Si queréis evitar quedaros con kilos de más después del parto, tendréis que tener en cuenta los siguientes “factores de riesgo” que son los que favorecen este aumento.
1. Tener más de 35 años.
2. Tener algún kilito de más antes del embarazo.
3. En embarazos anteriores ya cogisteis demasiado peso.
4. No pensáis amamantar a vuestro bebé y muchas mujeres ignoran que si lo hacen van a disfrutar después del amamantamiento de un momento ideal para perder peso de manera natural porque el cuerpo, como si dijéramos por naturaleza, está especialmente preparado para ello.
Y es lo mejor que podéis hacer por él, sobre todo durante los primeros 6 meses ya que vuestra leche está hecha «a su medida» y no hay nada tan bueno.
5. Tener poca actividad física es decir ser bastante sedentaria.
6. Estáis ya acostumbradas a comer de manera irregular y seguís haciéndolo.
7. Vuestra madre o vuestras hermanas han conservado también algunos kilos después de sus respectivos embarazos.
8. Erais fumadora antes de quedar embarazada, aunque ahora afortunadamente lo habéis dejado.
9. Habéis cogido peso desde el principio del embarazo.
Si estáis cogiendo demasiado peso consultar a vuestro ginecólogo que os dictará unas pautas si cree que realmente hacen falta, y nunca hagáis una dieta que os recomiende alguna amiga. Solo vuestro médico, que es el que os conoce y sabe cómo se está desarrolllando vuestro embarazo, es el que os tiene que explicar cómo debéis cambiar vuestra alimentación si lo necesitarais.
Si individualmente coméis poco para evitar engordar, el bebé puede sufrir las consecuencias y nacer con poco peso, demasiado chiquitito y muy frágil.
Aunque no se conoce bien la razón, parece que debido a esta “fragilidad” adquirida porque durante su vida fetal el bebé ha estado mal nutrido, o durante su primer año de vida, tiene más riesgos cuando sea adulto de sufrir diabetes, hipertensión arterial e incluso problemas cardiacos.
Con vuestra salud, y menos aún con la de vuestro bebé, creo que no debéis jugar.