y que me ha hecho tal descalabro que ya no sé por dónde empezar a trabajar.
En cuanto funcione de nuevo como debe ser, os lo comunicaré en un post.
Esperemos que esta tormenta, vendaval, huracán, ciclón, tsunami… pase pronto.
¿Alguno de vosotros conoce alguna empresa, «currito» particular o «cacharrero profesional de informática»…, que se dedique a fondo a trabajar en WordPress?
El «currito» que me ha enseñado prácticamente todo lo que sé, es muy bueno, por eso se lo rifan, está ahora mismo con 3 proyectos a la vez, y desgraciadamente para mí no sabe ni quiere saber nada de WordPress. ¡Ya tiene bastante con lo que tiene!
Gracias a todos y lo siento de verdad 😥