Aunque lo primero que mandan los profesionales cuando una persona tiene algún tipo de sobrepeso u obesidad es andar, 4 o 5 kilómetros diarios, puede que en «determinados casos» esta práctica no sea suficiente.
Por supuesto que será mejor que no hacer nada y tener un estilo de vida totalmente sedentario, y mucho mejor que estar tumbado en un sillón viendo la tele ya que “quién mueve las piernas mueve el corazón”, luego ya será una práctica fantástica para evitar o retrasar cualquier enfermedad cardiovascular.
Según los hallazgos publicados en «Arteriosclerosis, Thrombosis and Vascular Biology», una revista de la Asociación Americana del Corazón, caminar rápido puede reducir el riesgo de presión arterial alta, de colesterol alto y de diabetes tanto como correr.
En el caso del colesterol, andar es muy eficaz para mejorar sus cifras, bajando el «malo» y subiendo «el bueno».
Pero hay que andar siempre con un calzado adecuado y mejor en tierra que sobre asfalto, algo difícil en las ciudades si no se tiene un parque cerca.
Si lo que se quiere es no engordar a partir de una cierta edad, no tener michelines, quitarse algún kilito de encima y seguir estando ágil, que es lo más importante, hay que hacer algo más.
Antes había que preocuparse, en las mujeres, rondando la menopausia, es decir alrededor de los 45-50 años, y en los hombres quizás algo más tarde.
Pero hoy ambos deben empezar bastante antes, pues los kilos también empiezan a instalarse antes, aunque dependerá como siempre de la actividad que cada cual desarrolle en su trabajo.
Muchas mujeres que son madres a una edad demasiado tardía, aunque conserven después su peso primitivo, algo ya bastante raro porque muchas cogen 15 o 20 kilos… que ya no pierden, deben hacer algún tipo de ejercicio en cuanto su bebé no requiera su atención las 24 horas del día.
Ya sé que es difícil, muy difícil, pero es mucho lo que os estáis jugando, y no me cansaré de repetirlo, ¡¡“no pesan los años, pesan los kilos”!!
Conozco a muchísimas personas que, asegurando que comen correctamente, llevan años andando y no han perdido nada de peso.
De hecho, en muchos de nuestros pueblos, al viajar, se ven grupitos de 2 o 3 personas, principalmente mujeres, andando y saliendo del núcleo urbano, es decir que pueden hacerse perfectamente 4 o 5 kilómetros diarios.
Aunque depende de muchos factores, para que os hagáis una idea, una persona de 60 kilos que ande durante 1 hora y recorra 5 kilómetros en esa hora quema tan solo 230 calorías.
Como ya hemos visto que para perder 1 kilo de grasa hay que quemar 7.200 calorías, ¡¡fijaros la cantidad de kilómetros que hay que recorrer para perder tan solo 1 kilito de peso!!
Es una medida prácticamente impracticable, valga la redundancia.
A partir de una cierta edad, yo pondría rondando los 40, hombres y mujeres, más estas últimas porque van a sufrir cambios importantes en su organismo en la próxima década, deben concienciarse de que tienen que hacer algún tipo de ejercicio, aunque no lo hayan hecho nunca, incluso en casa, si no se puede acudir a un gimnasio.
Y, si no tienen tiempo, que será lo más probable, deben sacarlo de debajo de las piedras, por muy imposible que parezca.
No tendrán buena salud en el futuro si no se toman ya las medidas adecuadas, y más pronto que tarde empezarán a aparecer goteras que se hubieran retardado o incluso eliminado de cuajo practicando, con anterioridad, algún ejercicio de manera regular y continuada.
¡¡No es un problema estético!!, es el mayor problema de salud que tenemos ahora mismo todos los países desarrollados, kilos de más y sedentarismo puro y duro que va normalmente unido.
¿Creéis que si existiera «algo», pomada, unguento, crema, hierba, dieta, producto, artefacto, dispositivo, píldora mágica … que con solo tomarlo o usarlo, aunque fuera muy caro, eliminara de un plumazo todos los kilos de más y los efectos perniciosos del sedentarismo?
Si fuera así no habría multimillonarios supergordos y con poca o nula movilidad.
Pero la publicidad engañosa se sigue «forrando» con estos «cuentos chinos» muchas veces hasta peligrosos… y se sigue permitiendo.
Si os mentalizáis y os convencéis de que el ejercicio es tan importante como comer y respirar, seguro que encontrareis tiempo para ello, «aunque no lo tengáis».
Muchos me decís que no os gusta nada, que lo odiáis, que os aburre…, pero no se trata de que os guste o no, está en juego vuestra salud futura y vuestra calidad de vida.
Muchos de vosotros estáis abocados a ser centenarios, aunque a alguno no le guste demasiado la idea.
Un amigo mío, a quién aprecio mucho, me decía que prefería ser un gordito contento y feliz sin tener en cuenta ni su alimentación ni su sedentarismo.
¿Hasta cuándo? Cuando el médico no le deje comer más que 4 cosas, y no se pueda mover por los múltiples achaques, ¿seguirá estando feliz y contento?
Como hay muchos posts ya publicados al respecto, que podéis todos encontrar con facilidad tecleando en mi blog, arriba a la derecha, en mi Buscador Personalizado de Google tan solo la palabra ejercicio, no me voy a repetir aquí.
Escoger el que más os convenga o el que menos os disguste, el gimnasio si es bueno (yo no tendría “tiempo”), o seguir alguno de los ejercicios que tenéis en YouTube o en la Wii, o lo que me parece la solución ideal aunque al principio requiera un pequeño desembolso, unas clases particulares con un entrenador personal, en casa o en un gimnasio, que os enseñe una tabla personalizada de ejercicios hechos a vuestra medida, por ejemplo reforzando la columna si ya os duele, o las cervicales, o las rodillas…
Pero hay que tener fuerza de voluntad para, una vez aprendida, repetirla solos en casa por lo menos 5 días a la semana.
Todos sabéis que el órgano que no se ejercita se atrofia, por ello con una tabla bien planificada vais a mover todos vuestros músculos y articulaciones, ¡desde la cabeza hasta los pies!
Y al que le parezca todo esto mucha sofisticación, que busque en su pueblo o comunidad, porque seguro que encontrará programas gratuitos para hacer ejercicio.
En la Comunidad de Madrid se organizan periódica y continuamente cursos gratuitos de gimnasia y en muchas ocasiones no se cubren las plazas.
El año pasado el Hospital Universitario de La Princesa de Madrid, de la Seguridad Social, organizó un “taller o escuela de espalda”, por supuesto gratis, con 2 horarios a escoger y al que había que apuntarse, como es natural.
El primer día había más de 30 personas… el último 4, tan solo 4.
Os recuerdo una vez más que para mantener el peso hay que comer exactamente lo que se quema.
Para adelgazar hay que comer menos de lo que se quema
Y si se come más de lo que se quema se engordará.
Y si uno se quiere mantener ágil, de cuerpo y mente, a pesar del paso inexorable de los años, hay que ejercitar ambas cosas, el cuerpo y la mente.
Por eso la televisión es nefasta, porque fomenta el sedentarismo y atrofia la mente, al no tener que pensar sino «tragar» sin discernir todo lo que nos ofrece, que salvo honrosas excepciones, es bastante «pobre».